En una reciente aparición en el podcast Scriptnotes, Eric Kripke, creador de The Boys, compartió su perspectiva sobre las adaptaciones de cómics, destacando su preferencia por la serie Watchmen de Damon Lindelof frente a la película de Zack Snyder.
Mejor dirección propia que copiar el material original
Kripke argumentó que la serie de HBO resultó más interesante al tomar una dirección propia, en lugar de intentar replicar fielmente el cómic original. Según explica, adaptar directamente un cómic al formato audiovisual puede ser contraproducente, ya que los cómics son un medio espacial, mientras que el cine y la televisión son medios temporales, lo que implica ritmos narrativos diferentes.
"A ver, creo que Scott Pilgrim es una de las pocas excepciones con mucha fidelidad con el cómic original y que funcionase. La Watchmen de Damon (Lindelof) es mucho más interesante que la película porque fue en su propia dirección. Diría que es encontrar lo que es único de tu historia. Con The Boys la dirección era tomar ese concepto absurdo de “gente voladora y mágica” y aplicarlo a nuestro mundo real. Es en esa tensión donde reside la serie", concretó el creador del éxito de Prime Video
Esta visión se refleja en The Boys, donde Kripke optó por utilizar el concepto de superhéroes en un contexto realista y satírico, alejándose de una adaptación literal del cómic de Garth Ennis. La serie explora cómo sería un mundo donde los superhéroes existen y están influenciados por el poder, la corrupción y los intereses corporativos. Por eso, enfatiza que su objetivo no es replicar el cómic, sino crear una narrativa que resuene con la audiencia contemporánea, utilizando el material original como inspiración más que como un guion estricto.
La serie consiguió conectar con el presente
En contraste, la película Watchmen de Zack Snyder ha sido objeto de debate por su fidelidad al cómic de Alan Moore y Dave Gibbons. Aunque algunos elogian su atención al detalle y su estética visual, otros critican que una adaptación demasiado literal puede no capturar la esencia del medio original ni aprovechar las posibilidades del cine. La serie de Lindelof, al tomar libertades creativas, logró ofrecer una narrativa que dialoga con el presente, abordando temas como el racismo sistémico y la justicia social, lo que, según Kripke, la hace más relevante y provocadora.
Kripke también ha expresado su preocupación por cómo las historias de superhéroes pueden transmitir mensajes problemáticos si no se contextualizan adecuadamente. En entrevistas anteriores, ha señalado que muchas narrativas de superhéroes refuerzan la idea de esperar a que una figura poderosa resuelva los problemas, en lugar de empoderar a las personas para actuar por sí mismas. Esta crítica se alinea con la intención de The Boys de cuestionar y satirizar los tropos tradicionales del género, presentando a superhéroes que, lejos de ser salvadores, son a menudo parte del problema.
