Existen juegos capaces de sorprender y divertir tanto, que quedan grabados en la retina por meses, años e incluso décadas. Muchos somos los que de vez en cuando cogemos una cinta de casete, o soplamos las conexiones de nuestro castigado cartucho, que al ponerlo, aparece como si no hubiera pasado el tiempo.
Como sabemos, todos esos formatos fueron evolucionando. Incluso olvidados como los disquetes de NES para Japón, por ejemplo, nos demuestran que ya sea la forma en la que se abrieran camino aquellos juegos, se quedaron para siempre como aquel juego que nos descubrió o nos hizo engancharnos a este genial mundo. Scud Race aparece en el momento justo, para sorprender a propios y extraños con el magnífico trabajo realizado a nivel gráfico, musical y jugable.
¿El rey de los arcades de conducción?
Sport Car Ultimate Drive, más conocido como Scud Race fue la continuación espiritual de Daytona USA. Apareció en formato arcade bajo los circuitos del flamante Model 3, aunando experiencia y potencia que heredó de Model 2. Si juegos como Daytona Usa, Sega Rally o Virtua Cop se convirtieron en clásicos atemporales, Sega no perdió ese "toque maestro" y multiplicó por diez con Scud Race las sensaciones vividas en cada uno de los juegos que lanzó con anterioridad.
Pero antes de entrar en materia, empecemos por el principio de su historia. Fue lanzado en diciembre del año 1996, año en el que "la generación 3D" empezaba a demostrar que iba en serio. En aquel año, muchos de nosotros ya teníamos una consola de 32 bits en casa, sabiendo que la distancia gráfica entre los arcades y las consolas domésticas era cada vez más corta.
Después de Daytona USA, los fans necesitaban una secuela. Aunque la verdadera secuela llegó en el año 1998 con Daytona USA 2, Sega pensó en saciar la sed de quemar rueda con el juego que estaba testando, y que en una fase temprana se conoció con el nombre de "Supercar". Este juego, llamado acertadamente de esta manera, nos ofrecía un garaje increíble con coches míticos y marcadas diferencias entre cada uno de los coches:
El Porsche 911 nos ofrecía un control asequible para los principiantes, una velocidad máxima de 337 km/h con transmisión automática, y 344 km/h si nos atrevíamos a probar en manual. El espectacular clásico de Ferrari, el F40, era perfecto para personas con algo de experiencia, ya que su control era algo más riguroso que el del Porsche 911, pero a cambio nos daba una velocidad punta de 349 km/h en automático y diez más si optamos por su versión manual.
El Dodge Viper GTS-R tiene un derrape excepcional que no tiene ningún otro coche. Por contra exige una gran pericia al volante ya que los volantazos o derrapes sin fin convierten a este coche en uno genial al ser diferente con sus característicos derrapes. Además de esto, debemos saber que aunque sea un coche divertido de conducir tiene un difícil manejo, recompensando con 338 km/h en manual y 349 km/h si logramos hacernos con él.
El McLaren F1 introducía uno de los elementos que nos hicieron correr hacia la recreativa, al no creer que a nuestro amigo lo hubiera adelantado un coche con alma y motor de Fórmula 1 a pesar de su apariencia de coche "normal". Este coche, como es lógico, tiene la mayor velocidad punta, pero debemos tomar las curvas con mucho tiento, ya que su punto negro son los giros. Alcanza una velocidad de 355 km/h en automático y 369 km/h en manual.
Gráficamente era un espectáculo visual sin precedentes en el mundo de la conducción. Incluso hoy día luce bastante bien, ya que los escenarios estaban vivos y eran espectaculares.
Los cuatro circuitos estaban divididos por dificultad y longitud. Recorrerlos se convierte en una experiencia única en aquel año, y esto, junto a un amigo se multiplica, ya que los piques eran antológicos.
Irrepetible, ¿o no?
Una genial propuesta a través de Kickstarter ha avanzado con rapidez, y ha evolucionado en un juego que saldrá en Android, iOS, Linux, Wii U y PC, rememorando los arcades de los noventa, pero con una selección de coches, gráficos y similitud tal con Scud Race, que no hace más que confirmar que este juego sigue siendo adorado por una legión de fans, que han apoyado el gigante proyecto llamado The 90's Arcade Racer.
Saturación de colores, impresionantes circuitos vivos y sobre todo, una selección de coches que recoge lo mejor de todos esos arcades en los que nos sentamos a disfrutar, ¿logrará repetir el éxito de Scud Race y de todos los juegos que rememora? Los fans lo apoyamos, ya que se han utilizado elementos tan nostálgicos que a muchos nos toca la fibra sensible ante tal despliegue de medios.
Scud Race pasó por revisiones, como su versión con la coletilla "Twin", para jugar más personas o "Plus" con más coches y circuitos en modo espejo. ¿Jugaste a Scud Race? ¿Lo sigues haciendo de vez en cuando o esperas volverte a enamorar con The 90's Arcade Racer?
