El horizonte de Dubái está a punto de cambiar. Muy cerca del majestuoso Burj Khalifa -el rascacielos más alto del planeta con sus 828 metros- comienza a levantarse un nuevo coloso: la Tiger Sky Tower, un proyecto que promete redefinir el concepto de lujo vertical en el distrito de Business Bay, uno de los corazones financieros y residenciales de los Emiratos Árabes Unidos.
El coloso ecológico de mil millones: 122 plantas, 532 metros y una jungla tropical suspendida en el cielo
Aunque no alcanzará la altura del Burj Khalifa, sus 532 metros la convertirán en el edificio residencial más alto del mundo, y su diseño está pensado para batir varios récords. Con una finalización prevista para 2029, las obras ya están en marcha y la ambición detrás del proyecto no podría ser mayor.
La torre contará con 122 plantas y 849 viviendas de diferentes tamaños y estilos, desde apartamentos de un dormitorio hasta áticos de lujo, coronados por el Royal Sky Penthouse, una residencia suspendida a 426 metros sobre el suelo con vistas panorámicas del Golfo Pérsico.
“Un increíble edificio de 122 plantas lleno de comodidades y elegancia. Un lugar al que realmente puedes llamar hogar”, describe la promotora Tiger Properties, responsable del proyecto. Pero la Tiger Sky Tower no solo busca romper récords de altura residencial: su oferta de ocio y exclusividad la convertirá en un pequeño ecosistema vertical.
Entre sus hitos destacan la piscina infinita más alta del mundo, situada a 431 metros, el restaurante más alto del planeta, ocho metros por encima, y una selva tropical interior a 447 metros, equipada incluso con una montaña rusa panorámica. Este último espacio recreará un microclima natural con especies exóticas, el canto de aves autóctonas y un ambiente diseñado para ofrecer una experiencia sensorial única en pleno desierto.
La lista de comodidades continúa: jacuzzis, gimnasio, spa, pista de tenis, zonas de barbacoa, cancha de baloncesto, áreas infantiles, e incluso una terraza panorámica en la azotea. Todo pensado para crear una experiencia residencial sin precedentes. “En Tiger Properties nos comprometemos a ofrecer entornos que superen las expectativas y marquen nuevos estándares en el lujo urbano”, afirman sus responsables.
Con un coste estimado de 867 millones de euros (1000 millones de dólares), el edificio se convertirá en uno de los proyectos más caros de la historia de Dubái. Según la agencia inmobiliaria Dubai Immo, los precios oscilarán entre 546.000 euros por los apartamentos más modestos y 12,68 millones por los áticos. Si todo avanza según lo previsto, en 2029 Dubái volverá a desafiar la gravedad. La Tiger Sky Tower no pretende superar al Burj Khalifa en altura, sino en asombro: un santuario de lujo y tecnología suspendido entre el cielo y el desierto.















