Análisis Contra: Rogue Corps, lo contrario a la saga (PS4, Switch, PC, Xbox One)

Estando Konami como está, el anuncio de un nuevo juego siempre levanta dudas. Puede ser que te saquen un auténtico juegazo, como el último Pro Evolution Soccer, o que saquen algo con buenas intenciones, pero incomprensiblemente mal ejecutado... como es Contra: Rogue Corps, el título que nos ocupa. Nos gusta ver que esta saga tan mítica está de vuelta, pero no es el retorno que esperábamos.

Destrucción a cuatro bandas

Contra: Rogue Corps es un twin-stick shooter para hasta cuatro jugadores en el que, como es habitual, tenemos que acabar con todo lo que se mueva. Su desarrollo es bastante tradicional, con niveles lineales que, de vez en cuando, nos dejan alguna que otra sorpresa, como momentos de apuntado en 2D –disparando, por decirlo de algún modo, al fondo de la pantalla– oleadas de enemigos o pequeños tramos en los que tenemos que correr o incluso medio plataformear.

Hay cuatro personajes diferentes, cada uno con sus características propias, aunque luego los iremos adaptando a nuestros gustos, por lo que, en realidad, la principal diferencia puede acabar siendo estética. Hay una habilidad propia de cada uno, pero más allá de eso, podemos modificar sus armas y sus estadísticas poco a poco con los objetos y el dinero que conseguimos al completar niveles.

El juego se divide en misiones que duran entre 15 y 45 minutos de media, en función de lo que nos entretengamos. No es necesario matar a todos los enemigos de una fase, pero si lo hacemos la puntuación será mayor. Además, jugando con amigos se progresa más rápido. Al completar la primera tanda de misiones, se desbloquean misiones de exploración, en las que apostamos dinero virtual en función de la dificultad elegida.

Ninguna de las misiones, eso sí, es particularmente interesante o sorprendente. Los niveles se repiten constantemente, tan sólo aumentando la complejidad o la cantidad de los enemigos, y no nos da demasiados alicientes para seguir avanzando. Hay excepciones, como las peleas contra los jefes finales, finales, más espectaculares y complejas. Por desgracia, son pocas. Al menos hay algo de fan service, como potenciadores con armas clásicas.

Contra: Rogue Corps también pone especial énfasis en mejorar a nuestros personajes y armas. Es una capa adicional de personalización que se agradece, aunque creemos que se podría haber hecho de manera más ágil y dinámica, ya que requiere bastante gestión. Aun así, le da algo más de complejidad al juego, y estamos seguros de que muchos jugadores lo van a disfrutar.

También contamos con modos multijugador competitivos, que no hemos podido probar en profundidad. Hay algunas ideas interesantes aquí, aunque todo va a depender de la comunidad que tenga el juego, y no vamos a negar que tenemos ciertas dudas al respecto. Si os interesa un multijugador de Contra: Rogue Corps, que sea el cooperativo.

Perdón por el retraso

Contra: Rogue Corps tiene un problema enorme: el input lag; esto es el tiempo que tarda el juego en reaccionar desde que pulsamos un botón en el mando. En Xbox One X pasa alrededor de medio segundo desde que pulsamos el botón hasta que el juego reacciona, algo que, en un juego de acción como éste es sencillamente imperdonable. Como referencia, podemos pulsar tres veces el botón de salto antes de que salte.

Es cierto que no es el twin-stick shooter más frenético, pero aun así no se puede justificar este retraso en la detección de las pulsaciones. Además, para compensarlo, introduce un sistema de apuntado semiautomático que no funciona todo lo bien que debería. Un ejemplo: quieres disparar a un barril para que explote y mate a todos los enemigos cercanos, pero el apuntado semiautomático disparará al enemigo más cercano, alertando a los demás. Añádele medio segundo de input lag... Y, aparte, hay armas –como el láser– que no tienen apuntado automático, por lo que acabas jugando intentando compensar ese retraso.

Este retraso afecta también, como mencionábamos, al salto. Se han introducido pequeñas secuencias de plataformeo, que son todavía más complejas de realizar con este input lag. Estas secuencias son generalmente opcionales, para conseguir coleccionables, y lo único que en realidad aportan es dejar los problemas con el control aún más en evidencia.

No podemos entender cómo es posible que, en 2019, tengamos problemas así. El juego ha sido dirigido por Nobuya Nakazato, veterano de la saga y director de Hard Corps/Probotector, que conoce la importancia de un buen control. Contra: Rogue Corps parece haber sido desarrollado por Konami y Toylogic, creadores de Happy Wars y estudio de apoyo, y ambas compañías tienen la suficiente experiencia como para estar al tanto de esto.

Mirando atrás

Cuando un juego lleva el hardware al límite es posible que ocurran estos problemas, pero Contra: Rogue Corps es, en el mejor de los casos, un juego de la pasada generación. Iluminación plana, texturas borrosas, escenarios y personajes con escaso detalle... A excepción de un par de cosas, no exageramos si os decimos que podría funcionar tal cual en una PS3 o en una Xbox 360.

Además, la versión de Xbox One X se ve muy, muy borrosa (no creemos que pase de 1080p, si es que llega), y encima funciona a 30 imágenes por segundo. Al menos, muy estables. Honestamente, no entendemos cómo se han organizado las prioridades técnicas, porque aun con un apartado técnico de la pasada generación, han sacado tiempo para implementar HDR. Son cosas que, de verdad, no entendemos.

Por último, el apartado sonoro sí que se merece una nota más positiva. Melodías y voces que acompañan bien, así como efectos de sonido muy clasicones que le quedan genial. Como nota, nos llega con textos en español latino. Es una traducción bastante neutra, y se puede disfrutar sin ningún problema incluso si estáis acostumbrados al español de España.

Un retorno decepcionante

Después de disfrutar con el recopilatorio de Contra Anniversary Collection, Contra: Rogue Corps nos ha parecido muy decepcionante. No es, ni mucho menos, lo que la saga se merece. Y la idea no es mala; jugando con amigos se hace bastante entretenido, pero es un juego pobre en su diseño y muy mejorable en su ejecución.

El input lag tan exagerado es, ahora mismo, su mayor problema, pero incluso si se soluciona en el futuro con un parche, nos vamos a encontrar con escenarios que se repiten, misiones poco emocionantes, un apartado técnico muy pobre y, en general, una experiencia que no aporta nada. Konami debería dejarle la licencia a Housemarque si quieren hacer un twin-stick shooter o a JoyMasher, los creadores de Blazing Chrome, si quieren recuperar la esencia clásica. Le damos el 5 suponiendo que lo vais a jugar en cooperativo con amigos; si vais a jugar solos, consideradlo suspenso.

Hemos realizado este análisis en Xbox One X con un código de descarga proporcionado por Konami.