PLD Space ha enseñado por fin el cuerpo entero de su gran apuesta: el Miura 5, el lanzador orbital reutilizable con el que España quiere dejar de ser solo cliente y pasar a ser proveedor de acceso al espacio. La compañía ilicitana ha mostrado en sus instalaciones de Elche la primera unidad completamente integrada del cohete, el llamado Modelo de Calificación 1 (QM1), un gigante de unas 70 toneladas y altura similar a un edificio de once plantas que no volará, pero que servirá para poner a prueba todos los sistemas antes del estreno oficial desde la Guayana Francesa en el primer trimestre de 2026.
Esta primera unidad es, en la práctica, un banco de pruebas a tamaño real. La segunda etapa viajará a Estados Unidos para un ensayo de destrucción que certificará el sistema de terminación de vuelo: las cargas explosivas que, en caso de anomalía, deben ser capaces de desintegrar el vehículo de forma controlada. La primera etapa, por su parte, afrontará una prueba de “Wet Dress Rehearsal”, una carga completa de propelentes que simula al milímetro las operaciones de llenado y presurización previas a un lanzamiento real. Son ensayos caros y poco vistosos, pero clave para reducir al mínimo la probabilidad de fallo en el primer vuelo.
Un cohete orbital con sello español
El Miura 5 es mucho más que un cohete grande con bandera española pintada en el fuselaje. Se trata de un lanzador orbital parcialmente reutilizable, de dos etapas, propulsado por cinco motores TEPREL-C alimentados con oxígeno líquido y queroseno (RP-1) en la primera etapa y una versión adaptada al vacío en la segunda. Según los datos remitidos a la Agencia Espacial Europea, podrá colocar hasta unos 1.000 kilos en órbita baja y alrededor de 500 kilos en órbita sincrónica al Sol, el rango perfecto para constelaciones pequeñas de observación de la Tierra o telecomunicaciones, un segmento en el que Europa depende todavía de lanzadores extranjeros.
Para PLD Space, el QM1 es también la prueba de que su modelo industrial funciona. La empresa ha diseñado, fabricado e integrado esta primera unidad en apenas dos años gracias a una estrategia de integración vertical: motores, estructuras, aviónica y software se desarrollan y ensayan en sus propios centros de Elche y Teruel, lo que evita cuellos de botella y permite iterar con rapidez. La compañía asegura que podrá completar tres unidades integradas de Miura 5 en menos de cinco meses: una segunda unidad de calificación antes de final de año y, ya en 2026, el cohete de vuelo que viajará al puerto espacial de Kourou para la campaña de lanzamiento.
Objetivo: liderar el acceso europeo al espacio
El salto llega apenas dos años después de que el Miura 1, su hermano pequeño suborbital, despegara con éxito desde Huelva y se convirtiera en el primer cohete privado europeo recuperable, un demostrador tecnólogico que ha servido para madurar motores, sistemas de guiado y procesos de producción que ahora se escalan al segmento orbital. Esa herencia, junto con el apoyo financiero de programas como el Future Launchers Preparatory Programme de la ESA y el interés del CNES francés por sumar un nuevo lanzador al ecosistema del puerto de Kourou, explican que PLD presuma ya de haber desarrollado uno de los cohetes orbitales más rápidos en llegar a fase de calificación en Europa.
La ambición es clara: cubrir el hueco de lanzadores medianos para satélites pequeños, ofrecer vuelos frecuentes desde territorio europeo y, a medio plazo, recuperar la primera etapa para reutilizarla, siguiendo la senda marcada por SpaceX pero adaptada a la escala y necesidades del mercado europeo.
