El legado de Bruce Lee trasciende las artes marciales y el cine, alcanzando incluso el ámbito del entrenamiento físico, donde su régimen de ejercicios sigue siendo objeto de análisis y debate. En 2024, su plan de entrenamiento de 1965 se volvió viral tras su publicación en redes sociales, generando opiniones divididas sobre su efectividad y rigor. Aunque muchos reconocen la disciplina del actor y artista marcial, otros se muestran escépticos respecto a si realmente este programa fue suficiente para esculpir el icónico físico que revolucionó Hollywood y popularizó el cine asiático en Occidente.
Esta controversia ha reabierto debates antiguos sobre el equilibrio entre fuerza, resistencia y técnica en las artes marciales. El programa, desarrollado en el Hak Keung Gymnasium de Hong Kong, reflejaba la filosofía de Bruce Lee sobre la importancia de mantener un cuerpo funcional y ágil antes que voluminoso. Incluía ejercicios básicos como sentadillas con barra (43 kg, 3 series de 10 repeticiones) para fortalecer el tren inferior, extensiones de tríceps (29 kg, 4 series de 6 repeticiones) y curls inclinados con mancuernas (16 kg, 4 series de 6 repeticiones) para desarrollar fuerza en los brazos.
También destacaban movimientos específicos como los "dumbbell circles", utilizados para aumentar la resistencia de los hombros, y los "reverse curls" que fortalecen los antebrazos y mejoran el agarre, vital en las artes marciales. La rutina incluía además ejercicios de peso corporal como flexiones y abdominales, así como elevaciones de pantorrillas para potenciar la fuerza en las piernas y la estabilidad.
Un entrenamiento criticado por parecer demasiado 'blando'
No obstante, la publicación del programa ha generado críticas en redes sociales, donde algunos usuarios califican la rutina como "básica" o incluso "un simple calentamiento". Los detractores argumentan que el entrenamiento carece de la intensidad que se esperaría de una leyenda del kung fu, mientras que otros defienden que la clave del éxito de Bruce Lee no radicaba en levantar grandes pesos, sino en su enfoque holístico que combinaba técnica, flexibilidad y fuerza funcional.
“Decir que este entrenamiento es fácil demuestra que nunca han trabajado en resistencia y agilidad”, escribió un seguidor en defensa del legado de Lee. Las redes sociales se dividieron entre quienes admiraban la simplicidad efectiva de la rutina y quienes esperaban algo más exigente y moderno.
A pesar de las críticas, Lee fue un pionero en su enfoque del entrenamiento físico, alejándose de los métodos tradicionales de culturismo y apostando por una rutina que fortaleciera cuerpo y mente por igual. Su programa incluía componentes clave para mejorar la coordinación, la resistencia y la velocidad, esenciales para un artista marcial. Ejercicios como los "wrist curls" (29 kg, hasta el fallo) fortalecían los antebrazos, cruciales para golpes precisos y bloqueos efectivos.
Las repeticiones altas en abdominales y pantorrillas contribuían a mejorar la resistencia y el equilibrio. Incluso pequeños detalles, como la elección de pesos moderados en favor de una técnica perfecta, reflejan la filosofía de Lee sobre la eficiencia del movimiento.















