Sabíamos que estaba ocurriendo algo raro. El silencio prolongado en torno a Fast & Furious 11, sumado al retraso oficial del estreno hasta algún punto del próximo año, había empezado a levantar sospechas. ¿Por qué se había anunciado su rodaje y este no llegaba a producirse nunca?
La situación de la película es bastante crítica y ha sido el propio Vin Diesel quien ha encendido todas las alarmas, lanzando una súplica pública —y nada disimulada— a Universal Pictures: quiere saber cuándo verá la luz la última película de la saga. Y quiere que lo sepamos todos.
Vin Diesel rompe el silencio y enciende las alarmas: 'Fast & Furious 11' sigue sin fecha y Universal guarda silencio
El actor publicó un mensaje en su cuenta de Instagram dirigiéndose directamente al estudio: “Universal… Por favor, dile a los mejores fans del mundo cuándo saldrá la próxima película. Por favor”. El texto no duró mucho pero se viralizó: horas después, Diesel lo editaba para borrar esa petición y cambiarla por un mensaje mucho más institucional, agradeciendo a los seguidores su apoyo durante estos 25 años de carreras ilegales, explosiones imposibles y cenas con la familia.
Aunque no hay confirmación oficial de problemas internos, la realidad es que algo se ha gripado el motor de esta taquillera saga. Lo más lógico —y cínico— es pensar que se trata de dinero. Fast & Furious tocó techo con la séptima entrega y desde entonces sus cifras en taquilla han ido cuesta abajo. La décima, con un presupuesto que rozó los 340 millones de dólares, terminó generando pérdidas. No es descabellado pensar que Universal no quiera volver a estrellarse en la curva de los sobrecostes.
A este panorama hay que sumar la pérdida de tracción en uno de sus mercados clave: China. El país asiático, tradicionalmente uno de los salvavidas para las superproducciones estadounidenses, lleva tiempo cerrando el grifo a Hollywood y quiere hacerlo aún más, y con tensiones comerciales todavía en el aire, es cada vez más difícil garantizar que una superproducción como esta logre estrenarse allí y recaudar lo necesario.
Diesel y Universal tienen visiones distintas de la saga Fast
Por si fuera poco, Vin Diesel ha insistido en que el rodaje de Fast & Furious 11 se realice en Los Angeles. Una petición que, en papel, suena entrañable, pero que en el presupuesto se traduce en más gastos. Rodar en suelo californiano no es barato, y Universal parece estar sopesando si esta última entrega puede siquiera amortizar lo invertido. La paciencia de los ejecutivos, según cuentan algunos rumores, estaría al límite.
La gran incógnita es si Fast & Furious 11 llegará a cruzar la línea de meta o si acabará convirtiéndose en otro cadáver cinematográfico de esos que Hollywood prefiere enterrar sin epitafio. A nadie se le escapa el precedente de Divergente aquella saga que fue cancelada sin miramientos cuando solo quedaba una entrega por estrenar. El miedo a que esta “última carrera” de Toretto sufra un destino similar está sobre la mesa.
