1. Vandal Random
  2. Noticias
  3. 'Superman' es la mejor película de superhéroes de la década: James Gunn ofrece la mirada más honesta al corazón del cómic

'Superman' es la mejor película de superhéroes de la década: James Gunn ofrece la mirada más honesta al corazón del cómic

El filme de superhéroes de DC y Warner ha hecho lo imposible: devolver la esperanza en un género que parecía destinado a repetir una misma fórmula. James Gunn parece haber logrado revivir a Superman.
'Superman' es la mejor película de superhéroes de la década: James Gunn ofrece la mirada más honesta al corazón del cómic
·
Actualizado: 10:16 26/7/2025

James Gunn se enfrentaba a un reto titánico: devolver con Superman, al heroico personaje de DC y Warner a su sitio en el panteón de los mitos modernos. El público parece haber respondido bien, aunque la taquilla fuera de EE.UU se ha visto resentida por un supuesto sentimiento antiamericano. Podríamos decir que lo ha conseguido. Sin embargo, no todo el mundo entiende su visión.

La verdad es que, tras años de representaciones marcadas por la oscuridad y el estoicismo —especialmente en las versiones de Zack Snyder—, la nueva película de Superman dirigida por Gunn nos ha traído un giro radical.

PUBLICIDAD

No se trata de una ruptura sin rumbo con lo anterior, sino de una reconciliación con las raíces más profundas del personaje, tanto en los tebeos de la Edad de Plata como en las reinvenciones más brillantes de autores como Grant Morrison, John Byrne, Mark Waid o Alan Moore. Y eso es decir mucho.

La defensa del nuevo Superman de James Gunn: una mirada honesta al corazón del cómic y al cine

El propio Gunn ha definido su película como una historia "centrada en la bondad en un mundo que la considera anticuada". Y en esa frase está la clave. Superman (2025) no es un relato de origen al uso, ni un espectáculo mesiánico en el que el superhéroe lucha por comprender su divinidad. Es, en cambio, una mirada íntima y moderna al eterno conflicto entre poder y compasión, así como en la manera en la que elegimos quiénes ser en lugar de aferrarnos a la falsa idea de estar predestinados. La cinta se atreve a plantear una pregunta muy sencilla, pero poderosa: ¿cómo se comporta un buen hombre en un mundo cínico?

Superman y James Gunn en el rodaje

El guion arranca con un Clark Kent (David Corenswet) ya asentado en Metrópolis, que busca su lugar como periodista mientras actúa como Superman, el metahumano más poderoso de todos. No es el joven desorientado de Smallville, ni el mesías alienígena que duda de su vínculo con la humanidad. Es, en cambio, un hombre educado en la bondad por Martha y Jonathan Kent, consciente de que su poder no lo define, sino lo que elige hacer con él. Esta elección narrativa bebe directamente del enfoque que John Byrne imprimió en The Man of Steel (1986), donde el Clark humano tiene más peso que el Superman espectacular. Gunn recupera esta idea y la expande.

Superman de James Gunn
Es una mirada íntima y moderna al eterno conflicto entre poder y compasión, así como a la manera en la que elegimos quienes ser

De hecho, las mejores secuencias de la cinta pivotan alrededor de esa idea, una aproximación que la aleja de la protagonizada por Henry Cavill y que parece haber calado hondo entre los aficionados del personaje. No obstante, la película también toma distancias con los tonos metálicos y apagados del Snyderverso. El diseño de producción apuesta por una paleta luminosa, casi nostálgica, que recuerda al idealismo de los cómics de Curt Swan y Murphy Anderson.

Superman de James Gunn y la Justice Gang

Pero no es simplemente una mirada retro y colorida: hay acción vibrante, dilemas morales complejos y una construcción de personajes muy cuidadosa. El Lex Luthor interpretado por Nicholas Hoult, por ejemplo, es una mezcla del megalómano frío de la Edad de Plata y el industrial cínico de Birthright (Waid, 2003), obsesionado con demostrar que Superman representa una amenaza para el orden humano -aunque hay que decir que Snyder bebió de esta versión de manera inteligente-.

Superman de James Gunn y Lex Luthor

Otro de los grandes aciertos del film es la introducción de la Justice Gang, un grupo incipiente de metahumanos que Gunn utiliza no como reclamo comercial, sino como contexto para subrayar la singularidad ética de Superman. Personajes como Guy Gardner, Hawkgirl o Mister Terrific funcionan como contrastes morales, mostrando diferentes formas de ejercer la justicia, más agresivas o pragmáticas. Este planteamiento recuerda a lo que hizo Morrison en JLA: New World Order (1997), donde Superman actúa como el eje moral que cohesiona al grupo frente a fuerzas descomunales. Aquí, Gunn prepara el terreno para el universo DC sin desviar el foco de su protagonista.

Lois Lane en la Superman de James Gunn
Gunn utiliza la Justice Gang no como reclamo comercial, sino como contexto para subrayar la singularidad ética de Superman

Y, por supuesto, está Lois Lane. Rachel Brosnahan interpreta a una Lois vibrante, astuta y sin concesiones. Lejos de ser un interés romántico de fondo, su personaje está escrito con la inteligencia y el empuje que caracterizan a las mejores etapas del cómic —desde los tiempos de Lois Lane, Girl Reporter hasta la complejidad emocional que le dio Grant Morrison en All-Star Superman. Brosnahan aporta ironía, carisma y ternura, encarnando a una mujer que no se deja eclipsar por los poderes de Clark, sino que lo desafía constantemente a ser mejor. Su química con David Corenswet no se basa en el drama forzado, sino en la complicidad entre iguales, y eso la convierte en una de las Loises más convincentes del cine reciente.

Superman de James Gunn

No es ninguna novedad decir que la película también incorpora sutiles guiños al citado All-Star Superman (Morrison y Quitely, 2005), tanto en su tono lírico como en su forma de mostrar a Clark como un ser que, pese a su inmenso poder, jamás deja de ver a las personas como iguales. Gunn no toma el cómic al pie de la letra, más bien adapta sus ideas motrices con la misma delicadeza: se trata de un claro recordatorio de que ser Superman no consiste en combatir el mal, sino en comprender el dolor ajeno. Incluso el clímax evita el desenlace apocalíptico habitual. No hay una batalla final destructiva entre dioses -pese a que encontramos un buen espectáculo visual-, sino más bien una elección moral que obliga a Superman a defender sus principios sin renunciar a su compasión.

Superman es la mejor película de superhéroes en años gracias a la aproximación de James Gunn: restaura al personaje como brújula ética

Esa decisión —no el golpe, sino el gesto ante Lex— es el núcleo del film. Es inevitable pensar en esa obra maestra de las viñetas que es ¿Qué le pasó al Hombre del Mañana? de Alan Moore, ese canto de despedida al Superman más humano, donde la dignidad del personaje es más poderosa que cualquier superpoder.

Superman de James Gunn

En definitiva, Superman de James Gunn no es solo una película. Es un manifiesto. Un intento serio y sincero de restaurar al superhéroe no como una figura simplemente poderosa, sino como una brújula ética. Y en estos tiempos de cinismo cultural, eso no es solo revolucionario. Es profundamente necesario. Ser bueno mola.

Comentarios: 16

En forosComentar en nuestros foros

Más sobre Cine

RANDOM
Flecha subir