Cerca de un centenar de conductores quedaron completamente atrapados y atascados en un enorme lodazal por seguir sin dudar las indicaciones de la famosa aplicación Google Maps. El navegador, el más usado del mundo, sugirió a los usuarios un desvío para acceder al Aeropuerto Internacional de Denver tras el cierre de una de las principales carreteras que lo unen a la ciudad por culpa de un accidente.
Un desvío que acabó en un atasco en mitad del barro
Confiamos ciegamente en las aplicaciones. Si nos sugieren un camino para llegar antes a algún sitio o evitar un atasco o dar un enorme rodeo hacia nuestro destino, lo aceptamos sin dudar. No nos planteamos el hecho de que, a veces, estas aplicaciones tan exactas, actualizadas y bien diseñadas, pueden fallar.
"Pensé, bueno, quizás haya un desvío para acceder al aeropuerto, puse Google Maps y me sugirió un atajo para llegar en la mitad de tiempo", explicaba Connie Monsees a CNN. "Tomé la siguiente salida y conduje justo por donde me dijo que lo hiciera", añade.
Sin embargo, lo que podría haber sido un reencuentro emotivo con la persona que esperaba pacientemente en el aeropuerto a la que la recogieran, se convirtió en una larga travesía entre el barro. El desvío sugerido por Google Maps la llevó por un camino de tierra cerca de la frontera entre Denver y Aurora. Connie, pese a extrañarse, no se preocupó. ¿El motivo? Vio a un grupo de conductores que habían hecho lo mismo.
“Bueno, vi que todos estos otros coches iban delante de mí, así que todo iría bien", explicaba Monsees a ABC News. El camino de tierra secundario comenzó a volverse mucho agreste y peligroso, completamente enfangado, ya que había llovido de forma torrencial en la zona durante los días anteriores. "En ese momento me di cuenta de que había tomado una mala decisión". Según ABC News, más de 100 coches tomaron el mismo desvío por aquella carretera secundaria, dejando a varios vehículos completamente varados y atascados entre el barro.
El camino era particularmente estrecho, permitiendo únicamente el paso de un automóvil, y los vehículos que iban en cabeza fueron frenándose y quedándose completamente inmovilizados. Dado que la caravana era bastante extensa, el resto de coches se vieron atrapados en la trampa a la que los había dirigido Google Maps sin remisión. "La pregunta es, ¿por qué Google nos envió allí en un primer momento? Una vez allí no hubo vuelta atrás", explicaba una de las conductoras a una televisión estadounidense. De hecho, Google Maps los envió a una carretera de acceso privado, y no a una carretera con conexión directa con el aeropuerto.
La empresa se defiende de las acusaciones alegando a que la app no estaba actualizada, y que la carretera que tomaron los cientos de conductores, no estaba clasificada como privada. De hecho, alienta a que cuando se detecten fallos así, se comuniquen directamente a Google para que se evalúen nuevas rutas y cambios. "Tenemos en cuenta muchos factores para determinar las rutas de conducción, incluido el tamaño de la carretera o lo recta que es la carretera", explicaba el gigante de internet al medio Gizmodo. "Alentamos a todos los conductores a cumplir con las leyes locales, prestar atención y a usar el sentido común mientras conducen", concluían.
