Operación Marea Negra estrenó su primera temporada con gran éxito en Prime Video, convenciendo a la crítica y al público de que había espacio para series de acción y suspense de sabor español centradas en el narcotráfico. Inspirada en el primer narcosubmarino interceptado en Europa, pronto se ganó su renovación, con una segunda temporada que ahora nos ocupa. ¿Merece la pena? ¿Está a la altura de la original? En Vandal hemos podido ver la segunda tanda de episodios al completo y os comentamos, en nuestra crítica sin spoilers, si este regreso merece la pena.
Una historia más volcada al drama carcelario y las consecuencias del narcotráfico: Operación Marea Negra madura en su planteamiento pero pierde el foco
Filmada en Galicia y Portugal, la nueva entrega de Operación Marea Negra tiene lugar dos años después del final de la primera temporada en la ficción, ahondando en las consecuencias que tiene el haber transportado toneladas de droga procedente de Sudamérica a las costas gallegas, intentando penetrar en el estado español y buscar una vía de distribución a través de Europa. La segunda tanda de episodios, cinco en esta ocasión, nos presentan a un abatido Nando en prisión, sirviendo como corazón de la historia y eje de las diferentes tramas. Una vez más, los capítulos contarán la eterna lucha entre el crimen y la ley, las consecuencias de trasgredirla y cómo la venganza y la justicia bailan la una con la otra una peligrosa danza sin fina en la que es fácil caer y confundirse. Aquí ya no hay tanta veracidad por los hechos reales acaecidos con estos narcosubmarinos, entregándose a un argumento más ficticio que en la anterior temporada.
Nando, que ha sido sustituido en esta temporada -Álex González deja paso a Jorge López, actor de Élite-, vivirá un particular via crucis lleno de traiciones y dobles juegos, caminando por el frágil equilibrio entre lo legal y lo ilegal. Es decir, una vez más, todo versará sobre policías vs. narcotraficantes, pero dejando lo espectacular y accesorio para llevar la lucha a un terreno más tangible. Gran parte de Operación Marea Negra en su segunda temporada deja atrás las narcolanchas, los tiroteos o las aventuras en el océano para mostrarnos las consecuencias de este pulso constante con la justicia, y hasta qué punto todo puede cambiar si te pillan los agentes de la ley con las manos en la fariña.
El drama carcelario está muy presente en estos nuevos episodios, con todos los tics que nos podamos imaginar, presentándonos un ambiente sórdido entre los barrotes, llenos de tribus, malos hombres y favores por doquier de cara a sobrevivir un día más. El menudeo y el tráfico entre muros tiene peso en varios episodios, quizás los momentos más lúcidos de la serie, que pronto pierde su foco e intenta sorprender al espectador sin demasiado éxito.
Operación Marea Negra es a veces muy cruda y violenta -hay unas secuencias en las duchas del módulo de prisiones que están rodadas con bastante tino-, pero no sabe qué tono adoptar en algunas de sus tramas, perdiéndose en los romances inverosímiles, los giros de guion más alambicados y alocados y los juegos de guion más ramplones. Sí, el personaje que es malo puede ser bueno y el que es bueno, malo. Hasta aquí, bien. Pero la cuerda se va tensando cada vez más hasta que la serie parece ser una sucesión de momentos interesantes sin demasiado desarrollo entre ellos. Los dobles juegos entre la Guardia Civil -que ha colaborado activamente en la producción de la serie y ha servido como asesores del show de Prime Video- y los narcos están bien tirados, pero no son suficientes. Aunque la tensión va creciendo en muchos de los capítulos, y la dirección de Daniel Calparsoro e Igor Legarreta es notable, el guion hace aguas por tramos y los logros se difuminan rápidamente, hundiéndose en el fondo y dejando a flote las carencias más evidentes.
La labor de Jose Rodríguez (La novia gitana) es loable, desempeñándose como como creador y coordinador de guion, junto a Patxi Amezcua (Sin límites) y Natxo López (Vivir sin permiso) que le acompañan en el equipo, pero hay algo que falla. No sabemos si por falta de concreción en algunos arcos, prisas o ganas de reservarse algunas cartas para la tercera temporada. No termina de encajar del todo, y Operación Marea Negra navega entre lo muy bueno y lo no tan bueno, con un contraste exagerado entre puntos positivos y negativos.
Quizás la sustitución del actor principal -pese a la adición de caras conocidas en el reparto, como Óscar Jaeneda- tenga que ver, y eso que Álex González no era especialmente bueno, pero da la sensación de que la serie, en conjunto, pese al diseño de producción y la temática, y lo entretenido de su historia, no parece tan redonda ni cohesionada como debería. Es una gran segunda temporada, que no alcanza tantas cuotas de lucidez y sorpresa como la anterior, y pese a que divierte, da la impresión de gozne o segundo acto calculado y deliberado para lo que está por venir.
Hemos visto la segunda temporada de Operación Marea Negra al completo gracias al acceso anticipado ofrecido por Marco Agency y Amazon. La serie se estrenará el 10 de febrero.
