Quentin Tarantino ha sido el protagonista de esta cuarentena por coronavirus. El director, guionista y director, de éxito con Érase una vez en Hollywood, nos ha regalado un montón de anécdotas a través de entrevista y comentarios en los principales medios estadounidenses y británicos. Tras confirmarnos que Grindhouse fue un fracaso por ir de guays y destacar que estuvo pensándose una adaptación de Luke Cage en los noventa, ahora confirma cómo fue su mística experiencia al entrevistar a Joe Dante mientras rodaba Gremlins en el 1984. El creador de Pulp Fiction, como explican en Cinemanía, tuvo una la suerte de coincidir con el director en un momento único de la filmación.
Un Tarantino de 21 años visitando el set de Gremlins
Gremlins cambió el entretenimiento familiar y de fantasía en 1984, ofreciéndonos a toda una generación una forma de hacer cine algo olvidada. Mientras Tarantino se labraba una carrera y trabajaba en el videoclub que tantos buenos ratos le dio, el cineasta se pasó a sus 21 años por el set de la cinta, comprobando la labor de Dante in situ.
Según ha confirmado al podcast Pure Cinema, fue una experiencia que no ha olvidado, y que le marcó para siempre. "Estaba preparando un libro sobre directores de cine. Pensé en empezar con las entrevistas y luego escribir las piezas que me hicieran falta. Iba a recibir el nombre de Cinema of the Outrageous", añadía mientras destacaba el carácter outsider o de adelantados a su tiempo que buscaba entre los perfiles a entrevistar.
"Bueno, no lo terminé porque tenía unos 20 años, y era demasiado joven y excéntrico para escribir un libro, pero tenía todas las ganas de hacerlo y me tomé en serio las entrevistas. De hecho, entrevisté a varios directores en aquel momento, como John Milius (Conan El Bárbaro, Amanecer Rojo), y entonces, hice lo mismo con Joe Dante", añade. El director y el responsable de Malditos bastardos pudieron conversar un rato en el mismo despacho de Dante, aunque reconoce que estaba nervioso y pendiente del rodaje todo el tiempo. "Hablé con él en el set de Gremlins. Me tenían detrás de una pared de madera, porque claro, se suponía que no debía ver cómo era un gremlin", recuerda. Sin embargo, uno de los monstruos falló estrepitosamente, y el rodaje de una las secuencias de la película se retrasó. Eso le dio más tiempo para charlar con él.
"Tuve todo el tiempo y acceso a él porque resulta que la cabeza de uno de los gremlin se cayó, y les costó bastante arreglarla. Imagínate, estuve ahí sentado, hablando con él. Después le arreglaron la cabeza, y como vieron que seguíamos conversando, nos dejaron que estuviésemos hablando un rato más. Lo pienso y creo que podían haberse puesto a rodar 20 minutos antes, pero lo dejaron hablar conmigo. En algún momento de la charla, Dante dijo: Vale, ¿sabes qué? Vamos a dejarlo aquí. Veo que ya han terminado y están esperando a que vuelva, pero no quieren decirme nada", concluía entre risas.