Los expertos están ahora mismo en pánico debido al descubrimiento realizado por un equipo de investigadores liderado por Renas Koshnaw, miembro del MIT y la Universidad de Miami. Según parece, y como señalan desde AS, se ha detectado una peligrosa y profunda grieta entre las placas arábiga y euroasiática, ligada a una antigua placa oceánica que pone en riesgo la seguridad sísmica de territorios como Turquía, Irán e Irak.
Una antigua placa oceánica se desgarra y cunde el pánico entre los expertos: 'Los terremotos pueden cambiar para siempre'
La grieta en cuestión parece estar extendiéndose y es altamente peligrosa, puesto que según los expertos puede suponer en problema de cara al futuro para los países mencionados: Jean-Philippe Avouac, experto en geodinámica de Caltech y seguidor de la investigación realizada por Koshnaw y su equipo, ha desvelado que la fractura en cuestión puede cambiar para siempre el modo en el que se conciben los terremotos en esa franja atada al antiguo océano Neotetis.
"La fractura puede actuar como un disparador de tensiones, liberando energía acumulada o redistribuyéndola a lo largo de nuevas fallas activas. Esto podría cambiar la frecuencia y la intensidad de los terremotos en los próximos siglos", recogen desde el medio mencionado.
Y el problema no es solo ese, sino que con el paso del tiempo la grieta puede llegar a provocar rupturas en las placas tectónicas afectadas marcando nuevos límites para las mismas y creando nuevas, alterando el mapa tal y como lo conocemos. "Lo que vemos es una separación clara entre la parte oceánica y la parte continental de la placa arábiga. Es como si una vieja cicatriz geológica se estuviera abriendo de nuevo", indica Koshnaw en su estudio.
Queda por ver, realmente, si los territorios de Turquía, Irán e Irak, que ya de por sí son sensibles a terremotos y movimientos sísmicos, perciben cambios en la frecuencia de los mismos y si hasta se extiende a zonas vecinas. La situación tiene a los expertos un tanto preocupados, y es que este tipo de catástrofes son inevitables y no dejan nunca nada bueno tras de sí.















