En pleno corazón del Piamonte italiano, se alza una de las construcciones más imponentes y desconocidas de Europa: el Fuerte de Fenestrelle, también llamado por muchos “la otra Gran Muralla”. A diferencia de su hermana asiática, esta fortificación no atraviesa llanuras infinitas, sino que trepa la ladera de la montaña en el valle de Chisone, al norte de Italia, serpenteando por tres kilómetros y sorteando un desnivel de 650 metros.
Fue concebida no solo como bastión defensivo, sino como una proeza de ingeniería militar que, siglos después, sigue asombrando a quienes se atreven a recorrer sus interminables escalones. Porque sí, visitar Fenestrelle no es para cualquiera. Su escalera cubierta, considerada la más larga de Europa, cuenta con 4.000 peldaños que varían de forma y dificultad a medida que se asciende.
Siete fuertes conectados
A lo largo de la ruta, el visitante atraviesa siete reductos militares conectados por una muralla que recuerda inevitablemente a la Gran Muralla China. Este coloso pétreo ofrece una experiencia inmersiva entre historia y naturaleza, con vistas privilegiadas a los Alpes y una atmósfera que, según cuentan algunos, está impregnada de ecos del pasado.
El recorrido más completo, conocido como el Paseo Real, exige unas siete horas de caminata, comenzando a las nueve de la mañana y culminando al atardecer. A lo largo del trayecto, los excursionistas cruzan puntos emblemáticos como el Forte San Carlo y el Forte Tre Denti, hasta alcanzar los 1.800 metros de altitud. Para quienes buscan una experiencia más breve, el fuerte ofrece dos alternativas: una visita guiada de tres horas que explora la historia y los subterráneos del recinto, y otra de apenas una hora centrada en el corazón de la estructura, ideal para los que tienen poco tiempo pero no quieren perderse este tesoro arquitectónico.
Se dice que tiene fantasmas
Como toda gran fortaleza antigua, Fenestrelle también tiene su propia leyenda. Se dice que un general francés que murió durante un asedio aún recorre la escalera cubierta durante la noche. Varios visitantes aseguran haber escuchado pasos solitarios y ecos inquietantes en el silencio de la madrugada. Aunque no existen pruebas científicas que avalen estos relatos, la historia ha calado hondo en el imaginario popular, añadiendo un toque de misterio a la imponente estructura militar.
Más allá de las leyendas, el Fuerte de Fenestrelle es un viaje al pasado que invita a descubrir una parte olvidada del patrimonio europeo. Ya sea por curiosidad histórica, por el reto físico o por el simple deseo de descubrir lo inusual, la muralla italiana se revela como un destino tan exigente como fascinante.
