Sega acaba de añadir el Golden Axe de Mega Drive al catálogo de Sega Forever, donde podréis disfrutarlo en cualquier smartphone o tablet de manera gratuita (con anuncios) o soltando panoja para no tragar publicidad. Una excusa, como cualquier otra, para hablar de una de nuestras placas favoritas, un auténtico hit tanto en los salones recreativos como en los bares de barrio, con la que Sega aportó un delicioso giro de tuerca al género brawler, los archiconocidos "yo contra el barrio".
Makoto Uchida fue el director y el alma de un proyecto surgido como respuesta a la incontestable popularidad de los Double Dragon de Technos. Tras liderar el desarrollo de Altered Beast, Uchida recibió el encargo de crear un arcade de peleas callejeras, pero este coloso (al que años más tarde firmaría obras del calibre de Alien Storm y Die Hard Arcade), quería alejarse de los callejones y las peleas entre pandilleros. Su amor por la adaptación cinematográfica de Conan el Bárbaro y la creciente popularidad de los RPG en Japón, gracias al fenómeno Dragon Quest, fueron sus principales fuentes de inspiración para crear Golden Axe al frente de Sega AM1, conocidos por entonces como Team Shinobi.
La trama de Golden Axe se alejaba de los suburbios habituales de los brawlers para abrazar la fantasía heroica, poniéndonos en el pellejo de tres héroes (Ax Battler, Tyris Flare y Gillius Thunderhead) en busca de venganza. Su objetivo: liquidar a Death Adder, el mastodonte que ha conquistado Yuria y mantiene cautiva a la familia real. El trío tenía cuentas pendientes con esta suerte de Sauron (sí, Tolkien también se cuenta entre las principales influencias de la placa), y para ello recorrerán seis niveles, absolutamente inolvidables, loncheando con sus espadas (y hacha, en el caso del enano Gillius) todo lo que se les ponga por delante.
A finales de los 80 Sega no solo se desmarcaba de sus competidores por sus espectaculares muebles recreativos, sino por la creatividad de sus diseñadores. Algunas de las localizaciones de Golden Axe eran sencillamente alucinantes. Turtle Village se erigía sobre el lomo de una tortuga gigante, mientras que Fiend’s Path nos invitaba a combatir sobre el lomo de un águila no menos descomunal, en pleno vuelo.
Double Dragon nos enamoró con sus codazos, patadas voladores y rodillazos en el rostro, pero Golden Axe no se quedó atrás al incorporar diversas animaciones y movimientos especiales con las armas. No fue el primer arcade en desplegar combates a espada ni mucho menos (por ahí coleaba ya el Rastan de Taito), pero la placa de Sega nos dejó boquiabiertos cuando comprobamos que podíamos acogotar enemigos con el pomo de la espada, realizar ataques de 180º al pulsar ataque y salto a la vez e incluso dar estocadas desde el aire (dándole dos veces a la dirección, al salto y por último al botón de ataque).
El elemento RPG se introdujo en forma de magias y pociones. Cada uno de los tres personajes contaba con diferentes hechizos (relacionados con el fuego, la tierra y la electricidad) que podíamos ejecutar, con mayor o menor contundencia, dependiendo del número de pociones reunidas hasta el momento. Esto aportó un toque estratégico nada desdeñable, sobre todo jugando a dobles. Tyris era capaz de desplegar la magia más demoledora (el célebre dragón), aunque para ello requería muchas más pociones. Aquí entraba el fair play entre los jugadores, para ceder las pociones al personaje más fuerte en esas lides. Estas, por cierto, se conseguían al patear a unos pobres enanos. Bueno, en realidad eran unos chorizos.
Otro detalle genial de Golden Axe fue la incorporación de los bizarrians, las monturas de las huestes de Death Adder, capaces de ejecutar ataques demoledores. Además de dos clases de dragones (uno que escupía bolas de fuego y otro que expulsaba llamaradas), Uchida rescató a uno de los enemigos de Altered Beast, el pollezno Cockatrice, capaz de hacer morder el polvo a los enemigos más gigantescos de un solo coletazo.
Como en todos los brawlers, los enemigos se repetían una y otra vez, aunque el Team Shinobi aportó un comportamiento distinto a cada "raza". Heninger y Longmoan era los más básicos y sencillos de abatir, pero la cosa cambiaba en el caso de las guerreras Storchinaya y Strobaya, letales cuando cargaban con sus hachas. Y ya no hablemos de los esqueletos vivientes, todo un homenaje a Ray Harryhausen y su Jasón y los Argonautas, dotados de una de las IA más diabólicas de finales de los 80. Los puñeteros eran capaces de contraatacar, encadenar combos y hacer el salto con estocada. Juntarte con tres en la pantalla significaba echar una moneda más en la recreativa, salvo que hubieses reservado alguna magia.
El repertorio de jefazos tampoco iba a la zaga, empezando por los colosales Bad Brothers, el cansino Bitter (y su estoque de dos metros) y, como no, Death Adder, armado con el hacha dorada que daba nombre al juego. Y cómo la meneaba, el muy perro.
Todo este universo de espada y brujería, enanos cleptómanos y espadachines de ultratumba, fue prodigiosamente plasmado sobre la placa System-16, la misma que había alumbrado el primer Shinobi y Altered Beast. Un hardware no demasiado potente (Uchida daría el salto al System-18 con Alien Storm), que les obligó a reducir el tamaño de los personajes lo que, felizmente, ayudó a mejorar la jugabilidad de la placa. A menor tamaño, más espacio para combatir. Algo ideal en un juego en el que hacerse el chulo con la espada era tan gratificante como arrojar a un enemigo por un precipicio.
La guinda del pastel la puso el músico Tohru Nakabayashi, todo un histórico de Sega (Alien Syndrome, Altered Beast, Scramble Spirits), quien compuso una serie de épicas melodías que mucho seguimos tarareando, 28 años después. Si estás entre ellos, no deberías dejar escapar la banda sonora en vinilo que editó Data Discs (https://data-discs.com/products/goldenaxe) hace unos meses.
Golden Axe llegó a los salones recreativos en mayo de 1989 y, como era lógico, reventó los cajetines de recaudación de las máquinas. Esto propicio, por supuesto, la consabida avalancha de adaptaciones para ordenadores y consolas de 8 y 16 bits. Golden Axe visitó desde los sistemas más exóticos de Japón como PC-Engine CD-ROM y WonderSwan (en 2002) hasta las propias consolas de Sega. La conversión a Master System tenía mucho su mérito, pero donde Golden Axe brilló, más que en ninguna otra plataforma doméstica, fue en Mega Drive.
Conscientes del filón que tenían entre las manos, Sega no tardó demasiado en convertir su última joya recreativa a la flamante consola de 16 bits. Golden Axe llegó a las Genesis americanas el 23 de diciembre de 1989, un día antes que el lanzamiento en Japón. Sega America estaba luchando por arrancar mercado a Nintendo y su NES, y su publicidad prometía a los jugadores auténticas experiencias recreativas en sus hogares. Bueno, el Golden Axe de Mega Drive cumplió esa promesa…y hasta ofreció mucho más.
Aunque la conversión difería de la recreativa en algunos aspectos (colorido, el tamaño de los sprites, el sonido era algo peor), Sega se sacó de la manga un nivel extra, con el que los jugadores podían ir más allá de las enormes puertas del salón del trono (la pantalla final de la recreativa). Tras ellas nos esperaba, además de algunos saltos sobre el vacío bastante puñeteros, el duelo contra una versión hipervitaminada de Death Adder, bautizada como Death Bringer. Un bigardo aún más fiero que, además de blandir el hacha con mucho garbo, tenía una especial fijación por arrojarnos las mismas magias que utilizaba el trío protagonista.
Mega Drive recibiría una secuela exclusiva de Golden Axe a finales de 1991 (1992 en Europa), sin Uchida a bordo. Este estaba bastante ocupado creando la auténtica continuación de la saga en los recreativos, el monumental Golden Axe: The Revenge of Death Adder, una bestia parda para cuatro jugadores que por desgracia jamás fue adaptada a ningún sistema doméstico, y que merecería por si sola otro post en el futuro. Luego llegaría el mediocre Golden Axe III para Mega Drive (tan flojo que se quedó en Japón), Golden Axe: The Duel (una recreativa de lucha a lo Street Fighter, adaptada posteriormente a Saturn), y el horrendo Beast Rider para PS3 y Xbox 360.
¿Cuál era vuestro personaje favorito de Golden Axe? ¿Llegasteis a probar el simpático Golden Axe Warrior de Master System? ¿Habrías dado una pierna por disfrutar de The Revenge of Death Adder en Saturn? Compartir con nosotros vuestros comentarios y anécdotas, por favor.