Análisis Aliens: Fireteam Elite, otro glorioso día en el cuerpo de marines (PC, Switch, PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X/S)
La llegada de un nuevo videojuego basado en Alien es motivo de celebración pese a que, como en el retorcido ciclo del xenomorfo, siempre se acabe en un trágico final. Desde hace unos años, y con la honrosa excepción de esa obra maestra llamada Alien: Isolation, lo cierto es que la calidad de los videojuegos de la saga ha sido bastante dispar y se han intercalado tanto alegrías parciales como rotundas decepciones. Mientras la accidentada licencia cinematográfica se transforma en serie de televisión con el creador de Fargo a la cabeza, el ocio electrónico vuelve a intentar capturar el espíritu de Alien: El octavo pasajero y Aliens: El regreso con Aliens: Fireteam Elite, un videojuego de acción cooperativa en tercera persona para hasta tres jugadores que nos ha dejado más que satisfechos.
Otro glorioso día en el cuerpo de Marines
"Otro glorioso día. Un día en el cuerpo de marines es como un día en el campo. ¡Cada comida es un banquete! ¡Cada paga, una fortuna! ¡Cada formación, un desfile! ¡Me encanta el cuerpo!", remarcaba en Aliens: El regreso el sargento Apone, el mítico personaje encarnado por el fallecido Al Matthews. En Aliens: Fireteam Elite sentiremos algo parecido a inmiscuirnos en la película de James Cameron una vez lo arranquemos en nuestra consola o PC. El juego ahonda en la mitología que presentó en pantalla el también responsable de Terminator, apoyándose además en numerosos cómics, novelas y productos derivados venidos después, todo ello con respeto y cariño, sin caer en la autocomplacencia. Bastan apenas unos segundos en el menú principal, acompañados por la música de Austin Wintory -que homenajea a las partituras de James Horner y Jerry Goldsmith- para comprender que el título de Cold Iron Studios es algo más que un simple juego de tiros cualquier con una skin encima para exprimir una licencia.
Al igual que cuando se perdió la comunicación con la colonia de Hadley’s Hope en el LV-426, en esta ocasión seremos conscientes de que la situación en la que tenemos que participar se ha descontrolado desde el minuto uno. En el año 2202, unos pocos después de los sucesos de la segunda película, una extraña llamada de auxilio llevará al cuerpo militar expedicionario de los Marines Coloniales a bordo del UAS Endeavor al LV-895, un lugar remoto y muy alejado de las vías comerciales. En un principio, no hay nada de interés aquí, y se desconocen los motivos por los que los xenomorfos parecen haber infestado una estación de investigación en la superficie del planeta y la refinería que permanece en su órbita.
Lógicamente, y como suele ocurrir en estas situaciones, pronto comenzarán a surgir secretos corporativos relacionados con la Weyland-Yutani y sus experimentos, la posible presencia de ruinas alienígenas milenarias y la rivalidad de los grandes conglomerados por hacerse con la tecnología presente en estas. El contexto de Aliens: Fireteam Elite es poco menos que excelente, plagado de detalles, guiños a películas como Prometheus, Alien: Covenant o incluso cómics de Dark Horse, pero que desgraciadamente tiene un problema muy grave a la hora de presentárselo al jugador. Su narrativa es tosca y pobre, en base a largas conversaciones y fríos textos que se van desbloqueando al finalizar cada misión. Es cierto que es un juego de acción cooperativa con un claro componente online, y que aquí se vienen a pegar tiros con los amigos sin más complicaciones, pero no habría estado de más alguna secuencia cinematográfica o una introducción un poco más trabajada antes de lanzarse al combate sin más. Ya sea por falta de presupuesto -cosa probable- o por decisión premeditada por parte del estudio, pensamos que se podría haber resuelto de otra manera.
Una cacería de bichos
Aliens: Fireteam Elite es un título de acción en tercera persona diseñado para que colaboremos con dos amigos o compañeros a través de una serie de misiones en las que nos enfrentaremos a legiones de enemigos. El estudio afirma que es un shooter con un claro componente survival, y podemos estar más o menos de acuerdo, sobre todo cuando tenemos que lidiar contra hordas de escurridizos y violentos xenomorfos que intentan defender su colonia. A lo largo del videojuego, iremos acatando misiones enmarcadas en cuatro grandes campañas, que nos presentarán diferentes ambientaciones y tipos de enemigos, aunque su estructura es bastante clara. Hay un esquema muy lineal y guiado, en el que se nos obligará a cumplir objetivos básicos y avanzar.
Es decir, iremos de un lado a otro del mapa, despejando salas o grandes cuevas, intentando sobrevivir a las distintas oleadas de criaturas o sintéticos de la Weyland-Yutani y haciendo frente a los diferentes desafíos que se nos planteen. Desafíos que, en la gran mayoría de las ocasiones, se limitarán a hacernos pulsar interruptores, encontrar objetos escondidos, abrir puertas con un soplete o destruir elementos concretos de los escenarios. Es quizás uno de los puntos más negativos, el diseño de niveles, que si bien tiene reminiscencias estéticas a las películas o incluso a niveles del mítico Alien: Trilogy, no dejan de ser predecibles y excesivamente esquemáticos. Una vez que juguemos un par de partidas, podremos anticiparnos a las situaciones, al menos en los niveles de dificultad más asequibles. Es por eso que hemos echado en falta algún momento más épico y duro, que requiera de verdadera colaboración más allá de la lógica conjunción en términos de potencia de fuego para acabar con los extraterrestres.
Extraterrestres que, dicho sea de paso, nos han gustado especialmente. Desde que H.R. Giger diese vida a este ser retorcido y de influencias claramente sexuales y biomecánicas, el xenomorfo ha ido evolucionando a lo largo y ancho de películas, tebeos y videojuegos. Es muy difícil sorprender con ellos, todos sabemos cómo son y de qué manera se comportan, pero en esta ocasión se han ocupado de presentar varios tipos de alienígenas que casan muy bien con el argumento del juego y que dan mucha personalidad a los tiroteos. Más allá de los habituales y ágiles perros o los temibles guerreros xenomorfos, Aliens: Fireteam Elite incorpora variedades únicas y otras muy clásicas que harán las delicias de los aficionados y que evitarán la habitual repetición visual de este tipo de juegos. Es más, al ser criaturas rápidas y letales, organismos perfectos como diría Ash, se logra una alta movilidad a los enfrentamientos, y pronto estaremos enmarañados en una vorágine de pólvora, tripas, ácido y gritos.
Tan pronto estaremos disparando al suelo como intentando apuntar a estos seres por los techos o paredes, pues usarán los conductos de ventilación, darán grandes saltos y buscarán rodearnos a las primeras de cambio si no estamos atentos. En nuestro análisis hemos observado cómo los alienígenas se esconden en paredes, se camuflan en el entorno o acechan en esquinas esperando a que pasemos, dándonos verdaderos sustos e intentando aniquilarnos rápidamente. El avance en la gran mayoría de niveles es muy tenso y frenético, no hay tiempo para pensar, y eso se hace francamente divertido, algo que también creemos que se aplica a su gunplay y sistema de coberturas, bien diseñado y cumplidor, que bebe tanto de juegos de la saga Zombie Army o Left 4 Dead como de Gears of War, sobre todo cuando nos enfrentamos a los sintéticos armados de la Weyland-Yutani -unos enemigos duros de roer- y entablamos tiroteos en base a las coberturas.
¿Sois fuertes? ¿Sois duros? ¿Qué es lo que sois? ¡Marines!
Aliens: Fireteam Elite nos invita a crear nuestro propio Marine Colonial, algo que podemos hacer tanto en aspecto como a la hora de escoger una de las diferentes clases disponibles desde el comienzo -artillero, demoledor, técnico o doctor-. Nosotros hemos probado todas, especialmente la de artillero, y creemos que son lo suficientemente divertidas como para que cada jugador disfrute del videojuego de una manera en concreto o decida pasarse algunas de las misiones -o aventurarse en el modo horda, más directo- para probarlas. Cada una de ellas tiene su rol específico en la batalla, y cumple una función dentro del grupo.
No obstante, hay que recordar que todas las misiones requieren de un equipo completo de tres marines, y si bien el juego se disfruta más online con amigos y familiares encarnando a los Marines Coloniales, el título tiene la cortesía de agregar bots si no encontramos partidas o si queremos jugar solo. Hablamos de dos ̶s̶i̶n̶t̶é̶t̶i̶c̶o̶s̶ personas artificiales, Alpha y Beta, que no terminan de convencernos en según qué situaciones de peligro y que generan más problemas que soluciones. Ambos, da igual la situación, serán artilleros, y aunque salen airosos de los problemas más básicos, cuando la cosa se complique no hay nada como un humano. Para disfrutar de Aliens: Fireteam Elite hay que jugar con amigos, no os descubrimos la rueda ni el fuego, pero es así, sacándole partido a las sinergías y perks de cada clase y creando combos potentes.
Podemos cambiar de clase cuando queramos, siempre y cuando lo hagamos entre misión y misión o cuando regresamos al UAS Endeavor, un hub en el que se nos narrará la historia, se nos brindará la opción de cambiar y mejorar nuestro equipo o en el que experimentar con emotes y aspectos cosméticos. El arsenal a nuestra disposición es generoso, y además del clásico M14A o rifle de pulsos o la smartgun, tendremos fusiles muy avanzados, escopetas, lanzadores de misiles o incluso revólveres. Equiparse bien, invertir sabiamente la experiencia o comprobar qué perks funcionan mejor -tenemos un pequeño inventario en el que arrastrar, soltar y encajar habilidades- es fundamental de cara al éxito. No os preocupéis, no es un sistema engorroso de progresión, es todo muy intuitivo, y os recomendamos que os familiaricéis cuando antes con él para sacarle el máximo provecho.
¿Dónde hay una cabina para llamar a mi madre?
Una vez terminemos la campaña de Aliens: Fireteam Elite o hayamos jugado al modo horda -que se desbloquea justo al finalizar la historia- viene la consabida pregunta… ¿Y ahora qué? ¿Game Over? El título conserva un buen componente de rejugabilidad, y está pensado para que busquemos la manera de volver a las misiones, ganar más experiencia para mejorar nuestros personajes o elevar la dificultad o probar nuevas clases -cuando finalizamos el juego se desbloquea una clase extra y varios niveles de dificultad hardcore-. Ahí entran los llamados alijos secretos, que ofrecen consumibles -como torretas, drones y munición especial- u objetos cosméticos especiales para personalizar a nuestros marines.
Además, como otros juegos online enfocados a mantener una comunidad activa e interesada, cada semana se lanzan desafíos especiales que nos invitan a superar misiones con opciones concretas, una manera curiosa de volver al videojuego para intentar ponernos a prueba. También existen las cartas de desafío, que funcionan como las Calaveras de Halo y que intentan añadir handicaps, objetivos adicionales e incluso enemigos inesperados a las misiones de la campaña. Hay decenas de variables, algunas muy locas, y os recomendamos que las uséis si buscáis conseguir experiencia o recompensas jugosas. Por si fuera poco, Cold Iron Studios ha anunciado el lanzamiento de una nueva clase de Marine Colonial, así como se han comprometido a distribuir contenido adicional de manera gratuita en forma de misiones adicionales de la campaña.
Mimo y respeto por la saga
Si algo nos enseñó Alien: Isolation es que se puede recrear con mimo y respeto el mundo de Alien en un videojuego. No se trata de plagiar un escenario, una criatura o un personaje, más bien de representarlo con inteligencia en el contexto lúdico del título, y en este aspecto, como ya os hemos comentado en el análisis, se han hecho los deberes. Nosotros hemos analizado Aliens: Fireteam Elite en PlayStation 5, consola en la que funciona a 4K HDR y 60 frames por segundo, estables y constantes en casi todo momento, y que ayudan a que el título entre por los ojos lo suficiente. No esperéis ningún alarde, es un videojuego discreto, pero cumple sobradamente en su cometido de representar este universo de tecnología retrofuturista plagado de extraterrestres letales y corporaciones ávidas de matar a todo lo que se le ponga por delante por un mísero porcentaje.
Eso sí, hay algunas pegas en lo técnico que procedemos a remarcar. En la versión que hemos analizado nos hemos encontrado con algún que otro error visual, como una caída puntual de frames en uno de los niveles más avanzados, un par de pérdidas totales de sonido -que misteriosamente se solucionaron mágicamente en apenas segundos- y un extrañísimo bug que nos impidió disparar durante un momento bastante tenso y que se arregló cuando uno de los sintéticos nos inoculó la cura en forma de balazo entre ceja y ceja. También queremos hablar de un aspecto polémico, las animaciones, que nos han dejado muy fríos. Sabemos que el juego maneja decenas de enemigos en pantalla, todos atacando de un lado a otro y de distintas maneras, pero sus animaciones dejan mucho que desear. Son pobres, rígidas y un tanto ridículas, rompiendo en algunas ocasiones la magia de los escenarios o el contexto que puede llegar a generarnos la misión.
En términos artísticos es inmejorable, lo mismo que su mencionada banda sonora, pese a que debemos darle un tirón de orejas a los responsables de la mezcla de sonido y la contundencia de sus efectos, un poco por debajo de lo que esperábamos de un videojuego de esta índole. Sí, todos los sonidos o efectos sonoros están sacados de las películas y están extraídos de las librerías originales, pero están faltos de contundencia o suenan muy comprimidos. Es una lástima, aunque creemos que se puede arreglar, más y cuando tienes un gunplay que depende de ellos para generar sensaciones en el jugador.
Informe final de la nave comercial Nostromo…
Aliens: Fireteam Elite no es el juego perfecto ni la revolución que necesita la saga en el mundo de los videojuegos, pero sí es un título divertido, sólido y completo. Creemos que es un producto más que digno para los fans de esta veterana licencia, que ha tenido más traspiés que éxitos en el mundo del ocio digital. Hablamos de un shooter tenso y agobiante, que rinde tributo a una saga cinematográfica a veces un tanto inabarcable, y que tiene contenido suficiente como para que le concedamos más de una pasada una vez lo hayamos finalizado. Queda por ver si a largo plazo sigue ofreciéndonos misiones o elementos interesantes para que regresemos a él, pero por su precio reducido, y por lo que presenta -participar en una cacería de bichos-, creemos que merece la pena convencer a algún que otro amigo y lanzarnos a limpiar de xenomorfos el LV-895 y sus alrededores.
Hemos realizado este análisis tras probar la versión de PS5 gracias a varios códigos de descarga que nos han facilitado desde Tara Bruno Public Relations.