Aunque tenga más de tres décadas de vida, la composición de música para videojuegos aún tiene mucho que ofrecer si la comparamos con la historia de otras artes en las que se aplica la música de escena, como es el caso del cine o el teatro musical, más aún en el caso del segundo ya que se viene practicando desde la antigüedad en múltiples formas.
Sin embargo en este tiempo hemos recibido algunas bandas sonoras muy especiales que han contribuido a esa diversidad con un enfoque casi único. Una de esas contribuciones se la debemos a la mente del reconocido compositor Michael Nyman, que en Enemy Zero para Sega Saturn, lanzado en 1996, nos dejaba una muestra de la corriente minimalista.
Musicología
Hablar de Michael Nyman es hablar de música académica contemporánea, un título que se utiliza para clasificar la música culta –esto es, música de teoría y escritura avanzada alejada de la música popular y tradicional, igual que la música clásica– desde el último cuarto del s. XX. Nyman es un compositor vanguardista de la escuela de Steve Reich, Philip Glass y Yann Tiersen, claros representantes del llamado minimalismo, un tipo de música experimental derivada del dodecafonismo en la que priman los fraseos breves y aislados, los motivos estáticos en continua repetición y la escasez de instrumentos.
Además de su labor como crítico y musicólogo, ha escrito varias óperas, conciertos, cuartetos y otras manifestaciones de la música de cámara interpretadas con su conjunto Michael Nyman Band. Entre sus álbumes de estudio podemos encontrar importantes grabaciones como Decay Music (1976) o The Kiss and the Other Movements (1985).
A pesar de todo, su faceta más conocida es la de compositor de cine. Ha puesto música a muchas de las películas de Peter Greenway (Conspiración de mujeres; El cocinero, el ladrón, la mujer y su amante; El contrato del dibujante), así como a Gattaca, Ravenous o El Piano, la que sin duda es su partitura más premiada y recordada entre el gran público.
La suite espacial de WARP
Sabiendo la importancia de Michael Nyman no nos cabe duda que Enemy Zero siempre será una rara avis. Su tristemente fallecido creador, Kenji Eno, bien lo sabía también, y sin él no hubiese sido posible ese resultado. El fundador de la inimitable WARP, compañía de la que salió el mismísimo Fumito Ueda, era músico además de game designer –de hecho hizo las BSO de D y D2, sus otros survival horror– y admiraba el gran trabajo de Nyman.
Para conseguir semejante colaboración estelar tuvo que aprovechar una visita de Nyman a Japón en la que viajaba para donar unos pianos a las escuelas afectadas por el terremoto de Kobe de 1995. Eno quedó con él en un hotel para intentar convencerle de que hiciese la música de su nuevo juego, y lo consiguió pasadas unas horas sin negociar condiciones.
Meses antes de que saliese el juego, Michael Nyman lanzó el disco Enemy Zero "Piano Sketches" en el que incluía tres de las principales piezas de piano que se encontrarían en el juego. La BSO completa no fue lanzada hasta 1997, cuando salió una edición limitada a 20 copias que se vendió por unos $2,000 al cambio. Hoy por supuesto es muy difícil de conseguir, llegó a salir en el libro Guiness como la edición especial más exclusiva de un juego.
La música fue grabada en los Abbey Road Studios con la ayuda de la Michael Nyman Orchestra, otra de las formaciones que utiliza en sus grabaciones, principalmente en bandas sonoras de películas.
Una vez iniciamos el juego nos encontramos con los créditos de apertura, en los que suena ese característico piano del "Laura’s Theme" en su forma más minimalista. Solo hacen falta unas pocas notas para que nos demos cuenta de que nos encontramos ante algo singular musicalmente, y lo encontramos nada menos que en una íntima y trágica aventura de terror que presenta a Laura Lewis en una estación espacial llena de misterio.
El segundo de los tristes motivos centrales de Enemy Zero nos llega con la romántica "Aspects of Love", que se completará más adelante con el reprise "Love Theme". Estos fragmentos musicales están reservados para las secuencias FMV, ya que en las partes jugables se utiliza el sonido como mecánica así que para no entorpecer no hay música, solo diseño sonoro.
El tercer segmento que incluía Enemy Zero "Piano Sketches" lo forma "Digital Tragedy", el primer corte de tensión pianísitca que irá de la mano de "Digital Complex". Podemos ver que la banda sonora sigue la línea conceptual propia del minimalismo, en la que los leitmotiv van agrupados presentando variaciones.
Me he saltado "Confusion" para hablar de ella junto al tema "Enemy Zero", ya que son en las que mejor se nota que la Michael Nyman Orchestra no es una orquesta convencional. A pesar de que contaba con casi 40 músicos da la sensación de que apenas fuese un sexteto lo que hay detrás, siguiendo la norma de la escasez de instrumentación. En lugar de utilizar complejas armonías orquestales, la sección de vientos y cuerdas es compacta, dando la sensación de que son pocos pero que suenan con mucho cuerpo. A eso hay que añadir el uso de instrumentos impropios de estas formaciones, como es el caso del saxo barítono que escuchamos en la primera de ellas, más asociado a las big band de jazz.
Las piezas de acción, "Invisible Enemy" y "Battle", también funcionan de una manera muy similar aunque transmitiendo algo distinto. "Malfunction" hace de nuevo la labor de crear tensión con el piano y la ayuda de la orquesta, mientras que "Agony" vuelve a traer un distinto enfoque trágico y sentimental con la voz de la soprano solista Sarah Leonard.
El resto de momentos musicales del juego van emparejados. "Last Movement" recupera el tema de amor solo con orquesta, mientras que por otro lado "Lamentation" y el corte para los créditos, "Laura’s Dream", complementan el motivo del inicial tema de Laura a piano.
Una banda sonora ejemplar que nadie diría que pertenece a un juego de terror, ni siquiera que pertenece a un videojuego, porque parece un álbum de música contemporánea. En el cine sí que hemos visto algún otro caso, como el de la música de Philip Glass para la ya mítica Candyman, otra BSO minimalista de terror que también gira sobre la protagonista.
Las porciones "Enemy Zero" / "Invisible Enemy" / "Battle" fueron modificadas e integradas en la partitura que Nyman escribió para el clásico soviético de cine mudo –es una práctica común poner música nueva a antiguas películas restauradas– Man With a Movie Camera, de 1929. Sin duda un uso peculiar dado al contenido musical proveniente de un videojuego.
Memorables
1. "Laura’s Theme" 4:02
3. "Aspects of Love" 3:52
4. "Digital Tragedy" 2:44
5. "Enemy Zero" 4:20
6. "Lamentation" 3:35
7. "Love Theme" 3:43
10. "Laura’s Dream" 4:04
11. "Agony" 3:17
12. "Malfunction" 4:03
13. "Battle" 3:48
14. "The Last Movement" 3:45
Especie en peligro de extinción
Tras el cierre de WARP en 2005 –que durante años operó como Superwarp–– y la muerte de Kenji Eno a causa de un cáncer hace 3 años cuando parecía dispuesto a volver a los desarrollos con su nueva empresa From Yellow to Orange, pocas esperanzas quedan de volver a ver algo así. No solo hemos perdido una forma visionaria de plasmar historias de terror, sino que las reglas que seguían los survival horror entonces ya apenas de utilizan.
Solo esperemos que sí surjan nuevos proyectos en los que la música reciba tan especial tratamiento, resulta necesario romper todas las barreras posibles para que al igual que en la música cinematográfica de vez en cuando nos sorprendan con algo poco o nada visto.
Terminamos recomendando el álbum The Very Best of Michael Nyman: Film Music 1980-2001 y dejando un vídeo que venía en el juego donde podemos ver al personal de WARP al ritmo de una composición del propio Kenji Eno, al igual que en la escena previa al menú.
¡Pasad una buena semana!