Tras el inesperado éxito de Agárralo como puedas —cuyo estreno en cines españoles se producirá en las próximas semanas—, Liam Neeson parece haber encontrado en la comedia un nuevo territorio donde moverse con soltura. Y no está dispuesto a soltarlo. El actor volverá a las andadas en 2026 con Cold Storage, un thriller con aroma a ciencia ficción noventera que combina el humor negro con una amenaza fúngica de proporciones apocalípticas.
Liam Neeson se enfrenta a una amenaza fúngica letal en su nuevo thriller de ciencia ficción
Dirigida por Jonny Campbell —a quien quizá recuerdes por Autopsia de un alien— y escrita por David Koepp, guionista de títulos como Parque Jurásico o Misión: Imposible, la película adapta la novela homónima escrita por el propio Koepp, quien vuelve así a uno de sus géneros predilectos: la catástrofe científica con monstruo microscópico incluido.
La premisa no se anda con rodeos. Un hongo mutante, altamente contagioso, escapa de una instalación sellada y comienza a propagarse a un ritmo que haría palidecer al Cordyceps de The Last of Us. El mundo está al borde del colapso y la única línea de defensa la forman un par de jóvenes empleados —Joe Keery (Stranger Things) y Georgina Campbell (Barbarian)— y un agente de bioterrorismo retirado, Robert Quinn, interpretado por Neeson.
Según la sinopsis oficial, los protagonistas deberán "sobrevivir al turno de noche más alocado de la historia para evitar la extinción de la humanidad, mientras el microorganismo se expande y destruye todo a su paso". Todo apunta a un cóctel de tensión, acción y humor desesperado que bebe tanto de los códigos del thriller clásico como del cine de catástrofes con espíritu gamberro.
El reparto lo completan Sosie Bacon (Smile), Lesley Manville (Back to Black), Ellora Torchia (Midsommar), Nahel Tzegai, Nahna James y Aaron Heffernan, en una producción que, si cumple lo que promete, podría convertirse en una de las sorpresas más raras —y celebradas— de la cartelera de 2026. Liam Neeson luchando contra un hongo asesino con cara de pocos amigos y un guion de Koepp dispuesto a reírse del apocalipsis pueden arrasar el año que viene.















