Elon Musk, director ejecutivo de Tesla y propietario de X (antes Twitter), ha vuelto a colocar el foco mediático en la relación entre política, entretenimiento y cultura digital. El magnate anunció que cancelaba su suscripción a Netflix después de que circularan capturas de un mensaje atribuido al director británico Hamish Steele —creador de la serie animada El Punto Muerto: Un parque paranormal— en el que este presuntamente se burlaba del asesinato del activista conservador Charlie Kirk.
El suceso desató una tormenta en redes sociales. Musk respondió a un usuario que compartió su propia cancelación de Netflix y acusó a la plataforma de “emplear a alguien que celebró el asesinato de Charlie Kirk y que empuja contenido pro-trans a los niños”. Musk escribió simplemente: “Same” (“Igual”), confirmando que había tomado la misma decisión. Acto seguido, calificó a Steele de “groomer” —un término despectivo usado en debates sobre ideología de género—, intensificando la controversia.
"Si contratas a alguien que celebró el asesinato de Charlie Kirk y crea contenido que promueve contenido pro-trans en mis hijos... NUNCA recibirás ni un centavo de mi dinero". Musk respondió directamente a esta publicación con una sola palabra: "Lo mismo digo".
De un tuit a la tormenta cultural
Hamish Steele, conocido por su estilo irreverente y por introducir personajes LGTBIQ+ en sus producciones, ya había sido objeto de críticas previas por el enfoque de diversidad en Dead Endia y su adaptación animada. La polémica se avivó con la viralización de sus mensajes en respuesta al primer ministro británico, Keir Starmer, en los que, según los pantallazos difundidos, llamaba “nazi” a Kirk. Aunque Steele no se ha pronunciado públicamente en detalle, el debate ha encendido a los sectores más conservadores de Estados Unidos y ha colocado a Netflix en una situación delicada.
— Elon Musk (@elonmusk) September 30, 2025
El trasfondo no es menor. Charlie Kirk, fundador de la organización juvenil conservadora Turning Point USA y aliado cercano de Donald Trump, fue asesinado a tiros en septiembre en Utah. Su figura, polémica y muy influyente entre la derecha estadounidense, se convirtió rápidamente en símbolo político tras su muerte. Para sus seguidores, cualquier burla o desdén hacia su memoria se percibe como una afrenta directa al movimiento que representa.
This is not ok https://t.co/dFTWYYm83A
— Elon Musk (@elonmusk) September 30, 2025
Contexto y polarización
La cancelación de Musk se inscribe en un patrón más amplio de posicionamientos culturales que el empresario viene adoptando desde hace años. En repetidas ocasiones ha vinculado la educación trans con lo que denomina un “virus woke”, y en varias entrevistas ha asegurado que la “agenda de género” es una amenaza directa a la infancia. Su gesto contra Netflix se interpreta como una extensión de esas posturas, y como una advertencia hacia compañías de entretenimiento a las que acusa de adoctrinar a los más jóvenes.
Netflix, por su parte, no ha emitido declaraciones oficiales sobre el caso, aunque en el pasado ha defendido su política de apoyar la diversidad creativa incluso frente a críticas públicas, como ocurrió con los monólogos de Dave Chappelle.
