La Academia de Cine española ha revelado las tres películas que competirán por representar a España en los próximos Óscar en la categoría de mejor película internacional. Sirât de Oliver Laxe, Romería de Carla Simón y Sorda de Eva Libertad forman el trío preseleccionado.
La decisión definitiva se dará a conocer el próximo 17 de septiembre, tras una segunda ronda de votaciones en la que los académicos deberán decantarse por un único título. Este proceso, cada vez más seguido por la industria y los medios, refleja el peso creciente de la carrera hacia Hollywood para el cine español.
La favorita es una de las que más gustó en Cannes
La gran favorita es Sirât, que ya dejó huella en el pasado festival de Cannes al alzarse con el Premio del Jurado. Con Sergi López en el papel de un padre que, acompañado de su hijo pequeño, atraviesa Marruecos y el Sáhara en busca de su hija inmersa en el mundo de las raves, la cinta mezcla aventura, drama familiar y un claro guiño al cine estadounidense de los setenta. El respaldo de El Deseo, la productora de los hermanos Almodóvar, y la distribución en Estados Unidos a cargo de Neon —responsable de éxitos como Parásitos— refuerzan su posición como aspirante con recorrido internacional.
Carla Simón, tercera vez en la carrera
También con paso firme llega Romería, la tercera película de Carla Simón tras Estiu 1993 y Alcarràs, ambas ya enviadas por España a los Oscar en ediciones anteriores. En esta ocasión, la cineasta se adentra en la historia de sus padres en Vigo, durante los años más duros de la epidemia de heroína y sida. Con un tono íntimo, autobiográfico y al mismo tiempo ficcionado, Simón vuelve a explorar la memoria familiar como materia cinematográfica. Tras presentarse en Cannes y con distribución ya cerrada en Estados Unidos, la película se perfila como una opción sólida y sensible que conecta con las preocupaciones sociales de la Academia de Hollywood.
La revelación de Eva Libertad
La sorpresa del trío la aporta Sorda, el debut en largo de Eva Libertad. Protagonizada por Miriam Garlo y Álvaro Cervantes, la película se centra en la maternidad de una mujer sorda y ha conquistado tanto a la crítica como al público. Triunfó en el Festival de Málaga con cuatro premios, incluida la Biznaga de Oro, y pasó por la Berlinale, consolidándose como una de las revelaciones del cine español reciente. Su carácter personal, el foco en la diversidad funcional y el trasfondo de justicia social le otorgan un perfil diferente y arriesgado frente a los otros dos títulos, más ligados a trayectorias consolidadas y respaldos industriales.
Veinte años sin estatuilla
La elección llega en un contexto de sequía: hace dos décadas que España no consigue alzarse con la estatuilla, desde Mar adentro de Alejandro Amenábar (2004). Más recientemente, La sociedad de la nieve de J. A. Bayona logró la nominación, pero se quedó a las puertas de la victoria. La presión es evidente: cada año se suman más países —el año pasado participaron 85— y los rivales son de primer nivel, con títulos firmados por directores como Joachim Trier, Park Chan-wook o los hermanos Dardenne.
Sea cual sea la película seleccionada, el 17 de septiembre marcará el inicio de una intensa campaña internacional. Los productores saben que, más allá de la calidad artística, llegar lejos en los Oscar exige inversión en promoción, proyecciones privadas, presencia en medios estadounidenses y capacidad de conectar con una Academia que premia tanto la emoción como la oportunidad política de cada filme.















