Continuamos de nuevo la columna retomando en esta ocasión el contenido con la carrera de un veterano de la música de videojuegos que nunca puede faltar, uno de esos nombres que llevan tres décadas anclados al medio y se dieron a conocer cuando todavía el papel del compositor no solía salir de los numerosos alias en los créditos finales del cartucho.
Nos referimos a Chris Huelsbeck, músico alemán que comenzó temprano en ordenadores como el Commodore 64 y participó en grandes proyectos durante los 90. Hoy hablaremos de su etapa en Rainbow Arts, sus títulos más recordados y los múltiples álbumes que ha ido publicando recientemente para poder conservar su legado de la mejor manera posible.
Los inicios en Rainbow Arts
El camino musical de Huelsbeck comenzó bien temprano y de la manera más inesperada, pues tras haber dado algunas clases de piano con su abuela y trastear en el C64 de Commodore, con apenas 17 años ganó un premio en la revista alemana de videojuegos 64’er gracias a la composición "Shades", una pieza que ha marcado su vida de principio a fin. Esa demo fue de hecho la que le catapultaría para obtener un puesto a cargo de la producción musical –tanto música como efectos de sonido– en la compañía Rainbow Arts.
Así en 1986 comenzaría a trabajar en juegos menores tanto de Amiga como de su sistema predilecto, siendo uno de sus primeros títulos recordados The Great Giana Sisters, serie revivida recientemente por Black Forest Games a través de un Kickstarter. Poco después y justo tras lanzar el shoot’em up Katakis, tendría la oportunidad de colaborar en uno de los juegos más famosos de dicho género, el gran clásico de Irem. En R-Type, que ya llevaba un tiempo en el mercado, la labor que desempeñaría Huelsbeck sería la de componer para los dos sistemas en los que solía trabajar. Aun sin ser las versiones iniciales del juego, las entregas de Amiga y C64 –en las que colaboró junto a Ramiro Vaca– son recordadas en especial por los correspondientes temas musicales de introducción que dejó el compositor alemán.
Más industria alemana
Sin embargo sería en 1990 cuando llegaría la franquicia a la que más ha estado asociado, iniciada con Turrican. El arcade de acción de Manfred Trenz no hubiese sido la joya que fue de no ser por la música de Chris Huelsbeck, que llena la pantalla en todo momento. Y ahora solo compondría para Amiga, la versión a cargo de Factor 5, que es con diferencia la más conocida de las bandas sonora del juego. Temas como el opening "Shoot or Die" o el rompedor "Mountain Madness" de la Fase I son hoy himnos inmortales de la música de videojuegos, con un estilo muy heredero del synthpop y la new wave germana de los 80.
En 1991 se publicaría su primer álbum Hülsbeck Vol.1: Shades, que además de un medley del propio Turrican incluye buena parte de sus composiciones de aquella primera etapa. La edición completa de la BSO del juego no llegaría hasta 2013 con Turrican Soundtrack Anthology Vol. 1, a pesar de que había salido una selección lanzada por Kaiko en 1993 con otros juegos de la serie que lleva por nombre Turrican Original Video Game Soundtrack.
Un año más tarde, después de unos pocos encargos de audio tanto dentro como fuera de Rainbow Arts, volvería a las andadas con Turrican II, que se ha convertido en su trabajo más querido dentro de la saga. "The Final Fight" es una de sus piezas más conocidas, una versión mucho más completa y llena de arreglos del opening original, pero también "The Great Bath" o ese "Desert Rocks" que reconstruye tan bien los teclados de la época. El juego tuvo su Turrican Soundtrack Anthology Vol. 2, pero ahora mismo se prepara para ser lanzado desde Kickstarter –por el 25 aniversario– el Turrican II Live Orchestra Album.
El tiempo le iría distanciando de Rainbow Arts para centrarse aún más en las versiones de Factor 5 y algunos nuevos proyectos de Kaiko, empresas alemanas del sector. Es en 1991 cuando llegaría Apidya, otra de esas bandas sonoras junto a Ramiro Vaca, Rudolf Stember y Pseudo D que más se recuerdan, y con razón, porque aunque el juego no sea muy conocido es uno de los mejores trabajos de su carrera. De hecho tuvo su propia edición arrange en CD, lanzada por A.U.D.I.O.S. Entertainment el año siguiente al juego.
Justo después se embarcaría en la siguiente entrega del guerrero acorazado con Turrican 3: Payment Day, mejor conocido como Mega Turrican por su versión de Mega Drive. El trabajo de Huelsbeck sería en ambas versiones y tendría también su Turrican Soundtrack Anthology Vol. 3. Por supuesto también trabajaría en las versiones de Super Nintendo haciendo música y efectos de sonido, tanto en Super Turrican como en Super Turrican 2, que serían cubiertos en el cuarto y último CD como Turrican Soundtrack Anthology Vol. 4.
Otros proyectos de ayer y hoy
Años más tarde llegarían juegos como Extreme Assault o Tunnel B1, que tuvieron sus propios discos de synSONIQ Records. También con Factor 5 acabaría haciendo algunos juegos para LucasArts como Star Wars Rogue Squadron y las versiones de Game Cube. Además de sus trabajos originales, Chris Huelsbeck es conocido por sus conversiones, ya que se ha encargado de algunas tan importantes como la de The Secret of Monkey Island para Amiga, la de ISS Deluxe a Mega Drive o la de Resident Evil 2 para Nintendo 64.
En la actualidad continúa componiendo para algunos juegos de móviles y licencias que le atan a su pasado, de las que destacamos Giana Sisters Twisted Dreams. También se encuentra activo realizando conciertos y publicando discos de su legado, que es lo que más le ha mantenido entretenido desde que lanzara Symphonic Shades – Hülsbeck in Concert en 2008. Toda su discografía se encuentra disponible a través de Bandcamp.
