OpenAI ha movido ficha. La tecnológica estadounidense presentó este jueves, en un evento retransmitido por internet, GPT-5, su nuevo y más ambicioso modelo de inteligencia artificial, ha comenzado a desplegarse de forma gratuita y progresiva para todos los usuarios de ChatGPT.
Sam Altman, CEO de la compañía y, en su línea de siempre, no se anduvo con rodeos: aseguró que esta IA es como “llevar en el bolsillo un equipo de expertos con doctorado trabajando para ti” y, aunque suena a hipérbole de Silicon Valley, la demostración dejó claro que la apuesta es seria.
Sam Altman anuncia las revolucionarias novedades de ChatGPT 5 y festeja su llegada: "Es como llevar un millón de expertos en el bolsillo"
El salto respecto a sus predecesores —desde el ya conocido GPT-4o hasta los modelos de razonamiento de la serie o, pasando por sus agentes y capacidades matemáticas avanzadas— es notable. GPT-5 no solo promete ser más fiable y preciso que nunca, sino también capaz de afrontar tareas de ingeniería de software completas, desde escribir código a partir de una instrucción sencilla hasta desarrollar aplicaciones complejas. Uno de sus creadores lo resumió con ironía: “Esto va más allá del vibe coding”.
Entre los puntos que Altman quiso subrayar, destaca el potencial de GPT-5 en el ámbito de la salud, un terreno en el que ChatGPT ya cuenta con una de sus comunidades más activas. Para ilustrarlo, invitó al escenario a una paciente oncológica que relató cómo la herramienta le ayudó a comprender mejor su caso y tomar decisiones sobre su tratamiento. No es casualidad: la compañía asegura que el nuevo modelo ha reducido de forma significativa la tasa de “alucinaciones” —errores en sus respuestas— y que ahora es capaz de detectar cuándo no puede completar una tarea, evitando así inventar datos y mejorando la precisión.
Las cifras acompañan al anuncio. ChatGPT ya suma 700 millones de usuarios, de los que 5 millones pagan por sus servicios, y OpenAI presume de una lista creciente de empresas de múltiples sectores que integran sus modelos, especialmente a través de ChatGPT Enterprise. No olvidemos que el chatbot se lanzó en noviembre de 2022, y desde entonces la compañía se ha consolidado como uno de los jugadores clave en la carrera global hacia lo que algunos ya llaman la “superinteligencia artificial”.
Microsoft, socio estratégico de OpenAI, no tardó en mover ficha: confirmó que GPT-5 ha sido entrenado en su infraestructura Azure y que comenzará a integrarlo en una amplia gama de productos y servicios, tanto para usuarios como para empresas y desarrolladores. Por su parte, OpenAI ha puesto sobre la mesa tres variantes del modelo, accesibles mediante su API, pensadas para cubrir distintas necesidades y niveles de complejidad.
Un lanzamiento que, más que un simple paso adelante, huele a declaración de intenciones: GPT-5 no solo quiere ser el cerebro más potente de la IA conversacional, quiere marcar la pauta del futuro inmediato de esta tecnología.
