Este 25 de junio se cumplirán ocho años de la muerte de Michael Jackson. El rey del pop nos legó canciones maravillosas, el mejor videoclip de todos los tiempos ("Thriller", filmado por otro mago, John Landis) y su participación en algunos videojuegos notables. Ya fuera en forma de cameo (aparecía en Space Channel 5 y su secuela) como participando íntegramente en su desarrollo, como es el caso de este Moonwalker arcade, que aterrizó en los salones recreativos en el verano de 1990, y sus dos entregas para las consolas Sega.
Otro famoso habría cedido su imagen a cambio de un camión de dinero, sin involucrarse para nada en el desarrollo. Pero a Jackson le encantaban los videojuegos. Una buena prueba de ello es el catálogo que muestra todas las recreativas que atesoraba en Neverland, subastadas unos meses antes de su muerte (aquí podéis verlo). Además, Jackson tenía una relación muy especial con Sega. El propio Naoto Ohshima, el hombre que diseñó a Sonic, reconoció que los zapatos del personaje estaban inspirados en el calzado que lucía Jackson en la portada de Bad. Y "Jacko" también participó en la música de Sonic 3, aunque finalmente su labor no quedó acreditada.
Tres años antes, Jackson sí fue acreditado como productor y diseñador de Moonwalker, la recreativa inspirada en el largometraje de 1988. Esta placa System 18 recuperaba algunos de los elementos del film (compuesto por una sucesión de videoclips), para convertirnos en el mismísimo rey del pop, en solitario o acompañado de dos amigos (cada uno vestido de un color diferente). En este arcade de acción de desarrollo isométrico, nuestro objetivo era rescatar a una serie de niños (mejor nos ahorramos el comentario) de las garras de los sicarios de Mr. Big, interpretado en la película por Joe Pesci.
A través de cinco niveles, divididos a su vez en distintas zonas, nos enfrentábamos a mafiosos, soldados, mechas, zombies e incluso perretes, utilizando la música como arma (además de "la magia" que desprendía Jackson con sus manos). Tohru Nakabayashi, prestigioso miembro del Team Shinobi de Sega, se encargó de adaptar cuatro hits de Jackson para ambientar cada uno de los niveles: Bad (que se repetía, aunque versionado de otra manera, en la última fase), Smooth Criminal, Beat It y Another Part of Me.
El juego era vistoso y desplegaba un montón de enemigos en pantalla, pero lo que le hacía realmente especial era el ataque especial de Jackson, que desencadenaba una coreografía que seguían hasta los enemigos (perros incluidos). Los grafistas de Sega hicieron un gran trabajo a la hora de recrear los movimientos del cantante, no solo en los bailecitos, sino en su manera de andar e incluso como arrojaba el sombrero.
Hasta el chimpancé Bubbles, la mascota de Jackson, aparecía en la placa en determinados momentos. Si lográbamos acercarnos a él podíamos ver como Michael se transformaba en un robot (como en la película) capaz de limpiar la pantalla de enemigos, a golpe de sable láser.
Un mes después de la aparición de la recreativa Sega lanzó en Estados Unidos la versión Mega Drive (Genesis en USA) de Moonwalker, siguiendo la política de fichar nombres famosos que había iniciado Michael Katz, por entonces CEO de Sega América. En la agresiva guerra contra Nintendo (que continuaría el sucesor de Katz, Tom Kalinske), Michael Jackson sería una de las primeras y más llamativas bazas de Sega.
La entrega Mega Drive cambió la cámara isométrica de la recreativa (y el cooperativo para tres jugadores) por una vista lateral, aunque el objetivo del cartucho era el mismo que el de la placa: rescatar a niños (en este caso siempre era la misma cría, "clonada" hasta el infinito) mientras nos enfrentábamos a los sicarios de Mr. Big. Cada uno de los cinco escenarios del juego estaba dividido a su vez en tres zonas. Para superar la siguiente debíamos encontrar a las niñas, ocultas tras puertas, ventanas, arbustos, etc… (dependiendo del nivel).
El sprite de Jackson imitaba de manera espectacular todos los movimientos del cantante. En el juego éramos capaces de hacer el "moonwalker", deslizarnos por las barandillas o ponernos de puntilla y soltar un gritito…mientras dábamos cuenta de los villanos a base de "magia musical". Esta venía representada por una barra (que también era de vida) que podíamos gastar en mayor o menor medida según dejáramos apretado el botón. De esta manera podíamos lanzar el sombrero a un lado, en 360º y, por supuesto, iniciar una espectacular coreografía que dejaría KO a todos los enemigos en pantalla (aunque a costa de la mitad de la barra).
Cuando lográbamos rescatar a todas las niñas, el mismísimo Bubbles aparecía para indicarnos el lugar dónde nos esperaba el enfrentamiento contra los jefes (o jefe) de cada nivel. El juego era un auténtico festín para los fans de Jackson, empezando por la música, que incluso llegaba a superar a la de la recreativa. El hardware sonoro de Mega Drive no era tan potente como el de la placa System 18, pero el dúo formado por Takayuki Nakamura e Hiroshi Kubota logró sacar auténtico petróleo de la consola de Sega, con memorables adaptaciones de hits como "Smooth Criminal", "Another Part of Me" o "Beat It".
Curiosamente, aunque la tercera fase del juego se desarrollaba en un cementerio y la magia/coreografía de Michael imitaba los movimientos del baile de "Thriller" junto a un montón de zombis (e incluso un cuervo bailarín), los acordes del hit de 1982 solo se pudieron oír en la versión japonesa del cartucho y la primera edición occidental. Thriller estaba compuesta por Rod Temperton, por lo que Sega pasó de soltar pasta y acabó sustituyendo el tema por una versión remezclada de Another Part or Me (el tema del nivel).
Al igual que la recreativa, el juego contó con la participación activa de Jackson durante su desarrollo, aunque buena parte del mérito del juego se la debemos a Roppyaku Tsurimi, diseñador y productor del cartucho, quien posteriormente abandonaría Sega (tras firmar joyas como el Astal de Saturn) para trabajar con Sony, donde participaría en la creación de diversas entregas de Crash Bandicoot y Jak and Daxter. Por cierto, en la versión Mega Drive también podíamos convertirnos en robot, durante unos instantes, si lográbamos recoger una "estrella errante" que caía en uno de los niveles del cementerio.
Antes de despedirnos del Moonwalker de Mega Drive, no hemos podido evitar acordarnos del tronchante texto en castellano que llevaba el reverso de la carátula, y que reproducimos íntegramente, erratas incluidas: "Puede vd, detener al perverso y taimado Mr. Big y su pandilla de bandoleros antes de que secuestren a todos los niños? ¡Naturalmente, si es Vd, Michael Jackson! ¡Dar el paseo lunar sobre los facinerosos schar el alto a los malos, y apalear a los gamberros! ¡Pelear, saltar, bailar más que ellos! ¡Moverse como sólo Michael Puede, al ritmo de ‘Smooth Criminal’, ‘Beat It’, ‘Billie Jean’ y ‘Bad’!". ¿No es maravilloso?
Aunque la Master System había fracasado clamorosamente en Estados Unidos, era tremendamente popular en Europa y Sudamérica, por lo que Sega lanzó también un port de Moonwalker para su consola de 8 bits, programado nada menos que por Arc System Works. Pese a no estar a altura de la entrega Mega Drive (sobre todo en sonido), este cartucho es sorprendentemente divertido, y mucho más desafiante que el de MD, con unos enemigos mucho más fieros y hábiles con las armas (algunos saltan de las ventanas y arrojan cuchillos). Merece la pena revisarlo, aunque te conozcas al dedillo la entrega Mega Drive.
Por último, no sería justo mencionar la trilogía Sega sin mencionar, aunque sea de pasada, el Moonwalker de ordenadores lanzado por U.S. Gold en julio de 1990. Este lanzamiento para ordenadores de 8 y 16 bits no tiene absolutamente nada que ver con las versiones Sega, mas allá de explotar el mismo material original. Se trataba de un multicarga con cuatro niveles, inspirados en determinadas escenas de la película. Dos con vista cenital (basados en el clip de Speed Demon), otro lateral (Smooth Criminal) y por último uno en el que encarábamos al Michael robótico. Eso sí, Erbe nos la jugó a los usuarios de 8 bits, vendiendo en juego en caja grande con un precio de 1.200 pesetas (en lugar de las 875 habituales). Menudos pillos.
¿Qué versión de Moonwalker era tu favorita? ¿Llegaste a jugar a la recreativa? ¿Habrías vendido tu alma por tener un salón recreativo como el de Neverland? No te cortes, y déjanos tus comentarios…
