Un equipo de arqueólogos de Oxford Archaeology ha hecho un hallazgo sin precedentes en Aylesbury, Buckinghamshire: un huevo de gallina completamente intacto con una antigüedad estimada de 1.700 años. Se trata de un descubrimiento excepcional, ya que el huevo aún contiene líquido en su interior, lo que lo convierte en un caso único en el mundo. Este hallazgo ha generado un gran impacto en la comunidad científica, ya que la fragilidad de la cáscara de huevo hace que su conservación a lo largo de los siglos sea prácticamente imposible.
Un posible ritual romano detrás del hallazgo
El descubrimiento se produjo durante una excavación realizada entre 2007 y 2016, en la que los expertos encontraron varios huevos en una zona de agua estancada.
Sin embargo, tres de ellos se rompieron accidentalmente durante la manipulación, liberando un fuerte hedor debido a la descomposición interna. Solo uno logró mantenerse intacto, lo que permitió su posterior análisis en el Museo de Historia Natural de Londres.
Las primeras hipótesis sugieren que el huevo podría haber sido depositado en un pozo de los deseos de origen romano, utilizado para lanzar ofrendas simbólicas a los dioses. Estudios recientes han confirmado que el huevo aún conserva la yema y la clara en su interior, lo que ha sido calificado como un hallazgo de valor incalculable por los investigadores. Edward Biddulph, director de proyectos senior de Oxford Archaeology, destacó la relevancia del descubrimiento: "Es asombroso que no solo haya permanecido intacto, sino que conserve su líquido interno después de tantos siglos".
Preservación y análisis del huevo
Actualmente, el huevo se encuentra en el Museo Discover Bucks de Aylesbury, donde los expertos trabajan para desarrollar técnicas que permitan extraer su contenido sin dañar la frágil cáscara. Este proceso es crucial para analizar su composición sin comprometer su estado original. De acuerdo con Biddulph, "Existe un enorme potencial para futuras investigaciones científicas, y esta es la siguiente etapa en la vida de este extraordinario huevo".
Este hallazgo representa una oportunidad única para profundizar en las prácticas culturales y religiosas de la época romana en Gran Bretaña. Además, podría ofrecer información clave sobre las condiciones ambientales que permitieron la conservación del huevo durante tanto tiempo. A medida que avancen los estudios, los arqueólogos esperan responder muchas de las incógnitas que rodean este excepcional testimonio del pasado.