El gigante Amazon ha vuelto a irrumpir en el mercado de la vivienda con una propuesta tan llamativa como controvertida: una casa prefabricada de dos dormitorios, totalmente equipada, que se monta en apenas diez minutos y que tiene un precio de salida en torno a los 23.000 euros. Se trata de una construcción expandible con diseño basado en contenedores metálicos, pensada para familias que buscan soluciones rápidas, económicas y resistentes ante fenómenos naturales cada vez más frecuentes.
La vivienda, que se ofrece directamente en la web del gigante del comercio electrónico, se presenta como una alternativa real frente al encarecimiento del mercado inmobiliario. Según las especificaciones, incluye dos dormitorios, un salón, cocina completa y un baño con sistema húmedo y seco. El diseño, además, permite ampliar el espacio hasta los 20 pies de longitud, lo que en la práctica equivale a un hogar compacto pero funcional para una pareja o una familia pequeña.
Qué ofrece el módulo base
Uno de los puntos que más interés despierta es su resistencia estructural. La casa está fabricada con acero ligero y paneles sándwich de acero inoxidable, capaces de soportar lluvias torrenciales, vientos intensos, incendios e incluso terremotos de entre 7 y 8 grados en la escala de Richter. También incorpora aislamiento térmico mediante paneles de EPS, lana de roca o poliuretano, materiales habituales en la construcción sostenible. De esta manera, promete mantener la temperatura estable durante todo el año con un gasto energético reducido.
La oferta no se limita a un diseño cerrado: el comprador puede personalizar tanto los acabados como el número de habitaciones y plantas, así como elegir entre dos tipos de suelos, uno de chasis de acero y otro de base de hormigón. Además, los colores exteriores e interiores pueden modificarse, lo que otorga cierta flexibilidad frente al carácter estándar que suele asociarse a las casas prefabricadas.
Personalización y materiales
Aunque su instalación se publicita como “ultrarrápida” —el fabricante habla de diez minutos para desplegar el módulo base—, la realidad es que para hacerla habitable se requerirán permisos de obra, acometidas de luz, agua y saneamiento, algo que puede variar en función de la legislación de cada país. Aun así, el interés por este tipo de viviendas no deja de crecer: informes del European Modular Construction Market apuntan a que la demanda en Europa se disparará un 30 % de aquí a 2030, en gran parte debido a la crisis de acceso a la vivienda.
Más allá de sus prestaciones, el lanzamiento de Amazon reabre un debate de fondo: ¿pueden estas casas ser una solución real al problema del acceso a la vivienda, o son un producto de nicho orientado a quienes buscan segundas residencias o proyectos alternativos? Por el momento, la expectación generada recuerda a casos anteriores, como las pequeñas cabañas prefabricadas que la compañía lanzó en 2019 y que se agotaron en cuestión de horas. La diferencia es que esta vez la apuesta es más ambiciosa y busca presentarse como una vivienda principal y no como un simple refugio ocasional.















