El 2 de abril de 1994 salía al mercado Final Fantasy VI para Super Famicom, la entrega definitoria que cumple su 25 aniversario en estas fechas y que recordamos como un punto de inflexión no solo para la saga, sino para su compositor. Y es que Nobuo Uematsu dio uno de sus mejores recitales en aquel cartucho de 16 bits, conformando la gran obra musical de su época y de los videojuegos.
En esta fecha señalada queremos dedicar todo un artículo completo a hablar de su banda sonora, una compleja amalgama de motivos que se encuentra más cercana a la ópera, tal como refleja en el propio juego. Además de los temas, comentaremos también los discos que se han lanzado en relación a aquel repertorio, que son tan variados como necesarios para entender lo que supuso hace cuarto de siglo.
Gloria! Fortuna! Diem Terrore
Era diciembre de 1992 cuando el final del desarrollo de Final Fantasy V marcaría la puesta en marcha de un nuevo proyecto. Hironobu Sakaguchi había obtenido el puesto de vicepresidente ejecutivo de Square y no iba a poder involucrarse tanto como en los anteriores, por lo que ejercería de productor y guionista mientras dejaba el cargo de la dirección a Yoshinori Kitase e Hiroyuki Ito, comprometidos también en la historia y el diseño de juego respectivamente. Yoshitaka Amano volvería a diseñar el logo y los personajes en un equipo infalible de artistas que incluían también a Tetsuya Nomura y Tetsuya Takahashi, posterior fundador de Monolith Soft.
Nobuo Uematsu volvería de nuevo en su rol de compositor, a pesar de que no estaba pasando por su mejor época entonces, pues estuvo sumido en una larga depresión relacionada con su vida y su futuro en la música. De hecho es muy posible que todo aquello se viera reflejado en las composiciones, dando lo mejor de sí mismo para una creación que de por sí era bastante ambiciosa.
La ambición colocaría la saga en lo más alto del catálogo. Final Fantasy VI es el más wagneriano de todos, y lo es a partes iguales por su libreto y por su música. Nobuo Uematsu compondría una grandilocuente partitura que trae el Romanticismo a los 16 bits. En el desarrollo de los motivos decide dar una pieza a cada uno de los personajes: la fanfarria de Edgar & Sabin, el tema western de Shadow, el tema de Gau, el tema de Celes, y así para cada uno de los catorce que se pueden unir al grupo. El tema central de Terra abre la historia con su melancólica y sobrecogedora aparición para la obertura «Omen» sobre una escena de introducción que ha quedado para los anales del videojuego.
En el otro extremo se sitúa el oscuro, dantesco y retorcido tema de Kefka, el brillante archienemigo de la función, que será el leitmotiv que cobre mayor protagonismo en la parte final. A esto se suman la dupla que forman «The Mystic Forest» y «Mystic Train», el acogedor «Kids Run Through The City» que acompaña a muchas de las ciudades de la aventura, en especial South Figaro, así como los letales riffs de combate, «Battle» y «The Decisive Battle», este casi dedicado enteramente a la pesadilla que es Ultros.
Entonces entra en escena el clímax operístico, Maria and Draco y su «Aria di Mezzo Carattere», que será recordado como el momento en que una melodía sintetizada, un sprite animado y la propia letra de la obra dieron voz a unos simples personajes bidimensionales. Shiro Sagisu, el reputado compositor de Neon Genesis Evangelion, Megazone 23 I-II, Bleach, Berserk: The Golden Age Arc o Shin Godzilla, trabajó junto a Tsuneyoshi Saito en el álbum Final Fantasy VI Grand Finale de NTT Publishing, con arreglos orquestales para «Terra», «Kefka», «The Mystic Forest» o el propio «Aria Di Mezzo Carattete», que fue grabado con la Orchestra Synfonica di Milano y reeditado de nuevo en 2004.
La culminación llega con «Dancing Mad», el réquiem final. El motivo de Kefka asciende, como el villano en el propio juego, hacia una cantata de 17 minutos donde se desata la locura. La oscuridad se apodera de la notación musical en una danza coronada por la cadenza del órgano en la sección central. La versión arreglada para orquesta incorpora los coros en latín al grito de "Gloria! Fortuna!... Diem Terrore, Diem Magnae" , y ha sido grabada también por el conjunto The Black Mages en su primer disco.
NTT Publishing se hizo cargo de publicar los 3 CD que fueron necesarios para contener las más de 3 horas de música de la Final Fantasy VI Original Sound Version. En Estados Unidos tuvo su propia edición, titulada Kefka's Domain - The complete soundtrack from the Final Fantasy III video game. Sagisu fue a su vez el encargado de arreglar el genial Piano Collections Final Fantasy VI, publicado por el mismo sello, que incluía el libro de partituras de rigor y el disco con la interpretación de la pianista Reiko Nomura. La editorial DOREMI Music publicó ese mismo año el libro de partituras Original Sound Score dedicado a una selección de la BSO.