Hace unos años, antes del estreno de Los anillos de poder y la apuesta por la Tierra Media de Prime Video, Amazon Studios estrenó La rueda del tiempo. Hablamos de una épica serie de fantasía, de altos valores de producción y gran reparto, que nos trasladaba a un convulso mundo en el que únicamente las mujeres pueden acceder a la magia. En este escenario, Moiraine (Rosamund Pike), tiene la clave de la salvación al detectar que el Dragón Renacido, aquel que se enfrentará al Oscuro, ha elegido un cuerpo de carne y hueso tras mucho tiempo sin manifestarse. Tras el éxito de audiencias, ahora tenemos una largamente esperada y anunciada segunda temporada que llega el 1 de septiembre al portal y que en Vandal hemos podido ver. Os contamos qué nos han parecido los nuevos episodios de La rueda del tiempo en una crítica sin spoilers.
La rueda del tiempo sigue girando: la segunda temporada del show de Prime Video es más épica, más divertida y profunda en su relato de fantasía
Basada en la serie de novelas fantásticas de Robert Jordan, La rueda del tiempo nos cuenta la historia de un humilde joven granjero, Rand al’Thor (Josha Stradowski), que descubre que él es El Dragón Renacido, una peligrosa figura en la historia destinada a salvar el mundo… o destruirlo. Desesperado por protegerlo del Oscuro, un ejército de poderosas hechiceras deben lidiar con su creciente poder y su amenazante locura. La rueda del tiempo gira, y la Última Batalla se aproxima. Aunque Rand pensaba que había destruido al Oscuro, el mal no ha abandonado el mundo y los Fados y trollocs siguen persiguiendo sus enigmáticos objetivos, arrasando con todo a su paso. En la nueva temporada, largamente esperada por los aficionados, se ha decidido aumentar la mitología de la saga incluyendo más personajes como Elayne Trakand, Aviendha y la Augusta Señora Suroth.
Hay que destacar que la segunda temporada de La rueda del tiempo decide ahondar en las tramas y los sucesos narrados en La gran cacería, así como en algunos elementos de la tercera novela El Dragón Renacido, pisando algo el acelerador en varias de las tramas, acortando otras y omitiendo unas cuantas secundarias pensando siempre en encajar aquellas historias principales o más interesantes para el espectador. ¿Funciona? Sí, pero hay que pagar un cierto peaje: su arranque es algo más pausado que en la temporada anterior. Regresa el showunner Rafe Judkins, responsable de los guiones de Agentes de S.H.I.E.L.D. y esa pequeña joya que fue Chuck y tenemos que decir, otra vez, que la adaptación es, la gran mayoría de las veces, acertada. Y como os comentábamos hace unos años con el estreno de los primeros episodios, la verdad es que la tarea era difícil y poco grata.
La rueda del tiempo es una de las sagas de fantasía más populares de todos los tiempos, una enorme colección de novelas con más de 90 millones de libros vendidos a sus espaldas, y uno de los must have para los aficionados al género. Se trata de un universo literario casi inabarcable, el capricho perfecto para una productora cinematográfica de Hollywood en una época en la que casi todas las majors y los ejecutivos de Los Ángeles buscan licencias en las que ambientar sus cada vez más gigantescas narrativas. Comenzada por Robert Jordan, -que falleció con trece libros publicados- y continuada y finalizada por el exitoso Brandon Sanderson -que tiene sus críticas a determinadas licencias de la serie en los guiones-, ha presentado a sus entregados lectores desde 1990 un total de 15 libros distintos, incluyendo una precuela. Como os podéis imaginar hablamos de un escenario literario con toneladas de personajes, un lore muy extenso y una cantidad de tramas y subtramas que son veneradas por sus fieles seguidores como si de un texto sagrado se tratase.
La rueda del tiempo vuelve a hacer gala de unos excelentes valores de producción, manteniendo vivos muchos de los conceptos proféticos y fantásticos de los tomos de Jordan, apoyándose en la llamada construcción de mundo, un término que está cada vez más rechazado por los creativos y escritores, pero que aquí encaja a la perfección: la ficción de Prime Video se esfuerza por ofrecer al espectador un enorme mundo de fantasía, real y tangible, en el que cada persona, credo, facción o criatura que vive en él tiene su propia función y naturaleza. En otras palabras: La rueda del tiempo consigue lo que The Witcher no fue capaz a lo largo de sus temporadas. Si en la serie de Netflix veíamos cómo personajes caracterizados de cualquier manera deambulan por bosques o descampados, en esta adaptación de Amazon Studios sentiremos que hay realidad en los escenarios y parajes que nos presentan. Y esto es mérito de su enfoque, sus localizaciones y su reparto.
La serie, rodada en la República Checa, Marruecos e Italia, está protagonizada por la citada Rosamund Pike, acompañada de un elenco muy habituado ya a sus papeles, como Daniel Henney, Zoë Robins, Marcus Rutherford, Madeleine Madden y Dónal Finn. Son elementos vitales en una historia más oscura y épica, a veces tan telúrica y etérea que puede ser complicada de seguir, llena de trollocs, personajes que comienzan a aceptar sus respectivos roles dentro de este profético escenario, así como atiborrados de miedos y muros autoimpuestos que limitan sus propios dones y desempeños.
La sensación que transmite La rueda del tiempo en esta segunda temporada es que se trata de una visión más ambiciosa, personal y profunda del material original, con tramas algo más complejas -pero igualmente entretenidas- pese a que se raye la superficie de lo descrito en los libros, con una pasión desmedida en el detalle. Todo se cocina a fuego lento, pero goza de una mayor coherencia, cada guion y frase desprende una mayor solidez, sin dejar espacio al error para el televidente, pero sí con la duda de qué pasará al final de cada episodio. No tenemos palabras para aplaudir o describir la fuerza de Pike, eje y corazón de la serie, mimetizada hasta tal punto con su Moiraine, una de las integrantes de las Aes Sedai, que creemos que todo se derrumbaría sin ella. La actriz de Perdida y I care a lot está brillante -y nunca mejor dicho, la luz está con ella-.
Sin embargo, no es perfecta. A veces hay claras inconsistencias entre tramas y personajes, no todas las historias escogidas para este arranque de la segunda temporada nos parece del todo acertado, y comprendemos que el peaje a desembolsar en algunos momentos de estos nuevos episodios puede que no sea del agrado de todos. Pero Robert Jordan concibió su historia así, con personajes que dudan de ellos mismos, con claros momentos valles mientras todos lo engranajes de la profecía se alinean con el Poder Único, y con héroes tridimensionales y complejos. A veces la serie sabe construirlos y adaptarlos al medio audiovisual, y otras... Se queda en tierra de nadie. Hay situaciones y pasajes que se alargan innecesariamente, un vicio inherente a muchas series de fantasía que intentan mantener ocultos sus grandes giros y potenciales sorpresas como ases bajo la manga. Es un error a solucionar de cara al desarrollo de series: es mejor golpear fuerte y rápido que telegrafiarlo pero que nunca termine de llegar.
En cualquier caso, es fácil entender el éxito de la serie en Prime Video y comprender los motivos por los que Amazon ha decidido renovarla por una tercera temporada, con rumores de una cuarta y quinta entrega en camino. La rueda del tiempo es una saga con muchísimo potencial, con tirón entre el público y con un reparto sólido, mimetizado con sus homólogos literarios. La segunda temporada de esta entretenida ficción es la constatación de un éxito que sorprendió a propios y extraños en primera instancia y que ahora demuestra tener mimbres sólidos para pavimentar un futuro triunfo en sucesivas tandas de episodios. Como aficionados al género de la fantasía, esperemos que el Poder Único continúe alumbrando el camino de sus responsables.
Hemos visto la segunda temporada La rueda del tiempo gracias a un pase de acceso anticipado proporcionado por Amazon a través de Marco Agency.
