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¿Qué es Clubhouse? Os explicamos todo sobre la red social de moda

Es la nueva app de la que todo el mundo habla. Enfocada al audio, la red social pretende revolucionar un mercado atiborrado de apps similares. ¿Cómo entrar en ella? ¿Cómo se usa? Os lo contamos todo.
¿Qué es Clubhouse? Os explicamos todo sobre la red social de moda
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Sí, lo sabemos. Estáis hasta la gorra de escuchar o leer sobre Clubhouse, la nueva red social de moda, y comprendemos que incluso os empieza a cansar un poco los titulares grandilocuentes sobre el futuro de internet y de las comunidades que surgen alrededor de ella en el periódico de turno. Pero en Vandal Random, al igual que ya hicimos con TikTok, queremos ayudar a entender qué se oculta tras este selecto club de audio que puede transformar la manera en la que interactuamos con personas afines, contactos y seguidores gracias al audio y el chat de voz. Os contamos cómo funciona, para qué sirve y cómo os podéis sumar a ella.

Clubhouse: Audio y redes sociales se dan la mano

Comencemos por lo básico. Clubhouse es una aplicación para iPhone y iPad a la que se accede por invitación y en la que podemos encontrar una ingente cantidad de salas de conferencias en las que diversos usuarios hablan, charlan, debaten o exponen temas. En estas salas tenemos a moderadores, speakers o ponentes y una audiencia que se afana por escuchar. Es como si pudiéramos ir a un congreso con ponentes de todo tipo en el que se tratarán los más diversos temas y en los más diversos idiomas. Suena un poco a Torre de Babel, pero creednos, está muy bien jerarquizada pese a su -en inicio- confusa navegación e interfaz. Lo interesante de Clubhouse es que, al contrario que lo hemos visto en otras redes sociales como Twitter o Facebook, la voz es lo que lo mueve todo.

Clubhouse en iPhone

Sí, seguro que pensaréis que es una especie de podcast. Y bueno, no os falta razón. Pero lo bueno de Clubhouse es que su atractivo se apoya en la bidireccionalidad. El público, la audiencia que nos escucha, puede interactuar y responder, preguntar o exponer temas de cara a los ponentes que están soltando su discurso. Esto cambia por completo la manera en la que se concibe la radio de internet y aporta un componente en tiempo real que puede ser muy interesante si se aprovecha bien. Es una vuelta al concepto de radio tradicional, en el que hay llamadas y cosas impredecibles, y eso mola. Además, tenemos que destacar que se vuelve a ese romántico elemento de la cita ineludible o la hora en la que se emite nuestro programa radiofónico favorito, ya que hay usuarios que abren salas y exponen sus temas en fechas muy concretas o días especiales de la semana. Una manera de engagement que bien utilizada nos parece muy potente.

Es una red participativa y espontánea en la que la voz es el eje de todo

¿Qué sucede con los audios y las conversaciones una vez terminan? Pues que se pierden. Es decir, la app no guarda, archiva ni utiliza nuestras conversaciones con ningún fin. Esto es importante, pues al contrario que en Twitter y otras redes sociales, en las que se escribe con tinta y en las que aquello que volcamos permanece para la eternidad en sus archivos e historiales, en Clubhouse todo es efímero. O estás o no estás, y eso otorga un grado de espontaneidad muy sano. Por eso es importante saber qué queremos escuchar, sobre qué queremos hablar o cuándo hacerlo.

El objetivo de Clubhouse: compartir conocimiento y lo que nos apasiona

En estos momentos, y no os asustéis, Clubhouse es un poco como la selva. Es un territorio a explorar y conquistar, en el que los más inteligentes están ya sembrando de cara al futuro. Es una red social que está siendo colonizada por periodistas, expertos en redes sociales y marketing digital, gurús de todo tipo y especialistas en temas muy concretos. Es más, hasta celebridades y famosos ya están posicionándose de cara a ocupar un nuevo segmento con el que contentar a sus seguidores. ¿Os imagináis charlar directamente con vuestra estrella favorita? Pues puedes, y aunque es algo que Instagram con sus directos ya hace y en el que Twitch también ha conseguido calar con los chats, Clubhouse elabora una cierta relación 1:1 que puede llegar a ser muy interesante si se aprovecha con fines comerciales o en términos de publicidad por las grandes firmas, personalidades y famosos, pero que también otorga un gran espacio para el usuario de a pie.

Captura Clubhouse

Clubhouse tiene muchas posibilidades. Pese a que reconocemos que puede estar llena de vendedores de humo, en las últimas semanas hemos visto curiosos juegos del estilo trivial, monólogos de humoristas, narradores que nos cuentan historias o tutoriales de lo más variado. Y si así lo queremos, pues charlar. Sin más ambición ni pretensión. Sus creadores han llegado a decir que la única finalidad de la app es la de compartir conocimiento, y es precisamente lo que mejor hace. Podemos hablar, explicar algo que nos apasione y seguro que tendréis a un montón de seguidores o amigos escuchando. Podemos incluso crear una serie de contenido propio. ¿Nos gustan los videojuegos? Pues todos los jueves hablaremos de títulos que nos gusten o nos parezcan interesantes. ¿Los viernes solemos ver una película? Pues al terminar abrimos un debate. Otro aspecto que puede ayudar a su popularización es su capacidad de inmediatez. Imaginad por un segundo que estamos viendo un partido de fútbol y queremos comentarlo para otorgarle algo de emoción. Repetimos, las opciones y las aplicaciones que nos brinda esta red social son casi infinitas.

Si no encontráis una sala con una temática que os guste, animaos a montar una propia: se prima ser espontáneo y divertido

La app tiene un sistema de etiquetas y temáticas, parecido al de los intereses de Facebook o Twitter que nos puede ayudar a centralizar aquello que nos atrae o nos puede gustar, porque como ya os hemos dicho, la avalancha de contenido es abrumadora, y aunque no creemos que funcione del todo bien, es una buena manera de empezar.

¿Cómo entrar en Clubhouse? Cómo conseguir invitaciones

Clubhouse es una app recomendada para mayores de 17 años que puede descargarse desde la App Store para iOS, tanto en iPhone como en iPad. Nada de Android, al menos de momento. Es la principal barrera con la que debemos lidiar, aunque sus creadores, ante el éxito de la misma, han comenzado a trabajar en una versión para este tipo de smartphones. Pero hay otro problema que sus responsables han sabido manejar muy bien: las invitaciones. En Clubhouse no basta con bajarse la app, registrarse y usarla. Necesitamos que alguien que haya entrado nos invite.

Hero shot iPhone

Cualquier usuario que se registre y haya tenido la suerte de entrar, recibe dos invitaciones de inicio que se van ampliando. No hay restricciones a la hora de darlas, pues únicamente necesitamos un número de teléfono y otorgarle el permiso a la app de entrar en nuestra agenda de contactos. Lo remarcamos: sin invitación no es posible entrar, y eso ha convertido a Clubhouse en una especie de red social de élite, muy exclusiva, que ha ayudado lógicamente a su popularidad. Conseguir invitaciones de manera externa a la app es imposible. Únicamente podemos pedirle a ese amigo o amiga que nos pase una, que nos eche una mano y que luego lo invitaremos a una cerveza por su acto de generosidad. Una vez entremos, tendremos otras dos invitaciones que podemos usar a nuestro antojo. Si no tienes amigos o contactos que se hayan registrado, siempre podemos poner nuestros datos y esperar en una especie de lista de espera.

Primeros pasos en una jaula de grillos

La gracia de Clubhouse radica en las salas. Imaginad que estáis en un congreso o en una megafiesta con un número brutal de personas que charlan entre ellas. Nos iremos paseando hasta que encontramos una que nos interesa. Pues igual en la app. Lo interesante es seguir a personas que nos aporten o creamos que nos puedan llegar a interesar, y para ello Clubhouse nos arrojará algunas etiquetas o intereses que pueden servirnos de guía. Además, estaremos constantemente recibiendo avisos y notificaciones -si así lo queremos, es cuestión de cada uno- de cuándo, cómo y quién está iniciando una charla o una sala. Pulsaremos y ya podremos unirnos sin más. Eso sí, hay diferentes grados de participación y estructuras, distintas según el motivo o el alcance del ponente o el creador de la sala. Por ejemplo, podemos encontrarnos que hay roles como los de moderadores, oyentes, oradores y turnos de palabra que se conocen como 'levantar la mano'.

Logo iPhone

Es importante hacer hincapié en el término de la sala, es el motor de todo, y el que jerarquiza el contenido de la app, y Clubhouse nos permite buscar entre ellas, por lo que es importante saber qué queremos buscar o sobre qué tema hablar. Como en casi cualquier aplicación, tendremos salas privadas y salas públicas, siendo las primeras ideales para hablar en tranquilidad con nuestros contactos más íntimos o sin que nos molesten. A estas únicamente se puede acceder con invitación.

Lo importante es que no os agobiéis. Es un nuevo entorno, un nuevo espacio, y es fácil frustrarse porque no comprendemos nada. Lo ideal es que vayáis practicando con amigos, contactos y otros conocidos 2.0, y que le encontréis el punto. También podéis fijaros en algún tipo de sala que os guste y experimentar luego imitando su estructura o intentando aportar algo a ese tema en concreto. Reconocemos que puede ser un altavoz para los de siempre, un posible nuevo nido de ego para los que ya tenían su púlpito en Twitter o Instagram, pero pasad de ellos y buscad aquello que os apasione, compartidlo y participad activamente. Clubhouse, como toda herramienta, será buena o mala en función del uso que se le de.

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