Mad Max: Fury Road es una de las películas que consiguen marcar a toda una generación de espectadores. La cinta, que tuvo un rodaje increíblemente duro, sufrió todas las complicaciones imaginables durante su filmación, así como gestó una enemistad entre Charlize Theron y Tom Hardy que produjo no pocas tensiones en el set. En cualquier caso, la obra maestra de George Miller, salió tan bien que años después de su estreno sigue considerándose un clásico moderno. A través de un especial de New York Times conocemos los entresijos de un film que demuestra la importancia del cine en nuestras vidas.
Un vistazo honesto y directo a las interioridades de un film único
Mad Max: Fury Road fue muy compleja de rodar. Los actores y el equipo técnico estuvieron recluidos en el desierto de Namibia durante meses, apiñados dentro de los automóviles a lo largo de las semanas, intentando dar el tipo en secuencias complejas, llenas de efectos especiales prácticos y coreografías motorizadas imposibles. Mientras rodaban sus escenas, comenzó a calar un desánimo que contagió a muchos de los implicados en la producción: no entendían la visión de Miller para la película.
Fury Road puede parecer un concepto fácil, más si se es seguidor de la saga postapocalíptica de Mel Gibson, pero estar dentro de ella, al no seguir una narración convencional, las ideas se difuminan. "Lo más importante, y lo que impulsó toda la producción, fue el miedo. Estaba increíblemente asustada, porque nunca había hecho algo así. Creo que lo más difícil entre George y yo es que él tenía la película en la cabeza y estaba muy desesperada por entenderla", explica Charlize Theron.
"Todas las chicas jóvenes de reparto se dirigían hacia mí como alguien que era capaz de resolver todos los problemas por ellas, y esto no es culpa de nadie. Solo les hacía ver que, y digo esto ahora porque conozco a George, que había experimentado este tipo de situaciones con el director, y les pedía que confiasen plenamente en él. Pero también he de decir que he confiado plenamente en los directores cuando no entendía lo que intentaban hacer, y muchas veces ese exceso de confianza se convirtió en un desastre", matizaba la actriz que dio vida a Imperator Furiosa. Su compañero, Tom Hardy, con el que mantuvo algunas discrepancias y tensiones en el rodaje, también comparte dicha opinión.
"Debido a la cantidad de detalles que teníamos que procesar y el poco control que uno tenía en cada nueva situación que iba surgiendo, y lo rápido que fueron las tomas que se filmaron -se necesitaron pequeños fragmentos de momentos de la historia para que el corte final funcionar - adelantábamos mucho trabajo y avanzábamos muy rápido, y fue a veces abrumador. Uno tenía que confiar en que la imagen más grande de la película tenía coherencia y se mantenía unida", comenta Hardy, Mad Max en la película. Aunque el actor intentaba llevarlo bien, Zoe Kravitz confirmó al citado medio que Hardy tenía ataques de ira y frustración al ver que el proyecto no tenía a veces sentido, y que el rodaje era más duro de lo que se esperaba en un principio. "Tom experimentó momentos de frustración y de ira. Charlize también los tuvo, pero siento que él fue quien realmente se desquitó con George, y fue un fastidio verlo. Pero ya sabes, de alguna manera, tampoco puedes culparlo, porque se les pidió mucho a estos actores y había muchas preguntas sin respuesta", comenta. Tanto Hardy como Theron tenían miedo a hablarse mutuamente y desencadenar una tormenta de mierda que acabase por fastidiar un film que pendía un hilo, y eso los distanció en exceso.
"En retrospectiva, lo cierto es que no tenía la suficiente empatía para comprender realmente lo que Hardy debió haber sentido sobre sus hombros al ponerse en el lugar de Mel Gibson", explica Charlize. "¡Es aterrador! Y creo que debido a mi propio miedo, acabamos levantando muros para protegernos el uno del otro en lugar de compartir nuestro terror común. Curiosamente, acabamos funcionando como nuestros personajes, al fin y al cabo se trababa de mera supervivencia", argumenta. Hardy le da la razón a su compañera. "Sí, estoy de acuerdo. Mirándolo bien, creo que mi cabeza estaba dispersa en muchos aspectos. La presión sobre los dos fue abrumadora a veces. Lo que ella necesitaba era un mejor compañero, quizás más experimentado. Eso es algo que no se puede falsificar. Me gustaría pensar que ahora que soy mayor y más feo, podría estar a la altura de esa ocasión", confesaba Hardy.
¿Volverían a un rodaje infernal que se paralizó tres veces y que casi acaba suspendiéndose por lo complejo del mismo? Todos confirman que sí. De hecho, Zoe Kravitz lo haría sin dudar. "Como actor, haces muchas películas, algunas son buenas y otras son malas, y tienes que dejarlo pasar. Pero con esta, sentí que pusimos nuestra sangre, sudor, lágrimas y tiempo reales en ello, y si no hubiera sido tan buena, habría estado devastada. Fue una de las cosas más difíciles que he hecho en mi vida, pero valió la pena, y lo volvería a hacer si George me lo pidiera", concluía. Si todo va bien, es probable que tengan una oportunidad: Mad Max 5 debería rodarse este otoño
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