No todas las mentes brillantes del pasado son tan recordadas hoy día como se merecen. Archibald Montgomery Low es uno de esos hombres de ciencia que realizaron avances extraordinarios para su tiempo, pero que la historia ha ido olvidando lentamente. Pese a ello, hace ahora un siglo, Low vaticinó una serie de avances y desarrollos tecnológicos a los que la humanidad llegaría en el futuro y que sorprendentemente se han hecho realidad, demostrando que fue todo un adelantado a su época al que sus compañeros no le prestaron la atención que deberían.
Archibald Montgomery Low vaticinó con éxito hace un siglo todos estos inventos y tecnologías que hoy son una realidad
Autodenominado por sí mismo como el "profesor" Archibald Montgomery Low, etiqueta que le costaría cara frente a sus contemporáneos (dado que no tenía derecho a utilizar este título pues no ocupaba una cátedra académica) y nacido en Londres en 1888, Low fue un inventor inglés, ingeniero consultor y físico investigador que dedicó gran parte de su vida a realizar avances modernos para su época, además de llegar a escribir más de 40 libros.
Principalmente Low ha pasado a la historia como el padre de los sistemas de radioguía y el creador del primer avión no tripulado propulsado. Pero, al margen de sus trabajos pioneros en el campo de la aviación, los torpedos y los cohetes guiados, Low sorprende hoy día por haber acertado en muchas de sus predicciones científicas, como si de una suerte de Julio Verne se tratase.
Y es que hace ahora un siglo Low predijo con bastante exactitud, por ejemplo, la creación de las escaleras mecánicas, las comunicaciones personales a través de las radios/móviles o el desarrollo de la televisión como un medio para transmitir imágenes en movimiento a distancia. No solo eso, sino que también habló en sus escritos sobre un sistema que permitiría a las personas verse y comunicarse en tiempo real a distancia, una idea que ha fraguado en nuestros días por medio de las famosas videollamadas.
Low también aseguró que los humanos podríamos crear automóviles capaces de conducirse solos mediante sistemas autónomos. En este sentido, también especuló sobre máquinas que harían tareas complejas por cuenta propia, adelantándose a los robots industriales y domésticos que llevan a cabo los trabajos más pesados y desagradables, e inclusive sospechando que en el futuro podríamos dominar la energía eólica, marina y solar para sacar provecho de los vientos, las mareas y la luz del sol.
Sus ideas visionarias también apuntaron hacia la posibilidad de que las personas pudiesen sumergirse en experiencias y entornos simulados, así como que fuésemos capaces de transmitir energía a distancia sin necesidad de usar cables o lanzásemos al espacio estaciones orbitales. Igualmente, creía que la tecnología terminaría facilitando la existencia de radios despertadores, altavoces domésticos o la creación de cámaras secretas y dispositivos de escucha que atrapasen criminales.
Aunque sin duda, un par de sus aciertos más insólitos para la época fue el asegurar que las mujeres usarían pantalones y estos se convertirían en la norma habitual, además de que sería posible determinar el sexo de un feto antes de su nacimiento.
Por supuesto no todo lo que dijo Low se ha convertido en una realidad. El sombrero de fieltro, los trajes de una sola pieza, las aceras móviles o las armas de agua cargadas eléctricamente no forman parte de nuestro día a día, pero desde luego el inventor clavó muchas de sus predicciones nada sencillas de imaginar en aquellos tiempos de la primera mitad del siglo XX.
Es una lástima que su falta de disciplina para abordar proyectos y terminarlos jugase en su contra, además de su pasión por la publicidad, puesto que eso repercutió en que no fuese muy respetado por sus colegas y, en mayor o menor medida, su nombre no haya pasado a formar parte de los más grandes tras su fallecimiento en 1956 a causa de un tumor maligno.
