Poder disfrutar de la conclusión de The Expanse, una de las mejores series de ciencia ficción de todos los tiempos, es casi un milagro. La producción desarrollada por Mark Fergus y Hawk Ostby, basada en la serie de novelas de Daniel Abraham y Ty Franck (bajo el pseudónimo de James S.A. Corey), pasó de SyFy a Amazon en un movimiento inesperado, que la rescató de una cancelación prácticamente asegurada. Otorgándole un mayor empuje audiovisual y un presupuesto algo más abultado en su elaboración, la serie continuó en 2018 en la plataforma de streaming del gigante del comercio electrónico bajo una nueva vida que ahora concluye con los episodios finales de la sexta y última temporada. Pero, ¿merecen la pena? ¿Ha estado a la altura de las expectativas? Os lo contamos en Vandal Random a través de nuestra crítica sin spoilers.
El último y épico vuelo del Rocinante
La literatura de ciencia ficción está llena de novelas que hablan de la colonización del ser humano más allá de las estrellas, conquistando el cosmos a lo largo y ancho. En un escenario en el que Fundación (2021, Apple TV+) intenta destacar como la serie de referencia en el género en lo que respecta a la televisión y el vídeo bajo demanda, fracasando estrepitosamente en dichas aspiraciones, The Expanse brilla con luz propia en el firmamento como si de una estrella blanca se tratase. La producción nos traslada doscientos años en el futuro, en un sistema solar totalmente colonizado por los seres humanos, y en el que la Tierra, Marte y el Cinturón mantienen un particular duelo de intereses comerciales, políticos, sociales y militares.
A lo largo de las últimas temporadas, sobre todo a raíz de la llegada de la serie a Amazon, hemos asistido a la cristalización y el clímax de las mismas, con alianzas inesperadas, traiciones y una guerra encarnizada entre los distintos actores de esta particular trifulca estelar.
La sexta y última temporada de The Expanse arranca con un sistema solar en guerra. Marco Inaros (Keon Alexander) y su Armada Libre siguen lanzando ataques devastadores con asteroides contra la Tierra y Marte, destrozando sus respectivas superficies y aniquilando ciudades enteras, con millones de víctimas. Mientras los políticos y las flotas de ambos planetas buscan la manera de sobreponerse a la destrucción de sus capitales e indagan la manera de sobrevivir a los inviernos nucleares y las pérdidas de las cosechas que sufrirán durante varias décadas, las tensiones de la guerra en ciernes y las pérdidas sufridas amenazan con separar a la tripulación del Rocinante.
En este convulso escenario, la secretaria de las Naciones Unidas Chrisjen Avasarala (Shohreh Aghdashloo) hace un movimiento audaz y envía a la exmarine marciana Bobbie Draper (Frankie Adams) a una misión secreta que podría cambiar las tornas del destino de la Tierra y Marte. Mientras tanto, en el Cinturón, Camina Drummer (Cara Gee) y lo que queda de su familia, están huyendo de forma constante mientras son perseguidos por traicionar a Marco en su cruzada. La nave Rocinante y James Holden (Steven Strait) se encuentran en medio de un conflicto colosal, que los ha salpicado a ellos como parte activa de todo este asunto y en el que acabarán desempeñando un papel vital. Por si fuera poco, y en una serie de introducciones que no dejarán a nadie indiferente a lo largo y ancho de los seis episodios que componen esta última temporada, en un lejano y distante planeta, mucho más allá de los Anillos, un nuevo poder comienza a surgir.
Una serie de ciencia ficción sin parangón
La serie, ganadora del premio Hugo, está basada en las populares novelas de ciencia ficción arriba citadas, y si por algo se ha caracterizado desde su mismo inicio, es por su complejidad y su nula disposición a hacer concesiones al espectador. Aquí no se tiende a la sobreexplicación ni a los largos monólogos que ejercen de vehículo para canalizar los temas principales de la obra que puedan parecer un poco más obtusos o de difícil digestión. Sí, a veces puede parecer obvia, simple en su presentación o incluso árida en sus premisas narrativas, pero es que The Expanse es así. Daniel Abraham y Ty Franck construyeron un universo de hard syfy muy complejo lleno de tramas enormes, subtramas muy particulares y personajes que entran y salen de ellas como parte de un juego del que únicamente se tiene la imagen general conforme pasan los episodios. La sexta temporada hace suyo ese mantra esgrimido desde los primeros capítulos y lo lleva a un nuevo nivel.
Hay que destacar que The Expanse llega como un serie mucho más corta, con seis episodios en lugar de los diez habituales -aunque llegó a contar con trece en su segunda y tercera temporada-, algo que le perjudica en algunos momentos. Desarrollada y escrita por el dúo de escritores nominados al Premio de la Academia, Mark Fergus y Hawk Ostby, que han sabido torear en varias plazas y salir airosos de una conclusión que se nos antoja más que satisfactoria, la sexta temporada nos ha parecido por momentos muy notable y poseedora de algún que otro atisbo de brillantez audiovisual. Sí, es una producción algo más apresurada que de costumbre, y sí, se nota ese famoso síndrome de Juego de tronos en sus últimos compases, pero no hay nada de lo que preocuparse. Todo encaja, todo se desenvuelve de manera lógica y culmina en un episodio final épico, con ecos de space opera pero en el que nunca se pierde el foco de la historia en pos del espectáculo.
Y es que The Expanse está formada por un nutrido grupo de personajes muy interesantes, los cuales toman decisiones, se implican y acaban siendo engullidos por sus respectivos intereses políticos o militares, entes más grandes que ellos mismos. Pero nunca parecen meros comparsas o marionetas de un escenario cambiante a lo largo de las sucesivas temporadas. Naren Shankar, showrunner y amo y señor creativo de la producción, siempre supo otorgar a esta adaptación de una calidez humana que evitase que el espectador se perdiera en un galimatías de afiliaciones, localizaciones y naves espaciales, añadiendo un componente dramático que en esta última tanda de episodios llega a su absoluta madurez.
Hay que destacar que, a pesar de que sea la temporada final, y la serie se quede vagando en la inmensidad del espacio durante un tiempo indeterminado, los autores siempre han defendido que ellos hablan del cierre de un gran arco argumental, considerando la actual conclusión de The Expanse como una pausa hasta que encuentren la manera de regresar con otra serie sucesora, una nueva secuela o algún tipo de epílogo en formato televisivo. Material tienen de sobra -nueve novelas y una novella a modo de epílogo-, y teniendo en cuenta la manera en la que se han desarrollado y adaptado los hechos en esta ocasión, tramas hay para continuar. Estaremos ansiosos de presentarnos en cubierta y seguir luchando contra los grandes enemigos e intereses a los que tenga que hacer frente la tripulación del Rocinante.
The Expanse estrenará el primer episodio de su sexta temporada el 10 de diciembre en exclusiva a través de Amazon. Cada semana se estrenará uno hasta la conclusión de la serie el próximo 24 de diciembre. Hemos visto la temporada al completo gracias a un código de acceso proporcionado por Amazon y Marco Agency.
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