La saga jurásica regresa con más fuerza que nunca, y lo hace arrasando en taquilla y conquistando a nuevos públicos y espectadores. Jurassic World: El renacer, la nueva entrega de la saga de dinosaurios más longeva del cine moderno, ya puede verse en salas de todo el mundo. Esta vez, bajo la batuta de Gareth Edwards (Rogue One, Godzilla), el film apuesta por una historia completamente nueva, con un reparto encabezado por Scarlett Johansson.
La actriz interpreta a Zora Bennett, una experta en operaciones encubiertas enviada a una misión crítica: recuperar ADN de los tres depredadores más formidables del planeta. ¿El objetivo? Crear un tratamiento médico capaz de salvar millones de vidas. Pero como es habitual en esta saga, nada sale según lo previsto. La expedición se tuerce cuando el equipo se topa con una familia en apuros y termina atrapado en una isla donde la ciencia ha vuelto a cruzar líneas que nunca debieron cruzarse.
El director de Jurassic World: El renacer confirma el peor miedo de los fans: “Es horrible”
Y sí, hay un nuevo dinosaurio. Uno que da miedo y que supone un nuevo hito en la licencia. La criatura en cuestión se llama Distortus Rex o D-Rex, y desde su primera aparición ha dividido a los fans: unos lo ven como una abominación genética más; otros como un monstruo con potencial icónico. Su apariencia, más cercana al cine de terror que a la paleontología, ha levantado una ola de teorías sobre sus influencias... que el propio director ha confirmado.
En una entrevista con Screen Rant, Gareth Edwards reveló que el diseño del D-Rex nace directamente de dos referencias clave del imaginario fantástico: el xenomorfo de Alien y el rancor de Star Wars. "Tenías dos de ellos: el xenomorfo y el rancor", explicaba. “Y luego, claro, el T-Rex. Los animadores empezaron a darle forma y era divertido, porque escribías en el guion ‘parece un humano’ y eso era suficiente. Pero para los diseñadores, no. Preguntaban: ‘¿Qué tipo de humano? ¿Cómo actúa?’”.
Ahí entra en juego algo que Edwards define como alma o actitud del personaje. Y sorprendentemente, la inspiración para construir el carácter de este depredador deformado llegó de un lugar inesperado: El hombre elefante, la mítica cinta de David Lynch.
“El D-Rex debía provocarte algo contradictorio”, explicaba el cineasta. “Puede que te aterre y quieras eliminarlo, pero también hay algo trágico en él. Tiene problemas para respirar, apenas puede moverse. No eligió ser así. Y eso lo hace aún más inquietante. Es horrible, sí. Pero también da pena”.
La criatura, como el resto de la película, es el resultado de una voluntad de redefinir el ADN de la saga sin traicionar del todo su espíritu original. Jurassic World: El renacer llegó a los cines el 2 de julio de 2025, y aunque el debate entre los fans sigue abierto, una cosa está clara: el parque puede que esté cerrado, pero las pesadillas jurásicas están más vivas que nunca. Y arrasan en taquilla.
