Aunque no hay evidencias de que se trate de un reto viral en sí, y tampoco hay material gráfico que se haya colgado en las redes sociales, lo cierto es que esta práctica está afectando a cada vez más piscinas municipales de España.
En resumidas cuentas: Valencia, Valladolid, Cádiz o Málaga han tenido que evacuar sus piscinas por la aparición de heces humanas en el agua. Además de ser un acto incivilizado, esta práctica es muy peligrosa para la salud por el siguiente motivo: mediante los excrementos, se pueden transmitir parásitos y bacterias a través del agua.
"Parece que lo llevan preparado en una bolsa y lo sueltan en la piscina porque nadie se da cuenta, ni siquiera los socorristas. Aprovechan el momento", expresaba el responsable de la mancomunidad del barrio del Cristo en Aldaia, donde se tuvo que cerrar la piscina. En Masanasa, la enorme piscina para 600 personas, tuvo que evacuar hasta tres veces a los bañistas el pasado mes de julio.
En el club de golf de Aldeamayor (Valladolid) han tenido que cerrar la piscina para mayores hasta siete veces, calificando este verano del "peor" que ha sufrido en los últimos años, tal y como recogía el Diario de Valladolid.
En Málaga, igualmente una urbanización tuvo que cerrar por los mismos motivos. "Creemos que ha tenido que ser alguien que ha saltado de noche al recinto y ha realizado sus necesidades dentro del agua o las ha lanzado desde fuera", relataba una vecina a Diario Sur.
Este hecho, que supone un gran "perjuicio económico para las arcas municipales" - según el presidente de la mancomunidad de L’Horta de València - ha llevado a que las piscinas se planteen tomar medidas. Algunas están considerando revisar las pertenencias de los bañistas.