¿Sabéis qué es lo peor de escribir esta noticia? Que precisamente el nigiri de salmón y el de atún son mis piezas favoritas. Y es la hora de comer. Pero haré el esfuerzo de no pensar en comida mientras escribo esto. La cuestión es que en Japón, en un acuario que aparentemente no tenía ningún atractivo más allá de ser una pecera gigantesca, ha aparecido una criatura que guarda no pocos parecidos con el nigiri de salmón. Hablamos de esa pieza de arroz que, en la parte superior, cuenta con un trozo de salmón o atún.
未知の深海生物、白色のヒロメオキソコエビとウオノシラミ属の一種を展示を始めました。担当者はかわいくてしょうがないようで、「ほら、この角度いいでしょ!」とたくさん写真が送られてきますが、多くの職員の理解は得られず。。。#アクアマリンふくしま #深海生物 #親潮アイスボックス pic.twitter.com/sW12o3G2F4
— 【公式】アクアマリンふくしま (@aquamarinestaff) July 20, 2021
El acuario en cuestión se localiza en el Aquamarine Fukushima que, según indican desde Gizmodo se trata de un enorme acuario localizado en la costa este de Japón. El tuit que os hemos dejado sobre estas líneas lo han compartido, precisamente, los encargados de estas instalaciones. Su repercusión en Twitter ha sido tal que, en fin, aquí estamos hablando de ello.
Se ha identificado al animal marino como un isópodo, una especie de crustáceo alargado y plano que habita en tierra y mar (también los conocemos como cochinillas). Pero este en concreto ha terminado llamando más la atención por su gran parecido con el nigiri de salmón. Otros ejemplares de este mismo género no se parecen tanto y, de hecho, suelen presentar un color más parecido al marrón.
"Debido a que son parásitos, creemos que tal vez el color del pez del que se estaba alimentando se transfirió [al isópodo]", declara a Vice Mai Hibino, una de las cuidadoras del acuario. Con apenas 3 centímetros de largo el protagonista de esta historia, este nigiri viviente, fue atrapado por una red de pescadores cerca de la ciudad costera de Rausu en Hokkaido, la isla que se encuentra más al norte de Japón.
Aunque los pescadores afirman que lo encontraron con "la barriga llena", de hecho los cuidadores no sabían por cuánto tiempo serían capaces de exhibir al animal. "No sabíamos ni siquiera por cuánto tiempo viviría. Pero resistió, se mantuvo con vida para nosotros", apunta Hibino.















