Tras años de incertidumbre y proyectos fallidos, Star Trek vuelve a situarse en el radar cinematográfico de Paramount con no uno, sino dos largometrajes en desarrollo. El reciente informe de Deadline confirma que la fusión entre Paramount y Skydance Media ha reactivado la maquinaria para devolver a la franquicia a la gran pantalla, situándola como una de las prioridades absolutas del nuevo conglomerado.
Una ración de personajes nuevos y otra de nostalgia
La estrategia incluye una doble vía: por un lado, un filme con personajes completamente nuevos, dirigido por Toby Haynes (Andor) y escrito por Seth Grahame-Smith; por otro, una producción centrada en los rostros más icónicos del universo Trek, con Kirk, Spock y la tripulación del Enterprise, cuyo guion corre a cargo de Steve Yockey.
La última vez que Star Trek se asomó a las salas de cine fue en 2016, con Star Trek Beyond, coincidiendo con el 50 aniversario de la saga. Aunque la cinta dirigida por Justin Lin recibió críticas positivas, su recaudación de 343 millones de dólares quedó por debajo de lo esperado, especialmente considerando su presupuesto de 185 millones, lo que la convirtió en la entrega menos taquillera de la denominada “Kelvin Timeline” iniciada por J.J. Abrams en 2009. Desde entonces, la saga ha vivido una prolongada travesía por el llamado “infierno del desarrollo”, con guiones descartados, directores que entraban y salían, y hasta proyectos tan peculiares como el que Quentin Tarantino llegó a tantear.
Uno de los intentos más comentados fue el de Noah Hawley (Fargo), que planeaba una historia con una tripulación completamente nueva y una trama marcada por una pandemia. Paramount decidió frenarlo en plena fase de casting, en parte por las sensibilidades comerciales del momento. El nuevo proyecto de Haynes retoma ese espíritu de reinvención, aunque con una visión distinta, apostando por ampliar el universo con caras inéditas y no depender exclusivamente de los grandes iconos del pasado. Una jugada que, según los analistas, es clave si la saga quiere seguir siendo relevante en una industria que castiga la falta de innovación.
No obstante, la nostalgia sigue siendo un motor poderoso. El segundo proyecto, centrado en Kirk y Spock, apunta a recuperar a Chris Pine, Zachary Quinto y el resto del elenco Kelvin para lo que podría ser su última gran misión conjunta. Esta vía encaja con la tendencia actual de Hollywood a producir “legacy sequels” que sirvan tanto para contentar a la base de fans como para cerrar etapas narrativas. Si se concreta, la película podría funcionar como una despedida simbólica, pasando el testigo a la nueva generación que se presentaría en el filme de Haynes.
La coexistencia de ambas producciones plantea un interesante dilema estratégico para Paramount: priorizar el impulso creativo de una historia fresca o apostar por la seguridad que ofrece un reparto consolidado y querido por el público.
