La trilogía de secuelas de Star Wars que culminó en el año 2019 con el 'Episodio IX: El ascenso de Skywalker' trajo consigo muchas polémicas entre los amantes de la franquicia. Uno de los personajes sobre los que llovieron más críticas en su momento fue Kylo Ren, el Sith cuyo arco argumental fue dando considerables volantazos de una película a otra hasta terminar con un final que a muchos no le pareció nada nuevo ni satisfacotorio...
Es curioso saber, no obstante, que de acuerdo con palabras recogidas hace un tiempo en una entrevista concedida a The Rich Eisen Show (vía Variety) por parte de Adam Driver, el actor que encarnó a Ren en la gran pantalla, su personaje originalmente tenía un arco bastante definido como gran villano de la trilogía y su final se suponía que sería mucho más oscuro de lo que vimos en cines.
El final original de Kylo Ren iba a ser opuesto al de Darth Vader y lo acercaría más al Lado Oscuro
De acuerdo con lo explicado por el propio Adam Driver, parece ser que inicialmente en el 'Episodio VII: El despertar de la Fuerza' el plan que tenía J.J. Abrams con Kylo Ren era crear un antagonista que fuese una especie de espejo de la figura de Darth Vader, es decir un villano que funcionase al revés:
"Su idea era casi la opuesta a la de Vader, donde Vader comienza más confiado, más comprometido con el Lado Oscuro, y en la última película es el más vulnerable y débil", explicó el intérprete, para después aclarar: "Él quería comenzar al revés, donde este personaje fuera el más confundido y vulnerable, y al final de las tres películas estaría más comprometido con el Lado Oscuro".
La idea era esa, pero como sabemos, luego cambió. "Intenté mantener ese arco en mente, aunque al final no fue ese el viaje, porque cambió durante el rodaje. Pero yo seguía centrado en eso", mencionó Driver. El primer problema vino, evidentemente, cuando Rian Johnson se hizo cargo de 'Episodio VIII: Los últimos Jedi' y llevó a Ren hacia otra dirección, aunque Driver asegura que todavía podía identificar el progreso del personaje.
Finalmente, con la preparación de la tercera película y la vuelta de J.J. Abrams, el arco de Ren volvió a variar. "La última, cambió y pasó a ser, ya sabes, sobre ellos y la díada, y cosas así. Y evolucionó hacia Ben Solo. Eso nunca formó parte de la trilogía", expresó Driver. "Él era Ben Solo desde el principio, pero nunca hubo una versión en la que volviésemos a ver a ese Ben Solo cuando me uní al proyecto".
Cabe recordar (atención con los spoilers a continuación) que al final de la trilogía Kylo vuelve a recuperar su identidad como Ben Solo, hijo de Han y Leia, y decide unirse a Rey para luchar contra Darth Sidious. Tras redimirse, Ben acaba dando su vida para salvar a Rey y se vuelve uno con la Fuerza, por lo que su desenlace lo establece finalmente como un personaje bondadoso y lo acerca al mismo final que tuvo Darth Vader en la trilogía clásica.
Evidentemente nunca sabremos cómo podría haber sido ese supuesto final más oscuro para Ren, pero tal vez habría sido más interesante y genuino que el que se ofreció en última instancia. Un problema sin duda surgido de la falta de cohesión creativa en la trilogía de secuelas que también afectó al personaje de Rey, pues al inicio la Jedi iba a tener una conexión con Obi-Wan Kenobi, pero después se dijo que no era "nadie" y en la última cinta se reveló que realmente era nieta de Palpatine.
Los cambios de guion durante los rodajes de grandes películas de este estilo están a la orden del día, y en la saga Star Wars no son una novedad. Ya durante la realización de las películas al cargo de George Lucas fueron una constante, pero desde luego a veces salen mejor y otras veces peor, y este es un claro ejemplo de ello.
