A finales de 2022, la llegada de ChatGPT de Sam Altman y OpenAI encendió el debate sobre el impacto de la inteligencia artificial en la destrucción del empleo. Desde entonces, no han faltado voces que alertan sobre la posible desaparición de ciertas profesiones, absorbidas por esta nueva tecnología. Algunas figuras del sector tecnológico, como Elon Musk, han llegado a calcular en un 20 % las probabilidades de que la IA represente una amenaza existencial para la humanidad. ¿Pero hasta qué punto son fundados estos temores?
Aunque estas ideas puedan parecer exageradas, hay expertos que las llevan aún más lejos. Un especialista en seguridad de IA ha llegado a afirmar que existe una probabilidad del 99,9 % de que esta tecnología acabe provocando el colapso de la civilización humana. Sin embargo, uno de los principales desarrolladores de ChatGPT trabaja actualmente en la creación de una superinteligencia segura que podría prevenir dicha catástrofe. En medio de este clima de incertidumbre, Sundar Pichai, CEO de Google, ha ofrecido recientemente una reflexión que vuelve a poner el foco sobre el futuro de nuestra especie.
La amenaza es real: Sundar Pichai cree que la IA podría aniquilar a la humanidad
Durante una entrevista con el investigador Lex Fridman, Pichai reconoció que el riesgo de que la inteligencia artificial tenga un impacto devastador sobre la civilización "es alto". Al mismo tiempo, mostró cierta admiración por la capacidad del ser humano para adaptarse con rapidez al ritmo vertiginoso de los avances tecnológicos, aunque reconoció que el desarrollo de la IA le resulta, en parte, inquietante.
A pesar de este diagnóstico sombrío, el directivo de Google no pierde la esperanza. En su opinión, la inteligencia artificial tiene el potencial de liberar la creatividad humana como nunca antes en la historia, abriendo nuevas vías para que millones de personas puedan crear, colaborar y compartir ideas de forma significativa.
Además, Pichai plantea una visión optimista a largo plazo: la IA podría desempeñar un papel crucial en la supervivencia de la humanidad, ayudando a protegernos de las múltiples amenazas globales que enfrentamos. “Existe una posibilidad real de que esta tecnología sea justamente lo que nos salve”, concluye.















