Amazon lo tenía todo para triunfar con Paper Girls. Es una de las series más esperadas del portal para este verano, uno de los grandes estrenos que buscaban llevar su propia serie al estilo Stranger Things al portal, aglutinando elementos conocidos por los espectadores como una ambientación ochentera y grandes temazos para aderezarla. No obstante, esta serie de ciencia ficción parte de una buena base, los laureados cómics de Brian K. Vaughan y Cliff Chiang. Sin embargo, algo falla. Paper Girls se queda corta. Y aunque es una serie entretenida con un buen reparto, no termina de cuajar por culpa de unos errores demasiado evidentes. En Vandal Random hemos visto la primera temporada en adelanto, y os contamos qué nos ha parecido en nuestra crítica sin spoilers.
Paper Girls: Un excelente cómic y una serie de aprobado raspado
Paper Girls podría definirse como una serie de ciencia ficción, y de hecho lo es de manera formal, pero también es un viaje personal representado a través de los ojos de cuatro chicas interpretadas por Camryn Jones (Tiffany Quilkin), Riley Lai Nelet (Erin Tieng), Sofia Rosinsky (Mac Coyle) y Fina Strazza (KJ Brandman). No obstante, el punto de partida de Paper Girls es interesante, de estos que son capaces de sustentar por sí solo un buen número de minutos y conquistar al espectador a las primeras de cambio sin necesidad de nada más.
Durante las primeras horas de la mañana tras la noche de Halloween de 1988, cuatro repartidoras de periódicos -Erin, Mac, Tiffany y KJ- están en su ruta de entrega cuando se ven atrapadas en el fuego cruzado de varias facciones de viajeros del tiempo en guerra, cambiando el curso de sus vidas para siempre.
Sin desvelar demasiado, las chicas acabarán siendo transportadas al futuro, luchando por volver a casa y enfrentándose a las versiones adultas de ellas mismas. Además deberán anteponerse a una peligrosa facción militar de viajeros en el tiempo conocida como Los Viejos que ha prohibido los viajes en el tiempo para poder mantenerse en el poder y perpetuarse para la eternidad. Para sobrevivir a este convulso escenario, que ya os adelantamos que os volará la cabeza en los primeros compases de la trama, las chicas tendrán que superar sus diferencias y aprender a confiar en las demás y en ellas mismas, no sin ello generar ciertas fricciones por la gran disparidad de carácter que poseen. Y hasta aquí podemos leer. La serie intenta seguir los cómics de Brian K. Vaughan y Cliff Chiang -quienes están involucrados en la producción de la serie-, y más allá de las divergencias -que existen y son notables-, nos presenta a través de una trama de ciencia ficción, una historia sobre el paso de la adolescencia a la vida a adulta.
Es en estos menesteres cuando más brilla Paper Girls, exponiendo temas como el miedo al destino, al fracaso o incluso a lo desconocido, lanzándonos grandes preguntas y dudas una y otra vez al espectador en las que es difícil no sentirse reflejado. Este concepto, el de enfrentarse al yo futuro y pasado, ya lo exploró El proyecto Adam de Netflix y es un tema recurrente en el cine y la televisión, pero es cierto que la ficción capitaneada por el showrunner Christopher C. Rogers sabe qué teclas tocar en muchas de sus facetas. Lo nuevo contra lo viejo, las aspiraciones frustradas y otros asuntos profundos será tratados con inteligencia en diálogos, secuencias y tramas.
Pero no todo luce. La serie empieza muy fuerte, con un par de episodios de introducción que creemos logran un nivel de calidad, audiovisual y narrativa, que no vuelve a encontrarse más adelante hasta bien entrada la primera temporada de ocho episodios. Es un tema recurrente en muchas producciones actuales, que dan la sensación de estar estiradas o que buscan devanear en algunas tramas a fin de garantizar una narrativa prolongada en futuras temporadas. Pero al hacer esto se corren graves riesgos. Uno de ellos, el de hastiar al espectador. Y otro, el de sufrir una cancelación sin llegar a concluir las historias principales. Esperemos que esto no ocurra, y que el show no corra la misma suerte que Night Sky o Sé lo que hicisteis el último verano. En un mercado competitivo como el que estamos experimentando en el mercado actual de de las series, hay que saber concretar. Y Paper Girls se duerme en los laureles durante demasiados episodios. Sí, somos conscientes de que es un proyecto young adult, destinado a un público concreto -pero con visas de convertirse en un éxito universal- pero no termina de funcionar ni rodar.
Hay evidentes problemas de dirección que se suman a su falta de ritmo y concreción, generando que haya una enorme disparidad de calidad en los episodios. Sí, a estructura puede ser similar a la de los tebeos originales, pero en el lenguaje televisivo hay que saber captar la atención del respetable. Desgraciadamente, Paper Girls, pese a su gran reparto -que repetimos, es excelente en sus versiones adultas y adolescentes-, no lo sabe hacer durante gran parte de su duración. Ni siquiera los cliffhangers tienen demasiado sentido a nivel de estructura de la historia, dado que Amazon ha decidido lanzar los ocho episodios de golpe hoy viernes 29 de julio. Pese a todo, es una serie entretenida que sabe pasar del drama realista a la ciencia ficción y el humor más alocado, en gran parte por el carisma que desprenden sus protagonistas. La lástima es que, a tenor del material original del que parte y del talento creativo que parecía envolver el proyecto, todo se ha quedado un poco emborronado. Y a día de hoy no se puede viajar en el tiempo para corregir estos errores conceptuales. Quizás la próxima vez.
Hemos visto la primera temporada de Paper Girls al completo gracias al acceso anticipado ofrecido por Marco Agency y Amazon.
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