La plataforma Netflix ha presentado al fin el tráiler oficial de Puñales por la espalda: De entre los muertos, la tercera entrega de la saga creada por Rian Johnson y protagonizada por Daniel Craig. La película, que llega a los cines el 26 de noviembre y aterriza en la plataforma el 12 de diciembre, promete ser el misterio más oscuro y desconcertante hasta la fecha para Benoit Blanc. Tras su estreno en el Festival de Toronto, las primeras críticas coinciden en que Johnson mantiene intacta la frescura y el ingenio de la fórmula.
Un crimen con ecos de superstición
La cinta arranca con un asesinato disfrazado de milagro que sacude a una pequeña comunidad. En el tráiler se adelanta un tono más sombrío que en las dos entregas anteriores, con un Blanc enfrentado a un rompecabezas donde superstición y devoción amenazan con nublar la lógica. Johnson asegura que esta apuesta le permite explorar nuevos registros dentro del género whodunit sin abandonar su humor afilado.
El elenco vuelve a ser uno de los grandes atractivos. A Daniel Craig lo acompañan Josh O’Connor, Glenn Close, Josh Brolin, Mila Kunis, Jeremy Renner, Kerry Washington, Andrew Scott, Cailee Spaeny, Daryl McCormack y Thomas Haden Church. Johnson repite la fórmula coral que le funcionó en Knives Out (2019) y Glass Onion (2023), reuniendo a actores de distintas generaciones y estilos para un tablero en el que todos parecen tener algo que ocultar.
Una apuesta estratégica de Netflix
El regreso de Benoit Blanc llega en un momento clave para la compañía, que busca producir títulos capaces de competir en taquilla y premios. El estreno en salas a finales de noviembre responde a la estrategia de garantizar la presencia en la temporada de galardones, con especial atención a los Globos de Oro y los Óscar. Johnson ya ha sido elogiado por revitalizar el misterio clásico, y algunos críticos creen que esta tercera entrega podría consagrar la saga como una franquicia de prestigio.
El tráiler revela un cambio estético y narrativo. Frente a los lujos excéntricos de Glass Onion o la opulencia hereditaria de Knives Out, esta vez Johnson opta por escenarios rurales, referencias religiosas y un aire de inquietud colectiva que dan al filme resonancias góticas. Con ello, amplía los horizontes de la franquicia y evita caer en la repetición.















