El pasado 4 de marzo celebramos en España el 14º aniversario del lanzamiento de Metal Gear Solid 3: Snake Eater en PlayStation 2. La obra de Konami llegó con las expectativas por todo lo alto y deseando despejar cualquier mínima duda que hubiese dejado Metal Gear Solid 2: Sons of Liberty. Hideo Kojima volvía a ser el principal responsable y contó con plenas libertades para desarrollar su nuevo proyecto, ofreciéndonos lo que a la postre sería su obra más personal y ambiciosa.
Directo a las 17:00
Una historia legendaria
La trama de Metal Gear Solid 3 es seguramente la más elaborada, minuciosa y emotiva de toda la saga. En esta ocasión nos adentrábamos en plena Guerra Fría (1964) encarnando el papel de Naked Snake, posteriormente conocido como el legendario Big Boss. La Misión Virtuosa y la Operación Snake Eater aglutinaron de forma impecable momentos de acción, infiltración, romances e inesperados giros de guion, dejándonos para el recuerdo momentos inolvidables, como nuestro periplo por el río de los muertos, la eterna ascensión por la escalera o el impresionante duelo final contra The Boss.
Precisión milimétrica
A nivel jugable el videojuego supuso un cambio determinante para la serie. Ahora, no solo teníamos que infiltrarnos y utilizar técnicas de combate avanzadas, sino también sobrevivir. Para ello debíamos utilizar distintos camuflajes, cazar, comer y curarnos, todo ello dentro de un mundo repleto de vida que nos introducía de lleno en la aventura.
Por las limitaciones tecnológicas de PlayStation 2, Metal Gear Solid 3 no era un verdadero mundo abierto, ya que el mapa estaba repleto de pequeños escenarios interconectados por breves pantallas de carga, sin embargo, la sensación final a nivel jugable era la de estar dentro de un escenario enorme.
Otro de los puntos fuertes de la aventura era su impecable control, pudiendo manejar a Snake con enorme sutileza, ya fuese para cazar, infiltrarnos o asesinar con sigilo. También en los momentos de acción el videojuego ofrecía todo lo necesario para hacer frente a las situaciones más frenéticas, aunque la naturaleza de la aventura era pausada.
Lo más sorprendente es que con el posterior lanzamiento de la versión Subsistence se mejoraron varios aspectos jugables muy importantes, destacando una nueva cámara 3D que daba mayor libertad y precisión, lo que permitió que el control fuese todavía mejor. Esta versión mejorada, que también incluía extras interesantes como los dos primeros Metal Gear, es la que posteriormente se ha utilizado para las diferentes versiones del título en HD.
Un espectáculo cinematográfico
Este videojuego no supuso un salto visual tan sorprendente como el Metal Gear Solid 2: Sons of Liberty en PlayStation 2, pero consiguió exprimir al máximo la consola de Sony. El título ofrecía entornos perfectamente detallados, una iluminación muy cuidada y una impecable paleta de colores. También el modelado de los personajes y sus animaciones faciales y corporales eran increíblemente realistas, destacando la impecable realización de las escenas cinemáticas.
Mención especial merece la banda sonora compuesta por Harry Gregson-Williams y Norihiko Hibino, capaz de crear una atmósfera que nos absorbía desde el primer momento. Aquí debemos destacar el opening con la canción "Snake Eater" y "Don't Be Afraid", melodía final que nos dejó pegados a la pantalla.
Detalles impensables
Por todos es sabido que Hideo Kojima es muy aficionado a incluir todo tipo de detalles y secretos en sus videojuegos. Con MGS3 fue un paso más allá e incorporó, no solo multitud de elementos que pasaron desapercibidos para la mayoría de jugadores, sino también misterios de lo más sorprendentes. A continuación, os dejamos un vídeo con todos los que podéis encontrar y seguro que hoy, más de 14 años después, alucinaréis con muchos de ellos.
Una obra legendaria
En la saga Metal Gear es muy complicado alzar a una entrega por encima de otra, ya que casi todas tienen algo que la hace muy especial. Sin embargo, esta tercera entrega fue seguramente la más arriesgada y personal de Hideo Kojima, ya que como creador pudo llevar a cabo casi todos sus deseos, algo que visto con perspectiva después de su truculenta marcha de Konami le otorga mayor valor a la obra.
Además, aunque el icónico Metal Gear Solid de PSX es el título mejor valorado por la mayoría de jugadores, si nos paramos a pensar con calma seguramente Metal Gear Solid 3: Snake Eater sea el que más ha perdurado en nuestro recuerdo y, no solo por su impecable calidad jugable, sino especialmente por su atmósfera bélica en plena Guerra Fría y por su ambiciosa y cuidada narrativa, dejándonos para el recuerdo algunos de los personajes y momentos más emblemáticos de la historia de los videojuegos.