Ahora Superman reina los cines y la taquilla y encandila a crítica y público a partes iguales, pero hace unos años DC estaba en su peor momento. La editorial buscaba que sus adaptaciones triunfaran en taquilla tras el éxito de Aquaman en 2019, pero nada salía bien. Black Adam, esa película vendida como el renacer de la jerarquía del poder en el universo DC (palabra de Dwayne Johnson), llegaba a los cines sin demasiado estruendo ni gloria. Pero su escena postcréditos sí que encendió una chispa: Henry Cavill volvía a enfundarse la capa roja. Era Superman otra vez.
Y poco después, Warner Bros. hacía oficial lo que muchos llevaban años esperando tras la visión de Zack Snyder: El hombre de acero 2 estaba en marcha y en el estudio apostaron por el proyecto. Pero todo cambió en cuestión de días. De forma repentina, el estudio anunció el punto y final para el viejo Universo Extendido de DC.
Llegaban James Gunn y Peter Safran, fichados por David Zaslav para tomar las riendas de la nueva DC Studios. Y con ellos, un reinicio casi total. Nuevo rumbo. Nuevo Superman. Nuevo actor.. Ahora James Gunn, que ha analizado el desempeño del filme, explica cómo fue la salida del actor de DC.
James Gunn lo admite: “Lo de Henry Cavill como Superman fue una injusticia terrible”
Cavill, que acababa de anunciar su regreso como el último hijo de Krypton, confirmaba entonces su marcha definitiva del personaje. El mazazo llegaba con una sincronía cruel: también se despedía de su papel como Geralt en The Witcher. El mundo, en resumen, se había puesto del revés. A Gunn le llovieron críticas. No tanto por el plan —que tenía sentido en clave industrial—, sino por las formas. Porque ni siquiera él entendía bien cómo se había permitido aquel caos comunicativo. En una reciente entrevista en el pódcast Happy Sad Confused, el director y nuevo cerebro de DC confesaba que todo sucedió mientras él y Safran estaban decidiendo si aceptar el puesto.
“El día en que se cerró el trato, de repente anunciaron el regreso de Henry”, explica Gunn. “Pensé: ‘¿Pero qué está pasando?’. Sabíamos que el plan era hacer Superman... pero con otro enfoque. Fue injusto para él. Un vacío de poder hizo que todo el mundo tratara de imponer su visión, sin que eso formara parte de los planes de Zaslav”, indica Gunn. No obstante, Dwayne Johnson y los suyos intentaron imponer su visión de hacia dónde debía ir DC con la llegada de Black Adam e incluso llegaron a hacer boicot a otras producciones de Warner.
Gunn recuerda a Cavill como un auténtico caballero. “Lo único que me pidió fue poder comunicarlo él mismo, en lugar de que lo hiciéramos nosotros. Y le dije: ‘¡Qué clase tienes!’”. Y el resto es historia: Henry Cavill voló a otros proyectos —entre ellos, Warhammer 40.000—, mientras David Corenswet recogía el testigo con Superman ya en fase de promoción. Eso sí, Gunn no cierra del todo la puerta a Cavill.
El universo DC que está construyendo es amplio, con nuevas versiones de Wonder Woman, la esperada Supergirl y mucho más, con suficiente espacio para más héroes, incluso si ya han salvado el mundo una vez.















