El mundo está repleto de maravillas y secretos complicados de comprender. Hay cosas, de hecho, que tienen una complicada explicación y pasan a ser prácticamente de otro universo. En el caso de África, existen infinidad de fenómenos naturales que son un regalo para los ojos, como el lago rosa de al norte de la península senegalesa de Cabo Verde. Esta obra de arte es conocida en todo el mundo por haber sido la llegada del rally París Dakar en casi todas sus ediciones hasta 2008.
Existe un lago rosa en África que desafía a la naturaleza y no parece de este mundo
El motivo por el que este lago recibe el adjetivo de rosa y sus aguas lucen de tal color y forma es debido a un alga llamada Dunaliella salina, la cual fabrica un pigmento rojo que absorbe la luz del sol y por tanto hace que las aguas se muestren de manera muy singular. El lago rosa es conocido localmente como Lac Retba, cubre una superficie de 3 km² y tiene un alto nivel de salinidad, lo que permite que igual que en el mar Muerto las personas floten con una facilidad asombrosa. Se trata de uno de los fenómenos naturales más increíbles de África y un absoluto lugar de renombre que dista 35 kilómetros de Dakar, convirtiéndose de este modo es una especie de maravilla para el mundo.
La zona que rodea el lago está plagada de explotaciones extractivas de sal que iniciaron su trabajo allá en los años 70, por lo que este lago rosa lleva mucho tiempo "en activo" y es mucho más que simplemente un paisaje de acompañamiento para el Dakar y la actividad deportiva. Generalmente, la sal que se recoge se destina a las conservas de pescado o a la exportación. Las mujeres y hombres que se encargan de trabajar en el lago para coger esa sal, se protegen de la salinidad corrosiva untándose con manteca de karité, un árbol de hasta 15 metros de altura que puede vivir hasta tres siglos.















