El Tesla Cybertruck no levanta cabeza. Tras su último gran problema a nivel industrial, parece que la empresa de Elon Musk, que había cerrado un gran contrato con EE.UU, ha sufrido otro revés. Y es que el Cybertruck -ese vehículo de 100.000 dólares que Musk prometía como “indestructible”- no es tan duro como parece.
La historia del Cybertruck ha sido una sucesión de grietas en el relato de Tesla. La primera, inolvidable, se abrió durante su presentación: la bola de acero que debía demostrar la resistencia de los cristales terminó rompiéndolos en directo, frente a las cámaras. Desde entonces, el vehículo que debía ser un emblema del futuro eléctrico ha vivido una sucesión de tropiezos técnicos y promesas incumplidas. Hoy, menos de dos años después de su llegada al mercado, Tesla ha tenido que llamar a revisión nada menos que 6.200 unidades más. Es la décima en menos de 24 meses.
Elon Musk prometió el coche indestructible y terminó creando uno que se desmonta solo: el Cybertruck de 100.000 dólares es un fiasco
Según recoge Electrek, la Agencia Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras de Estados Unidos (NHTSA) ha ordenado una nueva revisión tras detectar que los faros adicionales que Tesla vende como accesorio para el techo del vehículo tienden a desprenderse. El adhesivo que los sujeta, sencillamente, no aguanta el peso. Un fallo que no sorprende: el fabricante ya ha tenido problemas con el mismo tipo de pegamento en otras piezas, como las molduras del pilar A, situadas junto al parabrisas.
El vehículo que Musk describía como “a prueba de apocalipsis” parece vivir su propio apocalipsis particular. En su primer año de vida ya acumulaba cinco llamadas a revisión; hoy suma diez. Algunas se solucionan con simples actualizaciones de software, pero otras implican pasos por el taller, ya sea por piezas que se sueltan o por neumáticos que no aguantan ni 10.000 kilómetros.
El Cybertruck iba a ser el coche que redefiniera la idea de un todoterreno eléctrico, un modelo aspiracional y extremo, digno del imaginario de Tesla. Pero la compañía eligió otra ruta: masificarlo. Y ese giro ha pasado factura.
Las versiones más accesibles no han llegado, las ventas no despegan y las cifras distan de los objetivos anunciados. Musk hablaba de fabricar 250.000 unidades anuales; la planta solo ha producido unas 65.000 desde noviembre de 2023.















