Hace escasos días recibíamos por fin en Europa el lanzamiento de Mega Drive Mini, la muy esperada revisión nostálgica del sistema 16 bits de SEGA, que llega con un total de 42 juegos presentados de la mejor manera posible gracias a la labor de M2. Y si bien la experiencia es muy cercana a la original, por supuesto su hardware es apenas un fantasma del circuito impreso que montaba hace treinta años.
Por eso esta semana aprovechamos la ocasión para hablar de la magia que escondía en sus tripas y que hacía que tuviera ese sonido particular que trata de emular esta versión Mini, para la que Yuzo Koshiro se ha encargado de arreglar la música del menú. Del mismo modo repasaremos las bandas sonoras de los juegos que contiene, pues muchos de ellos son auténticas joyas en el uso de la síntesis FM.
SMPS Japan
Mega Drive salió a la venta en Japón en octubre de 1988 como una respuesta a las nuevas máquinas de NEC que amenzaban el mercado. Siguiendo la moda de la síntesis FM que se venía usando desde hacía años en arcades, apostaron por incluir un chip Yamaha YM2612 junto a otro idéntico al que montaba su predecesora Master System, el Texas Instruments SN76489. De este modo, venía con capacidad para 6 canales FM y 4 canales PSG de apoyo que podían reproducir música de 8 bits.
En 1990, SEGA empezó a desarrollar un editor para convertir el código desde el secuenciador. En Japón se utilizaban principalmente los drivers de sonido SMPS Z80 y SMPS 68000. En el caso del primero, el más antiguo de los dos, se utilizó en juegos de primera hornada —casi todos versiones de arcades de los años 80— como Alex Kidd in the Enchanted Castle, Altered Beast, Space Harrier II, Columns, Castle of Illusion, World of Illusion, Golden Axe, Virtua Fighter 2 e incluso en Tetris. También juegos de Capcom como Ghouls ‘n Ghosts o el recopilatorio Mega Man: The Wily Wars.
Los abanderados del SMPS 68k fueron juegos como Sonic the Hedgehog, Shinobi III: Return of the Ninja Master, Phantasy Star IV: The End of the Millenium o Strider, que también usaba una versión modificada, no así Street Fighter II: Special Champion Edition, que usa motor de Capcom. De todos ellos, el primero en recibir disco sería Columns·Columns II seguido del gran Phantasy Star Collection: Sound Collection II, aunque muchos de ellos los recibirían después de Data Discs.
GEMS of America
Tanto SEGA of America como el SEGA Technical Institute funcionaron con total autonomía. Por ello, crearon su propio sound driver para todos aquellos juegos desarrollados en Norteamérica: el infame software GEMS. Entre los juegos que hacían uso de este driver se encuentran Comix Zone, Eternal Champions, Kid Chameleon o Sonic Spinball. También Vectorman de BlueSky Software, compuesto por Jon Holland o Earthworm Jim de Tommy Tallarico, que fue sin duda quien supo sacar un mejor partido a este motor de audio, que daba resultados muy pobres. La excepción de la lista es Road Rush II, que se beneficiaba del sound driver de Electronic Arts creado por Rob Hubbard.
Los juegos desarrollados en Occidente rara vez recibieron banda sonora dedicada, siendo las únicas excepciones los incluidos en la serie Sega Tunes, entre ellos Sega Tunes Comix Zone o el Sega Tunes Vectorman. Tommy Tallarico por supuesto acabó publicando el álbum Earthworm Jim Anthology con la música correspondiente a las versiones en CD-ROM iniciadas por la conversión a Mega CD.
MOD Sound Drivers
Aquellas compañías y compositores que más se preocupaban del apartado sonoro de los juegos tenían su propio sound driver personalizado, lo que por norma se solía traducir en una mayor calidad y un estilo característico. Nombres como Konami, Namco, Treasure, Technosoft, Wolf Team, SUNSOFT o Game Arts con su fastuoso Alisia Dragoon son algunas de las que configuraron su propio motor de audio. Destaca el famoso MUCOM de Yuzo Koshiro, una variante del SMPS usando Music Macro Language en PC-88, el sistema sobre el que compuso hasta el paso a PC-98 con The Story of Thor.
Treasure hizo una labor importante en el plano musical, dado que además de los espléndidos trabajos de Katsuhiko Suzuki, Norio Hanzawa y Aki Hata publicaron sus bandas sonoras en CD a través de Futureland / Toshiba EMI; ese fue el caso de Dynamite Headdy y Gunstar Heroes, entre otros como el magnífico álbum Yu Yu Hakusho: Makyou Touitsusen ~Mega Drive Music~ de 1994. Light Crusader no tuvo álbum pero hacía uso del mismo driver.
Los juegos de Climax como Shining Force o Landstalker —que tuvo su propio álbum Landstalker ~The Emperor's Treasure~ en 1992— o el Dr. Robotnik’s Mean Bean Machine de Compile utilizaban el potente driver Cube de Noriyuki Iwadare, otro de los más empleados junto con el Terpsichorean de Sakimoto.
Technosoft también cuidó en extremo la música de sus juegos, tal como demuestra el potente sonido que extraían. Del mismo modo fueron otra de las pocas que publicaron discos de Mega Drive en la época, llegando a lanzar la serie TechnoSoft Music Collection, en la que se incluye la banda sonora del magnífico Thunder Force III.