La inteligencia artificial está irrumpiendo en el mundo laboral con una velocidad que nadie esperaba, y el sector tecnológico no es la excepción. Durante décadas, aprender lenguajes como Python, C, JavaScript o Rust fue sinónimo de seguridad profesional, pero esa realidad está a punto de cambiar de forma radical.
Un exultante Sam Altman, CEO de OpenAI y cerebro detrás de ChatGPT -cuya versión GPT-5 acaba de ser lanzada-, ha sido claro: la IA no solo está mejorando, sino que pronto superará las capacidades humanas en tareas de programación. En una entrevista para Stratechery con Ben Thompson, Altman explicó que los sistemas inteligentes serán capaces de escribir código con una eficiencia y precisión superiores a las de cualquier desarrollador.
Sam Altman pronostica el fin del reinado de los programadores de Python, C y JavaScript: "Solo es cuestión de tiempo..."
Este avance supone una transformación profunda en el mercado laboral tecnológico. Si hasta ahora dominar un lenguaje de programación era la llave maestra para acceder a un buen empleo, en breve esa llave podría quedar obsoleta. Altman advierte que la automatización de la programación será gradual, pero imparable: primero afectará tareas repetitivas y específicas, para luego abarcar casi todo el proceso de desarrollo de software.
El mensaje es claro para quienes están empezando o buscan reconvertirse: la habilidad esencial en el futuro no será aprender un lenguaje en particular, sino ser capaz de adaptarse rápido y aprender nuevas tecnologías. Para Altman, la “meta-habilidad” es la resiliencia y la capacidad de aprendizaje continuo, algo fundamental en un entorno donde la innovación es constante y acelerada.
Aunque hoy en día la demanda de ingenieros sigue siendo alta, la realidad es que ese escenario no durará mucho. Las herramientas de IA están evolucionando tan rápido que la mayoría del trabajo de programación podría automatizarse en pocos años, haciendo que habilidades como escribir código en Python o JavaScript pierdan relevancia.
Pero esta advertencia también encierra una oportunidad: quienes sepan convivir y colaborar con la inteligencia artificial tendrán una ventaja competitiva indiscutible. El futuro profesional pasa por dominar las nuevas herramientas basadas en IA y por mantener una mentalidad flexible, preparada para los constantes cambios tecnológicos.
Por último, Altman reconoció que ChatGPT no siempre fue perfecto en su trato con los usuarios. En sus primeras versiones, la IA era demasiado neutral y cautelosa, lo que restaba naturalidad a la interacción. Sin embargo, tras aprender de sus errores y de otros chatbots más directos, OpenAI ha mejorado notablemente su comunicación, manteniendo así a millones de usuarios comprometidos.
En definitiva, el terreno laboral está cambiando, y la inteligencia artificial está marcando el ritmo. La pregunta es si estamos preparados para bailar al son de esta nueva revolución.















