A veces las películas de superhéroes no funcionan, da igual que sea de Marvel o DC. El director Martin Campbell no fue el primero —ni será el último— en tropezar con una adaptación de superhéroes de DC. Ahora, 14 años después del estreno de Green Lantern (2011), el cineasta no tiene reparos en reconocer los fallos de la película, incluidos aquellos de los que se siente directamente responsable.
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En una entrevista reciente con Variety durante la promoción de su próximo thriller Cleaner, Campbell habló abiertamente sobre la experiencia, admitiendo que no le quedó ningún interés en volver a dirigir películas de superhéroes y siendo muy honesto con sus opiniones sobre lo mal que salió Green Lantern.
“Ninguno en absoluto”, afirmó. La cinta, protagonizada por Ryan Reynolds y Blake Lively, recaudó 237 millones de dólares en taquilla frente a un presupuesto de 200 millones, una cifra insuficiente para considerarse un éxito comercial. Según el director, la falta de familiaridad y entusiasmo con el género fue un factor clave en su rendimiento.
"No funcionó en taquilla por varias razones, pero la única razón por la que la hice fue porque nunca había dirigido una película de superhéroes", ha explicado Campbell. "Si vas a hacer una película así, tienes que estar conectado con ese mundo, ¿sabes a lo que me refiero?", prosigue. "Tienes que emocionarte con ello, formar parte de ese universo y haber estado involucrado en ese tipo de historias. Y yo no lo estaba", puntializa.
No es la primera vez que Campbell reconoce que no fue el director adecuado para el proyecto. Aunque leyó los cómics para mantenerse fiel a los personajes, señala que el guion con el que trabajó no terminó de funcionar. "No estoy culpando al guion, pero no creo que fuera excelente. Además, nuestro villano, Parallax, era solo una nube con una cara. Literalmente, eso era todo", comentó.
El cineasta también destacó que el desenlace de la película se vio afectado por restricciones presupuestarias, algo que modificó enormemente el resultado de la producción, que ya arrastraba problemas de todo tipo.
"Tenía un final completamente distinto para la película, o al menos para el último tercio. Pero lo descartaron por cuestiones de costes", reveló. A pesar de esas limitaciones, elogió la labor de Reynolds y Lively. "Ryan y Blake fueron maravillosos. Los dos hicieron un trabajo fantástico y fueron geniales para trabajar", aseguró. No obstante, Ryan Reynolds luego triunfaría con Deadpool y sigue encajado en el género de los superhéroes, con un prometedor proyecto al respecto.
En cualquier caso, Campbell asume la responsabilidad del resultado. "No estoy poniendo excusas. Si diriges una película y al público no le gusta, tienes que aceptarlo. Soy el director, así que es culpa mía", sentenció. Y concluyó de forma contundente: "Hice esa película simplemente porque nunca había hecho una de superhéroes, y la película fracasó. Así de simple". Ahora, el universo de DC tiene una nueva oportunidad con Superman de James Gunn.
