La existencia de los animales biofluorescentes no es extraña, pero su descubrimiento siempre resulta llamativo cuanto menos. Eso es lo que ha sucedido con la liebre saltadora de Ciudad del Cabo (Sudáfrica): se trata de un roedor cuyo pelaje brilla en la oscuridad si le proyectamos luz ultravioleta, mostrando colores rojizos y rosados. Se cree que este efecto podría deberse a un intento del animal de pasar desapercibido para ciertos depredadores cuyos ojos se basen en esa frecuencia de luz.
La liebre saltadora africana que brilla en la oscuridad
Tal y como se ha informado en la revista Scientific Reports esta semana, los científicos se han hecho eco de que la liebre saltadora (Pedetes capensis) brillan con "una biofluorescencia vívida" cuando impacta sobre ellas una luz ultravioleta. Esto se debe a su pelaje, que puede absorber la luz ultravioleta y emitirla en un color visible en tonos rosados, rojos y naranjas. Este fenómeno se ha descubierto en dos especies diferentes: tanto la P. capensis que vive en el sur de África; como el P. surdaster de África Oriental, que habita en zonas de Kenia y Tanzania.
Ambas especies guardan cierta semejanza con los canguros, y suelen apostar por la vida nocturna. Aunque su nombre puede indicar lo contrario, lo cierto es que no están emparentadas con las liebres; más bien con los ratones, ratas y otros roedores. "Nuestras observaciones también sugieren que la biofluorescencia puede estar distribuida más ampliamente entre los mamíferos de lo que se pensaba", apuntan los autores de la investigación.
¿Y a qué se debe esta característica en su pelaje? Algunos investigadores manejan la teoría de que sirve para camuflarse y pasar desapercibido para los depredadores. "Especulamos que, si sus depredadores son sensibles a los rayos UV, el patrón único que observamos podría funcionar como una especie de camuflaje de los depredadores", dijo Erik R. Olson, autor principal del estudio y profesor asociado de Recursos Naturales en Northland College, en declaraciones recogidas por IFL Science.
