En el otoño de 2023, una declaración del empresario Narayana Murthy, cofundador de Infosys, agitó profundamente el debate laboral en India. En un país que salía de la pandemia y lidiaba con reformas controvertidas sobre el tiempo de trabajo, Murthy propuso que los jóvenes deberían trabajar 70 horas semanales para impulsar el crecimiento económico.
Sus palabras resonaron con fuerza al señalar que India tiene una de las productividades más bajas del mundo y que solo mediante un esfuerzo extraordinario se lograría una transformación real. La intervención del veterano empresario coincidió con un contexto político sensible. En paralelo, se discutían en el Parlamento leyes que buscaban ampliar la jornada laboral a 12 horas al día, desatando protestas sociales.
Aunque Murthy evitó vincular directamente su propuesta con estas reformas, muchos la interpretaron como un apoyo implícito a una visión de sacrificio generacional y reconstrucción nacional, evocando los tiempos posteriores a la independencia del país.
Productividad, salud y modelo de sociedad
Sin embargo, los datos ya reflejan un nivel de exigencia elevado en el mundo laboral indio. Según la Organización Internacional del Trabajo, los trabajadores indios cumplen una media de 47 horas semanales, y en sectores como el tecnológico la cifra puede ascender a más de 60 horas. En ciudades como Bangalore o Hyderabad, los maratones laborales son comunes, especialmente entre los jóvenes profesionales que prestan servicios a empresas globales.
Los expertos advierten sobre los riesgos de esta sobrecarga
Estudios recientes, como los publicados por la Harvard Business Review, demuestran que la productividad decae a partir de cierto umbral: las jornadas de más de 50 horas semanales aumentan el estrés, erosionan la salud y reducen el rendimiento. Lejos de aumentar la eficiencia, prolongar el horario laboral podría acabar teniendo un efecto contrario al deseado por Murthy.
Frente a la cultura del “más es mejor”, voces como la del empresario Ronnie Screwvala abogan por priorizar la calidad del trabajo, no la cantidad. En su opinión, el futuro pasa por impulsar la eficiencia, la formación continua y el equilibrio entre vida profesional y personal. Así, el debate sobre las horas laborales en India no solo interpela a su mercado de trabajo, sino también al modelo de sociedad que quiere construir en el siglo XXI: uno basado en el sacrificio o en la sostenibilidad.
