Durante la visita de la Delegación de Arabia Saudita a Estados Unidos para el Foro de Inversión EE.UU. – Arabia Saudí 2025, Elon Musk ofreció una de esas declaraciones que no pasan desapercibidas. Según el CEO de Tesla, la erradicación de la pobreza mundial podría ser una consecuencia directa de la inteligencia artificial y los robots humanoides en apenas diez o veinte años.
Su intervención, que se ha viralizado en X, ha generado un aluvión de comentarios y debates entre usuarios de todo el mundo. Musk fue directo: el dinero podría perder relevancia, y la combinación de IA y robótica sería la clave para que la humanidad deje de depender del trabajo tradicional. "Tesla no será la única empresa fabricando robots humanoides, pero es evidente que esta tecnología será el camino para que todos puedan vivir sin necesidad de trabajar", afirmó el magnate.
Elon Musk advierte: en 10 años la IA hará desaparecer el trabajo y podría eliminar la pobreza mundial
Para Musk, la robótica y la IA no son un lujo futurista, sino la única vía realista para universalizar la riqueza. "No podemos hablar de robots sin mencionar la inteligencia artificial. Es la única manera de que todos tengan acceso a una vida cómoda", añadió, subrayando su visión de un futuro en el que el trabajo será opcional y no una obligación.
En su discurso, Musk dibujó un panorama en el que el empleo podría convertirse en una elección personal, similar a jugar videojuegos o practicar deporte: actividades que entretienen y motivan, pero que dejan de ser esenciales para la supervivencia. La automatización, que ya se percibe en la industria, el transporte o el sector servicios, sería la antesala de esta transformación social, mientras surgen nuevas oportunidades laborales vinculadas al desarrollo de la IA.
Esta predicción llega en un momento especialmente sensible para Musk: con un patrimonio estimado de 473.000 millones de dólares, el magnate podría convertirse en el primer billonario de la historia si logra que la junta de accionistas de Tesla apruebe un sueldo cercano a un billón de dólares, multiplicando sus ingresos anuales actuales de 56 millones.
El futuro que plantea Musk no es ciencia ficción: es un escenario donde la inteligencia artificial y la robótica podrían redefinir el valor del trabajo, el dinero y, en última instancia, la propia estructura de la sociedad.
