Este jueves 18 de septiembre, el asteroide 2025 FA22, uno de los más grandes detectados en la historia reciente, pasará a una distancia cercana a la Tierra. El cuerpo celeste, de unos 290 metros de longitud y con una masa mil veces superior a la del meteorito que cayó en Cheliábinsk en 2013, se aproximará a poco más de la distancia de la órbita lunar, según el Laboratorio de Astronomía Solar de la Academia de Ciencias de Rusia.
Los expertos subrayan que la probabilidad de impacto es prácticamente nula, y que la trayectoria actual garantiza que la roca espacial evitará la Tierra y también la Luna.
Un fenómeno astronómico excepcional
A pesar de su tamaño, 2025 FA22 solo podrá ser observado con telescopios de al menos 300 milímetros, lo que limita su visualización a astrónomos profesionales o aficionados avanzados. Se trata de uno de los mayores objetos en pasar a menos de un millón de kilómetros del planeta, una oportunidad única para el seguimiento de este tipo de cuerpos y la mejora de los sistemas de defensa planetaria.
Los científicos destacan que en toda la historia de la humanidad no se ha registrado la caída de un objeto de estas dimensiones, y recuerdan que el cráter Barringer en Arizona fue provocado por un meteorito hasta cien veces más pequeño hace unos 50.000 años.
Clave para la defensa planetaria
El 2025 FA22 tiene una órbita que lo hace cruzarse de forma periódica con la Tierra: fue visto por última vez en 1940 y volverá a aproximarse en septiembre de 2173, aumentando con cada paso las probabilidades teóricas de impacto.















