Paper Mario se ha convertido con el paso de los años en una de las sagas más queridas y entrañables de Nintendo, que cumple este verano 20 años, desde que se lanzó por primera vez en Nintendo 64. Las aventuras de papel de nuestro fontanero favorito nos lo han hecho pasar en grande con sus alocadas historias, sus carismáticos personajes, su disparatado sentido del humor, su increíble y original apartado artístico y sus sorprendentes mecánicas de juego. Una serie con la que Intelligent Systems nunca ha temido experimentar, innovar o probar nuevas ideas y que ahora está a punto de recibir una nueva entrega titulada Paper Mario: The Origami King, marcando así su esperado estreno en Nintendo Switch. Por suerte, ya no queda demasiado para que podamos disfrutar de él y el próximo 17 de julio estará disponible en todo el mundo, motivo por el que hemos decidido que es un buen momento para repasar las que creemos que son las cinco claves del éxito de una saga que este mismo año celebra su vigésimo aniversario.
Su disparatado sentido del humor
Sin duda alguna, si hay algo por lo que nos gusta especialmente Paper Mario es por su desternillante sentido del humor, una característica que viene siendo marca de la casa desde su primerísima entrega y que siempre ha conseguido que juguemos con una sonrisa de oreja a oreja a todos y cada uno de sus juegos.
De hecho, sus historias suelen sumergirnos en un mundo en el que todos los personajes son conscientes de su naturaleza de papel e incluso de formar parte de un videojuego, lo que da lugar a unos diálogos desternillantes repletos de juegos de palabras y locas ocurrencias que le dan un tono muy ameno, ligero y divertido que no tienen el resto de series protagonizadas por el fontanero, lo que da pie a una sucesión de situaciones tan cómicas como inesperadas que nos invitan a avanzar por el simple placer de descubrir cómo nos arrancarán la siguiente carcajada.
Un apartado artístico único que va ligado a sus mecánicas jugables
Otra de las claves más evidentes de la saga la tenemos en su único y original diseño artístico, con el que se ha conseguido dar vida a un universo hecho de papel y materiales caseros como nadie más ha sido capaz. Con una idea tan aparentemente sencilla y simple como esta Intelligent Systems ha sido capaz de crear escenarios repletos de color que difícilmente podrían ser más bellos, por no hablar del fantástico diseño con el que cuentan todos sus personajes. Pero, probablemente, lo más interesante de todo esto no sea solo lo bonitas que se ven todas sus entregas, sino la forma en la que sus desarrolladores aprovechan esta dirección artística tan peculiar para crear mecánicas jugables totalmente únicas que tienen cuenta el hecho de que nuestro héroe y el resto de secundarios y enemigos sean un trozo plano de papel.
Sus inolvidables personajes
Como no podía ser de otro modo, los personajes que pueblan el mundo de Paper Mario suponen también una gran parte de su atractivo, por no hablar del mérito que tienen sus guionistas al conseguir dotar de tantísima personalidad y carisma a héroes y villanos clásicos de Nintendo como Luigi, Bowser, Bowsy, Peach o los múltiples Toads con los que nos acabamos topando, haciendo de todos ellos unos protagonistas y antagonistas memorables y muy divertidos que cuentan con muchísima química entre sí. ¡Hasta los Goombas y Koopas llegan a resultar entrañables!
Una saga para todo tipo de jugadores
El primer Paper Mario nació con una idea muy clara en mente: hacer un JRPG lo más accesible posible para que todo el mundo pudiese disfrutarlo, independientemente de su nivel de experiencia con el género o los videojuegos en general. Si bien la saga ha ido evolucionando y cambiando con el tiempo, la premisa de hacer juegos para todo tipo de público y jugadores siempre ha permanecido intacta, haciendo de esta una serie muy amigable y plenamente disfrutable por toda la familia, desde los más veteranos hasta aquellos que están dando sus primeros pasos en este hobby que tanto nos apasiona.
Una de las series más experimentales de Mario
Otra de las características más definitorias de la saga radica en lo mucho que le gusta a sus desarrolladores experimentar con ella y con sus mecánicas. En vez de encasillarse en un solo género, la serie ha ido evolucionando con cada entrega y probando nuevas fórmulas para ofrecer siempre algo nuevo, fresco y distinto. Tan pronto tenemos un JRPG clásico con comandos interactivos y ligeros toques de plataformas que nos sumergimos en una aventura repleta de acción saltos y puzles en la que debemos alternar entre una visión 2D y 3D del mundo para encontrar secretos y caminos ocultos. Y todo ello sin olvidarnos de que también hemos tenido que dar vida y forma al mundo pegando todo tipo de pegatinas en los escenarios o devolviéndole su color en una odisea repleta de ingeniosos puzles y originales combates con cartas. Por supuesto, esta es una tendencia que se mantendrá en su próxima entrega, con la que podremos disfrutar de un sistema de combate tremendamente innovador basado en alinear enemigos girando el propio cambio de batalla para reposicionarlos.
